Pov Ana.
-Necesito irme Ana.
-¿Puedo ir contigo?- Pongo mis ojitos dulces.
-Ana, quiero que te quedes en la casa. Estás más segura aquí. Allá afuera por ahora es un lugar peligroso.
-Es injusto.
-Lo sé.
-Por favor.- Le digo agarrándolo de sus fuertes brazos.
-Okey, pero te quedarás conmigo. No te separes de mí.
-Nunca- Le digo.
(...)
-¿Qué vamos hacer, Christian?
-Taylor me entregará un paquete en mi oficina, además tengo que hablar con unos de los empresarios interesados en mí.
-Estúpidos si te dejan ir, eres el mejor.- Sonríe dulcemente. El carro se detuvo en seco, haciendo que mi cinturón de seguridad me agarrara fuertemente.- ¿Qué... qué pasó?- Christian no responde, solo observa al través del vidrio, imito su misma posición cuando observo lo que en realidad está pasando, me congele en mi propio asiento.
-Ana... No hagas nada hasta que yo te diga.- Susurra Christian. Asustada, asiento despacio. Lo miro unos segundos, veo que empieza a sudar y aprieta demasiado la mandíbula. Respiro fuertemente y mi vista vuelve hacia delante.
Hay un hombre justo al frente de nosotros con una pistola, apuntando directamente hacia nosotros, pero lo más difícil es que no está solo, hay otros dos sujetos en la ventanilla de Christian y la otra en mi ventana. Solo que un poco lejos.
-Ana, voltea cuidadosamente y dime qué coño están haciendo los guardias de seguridad en la camioneta de atrás.- Medio volteo la cabeza y veo a los tres guardaespaldas de Grey justo atrás de nosotros en el Audi negro.- ¿Qué están haciendo?- Habla Christian con impaciencia. Los miro, y cuando veo que es lo que están haciendo, me asusto más aún.
-Están viendo creo que una tableta y se están riendo.
-¿Qué? Hijos de putas. ¿Los contrato para que se rían por una tableta? Maldición. Ni siquiera sabe que estamos en peligro.- Christian se calla cuando el hombre que está parado al frente de nosotros se nos acerca lentamente - Llama a Taylor. Apúrate.- Saco mi celular con el mayor cuidado del mundo y marco su número (Su número lo tengo cómo: "Emergencia cuando mi celular está bloqueado").
-Señorita Ana.
-Taylor, estamos en peligro, tenemos a unos tres hombres apuntándonos con unas armas afuera del carro.- Digo susurrando.
-Voy directamente para allá, los rastrearé con el GPS del carro, por ahora no hagan un movimiento rustico, pero si las cosas se ponen feas debajo de sus asientos hay un arma. Sino la sabe utilizar no la agarre, sé que el joven Grey no lo sabe usar.- Cuando iba hablar ya teníamos a el hombre al lado de la ventanilla de Christian así que escondí el celular.
-Baja la ventanilla, ahora.- Dice el sujeto con la pasa montaña, Christian obedece.- Bien, los dos bájense del auto, es una orden.- Christian me ve con sus ojos preocupados, pero para intentar de calmarlo le doy una mirada de tranquilidad que solo me dura unos segundos, encuentro el arma y lo meto dentro de mi pantalón, gracias a Dios que traje una chaqueta para que no se note el bulto, rápidamente nos bajamos, y me agarran los brazos fuertemente uno de esos sujetos y el otro agarra a Christian. Mientras que el del medio nos sigue apuntando.
-¿Qué quieres?- Dice Christian demasiado serio.
-Christian, amigo mío. Ya te lo he dicho mil veces.
-¿Tú eres de las amenazas?
-Sí, y por lo veo no tienes ni un poco de amor a la chica. Te dije que te alejaras de ella y te fueras del país, y no me hiciste caso. Ahora te mereces un castigo. Mis amenazas no son en vano... Mierdecilla.- Este me apunta a mí, solo a mí.
-¡No!- Grita Christian- ¡Es conmigo tu problema!- Este lo observa por unos segundos y la pistola ahora lo apunta a él.
-Quiero tenerla a ella.
-Definitivamente no- Esta vez hablo yo.- No le voy a dar mi virginidad a un hombre que no amo y menos si nos está amenazando de muerte.- Todos de repente me quedaron viendo, bueno sé porque los encapuchados sus rostro están en mi dirección, y Christian creo que se le van a salir los ojos.- ¿Qué?
-¿Virgen?- Dice el que apunta a Christian.
-Sí.- Para retomar el tema...- Y no te lo voy a dar a ti, prefiero estar muerta.
-Si tanto insistes.- Me apuntó, cerré los ojos esperando la bala, escuché cuando disparó. Seguí esperando la muerte, pero nunca llegó. Abro los ojos y la peor imagen del mundo está al frente de mis ojos.
-¡CHRISTIAN!- Tirado al frente mío, tirado en el suelo. Inconsciente. Rabia, miedo, frustración, y pánico, cruzaron en mí. Me agaché para ver si estaba muerto, toqué su cuello y se sentía todavía sus latidos, pero muy lentos. Un pequeño alivio cruzo por mi cuerpo. Pero la rabia me cegó. Agarré la pistola rápido, apunté y disparé al hombre que le disparó a Christian. No se lo esperaba de mi, sin importarme nada, le disparé una en las pierna izquierda y otra en las bolas, gritos de dolor y terror su boca salían, si fuera en otra ocasión me estuviera arrepintiendo, pero ahora lo disfruto.
Otro disparos se escuchan, asustada voltee y vi a Taylor con su arma, le pegó un tiro a los otros dos, en las piernas. Fuera de peligro le grité a Taylor que llamara a una ambulancia. Me saqué la chaqueta y se la puse a Christian en el hombro para detener la hemorragia.
Los 3 minutos más largos de mi vida llegaron las ambulancias y los policías, observé como a Christian lo subían a una camilla, yo estaba llorando, si se muere, yo misma me mato. Cuando iba a subir a la ambulancia unos oficiales me agarran de las muñecas y me ponen unas esposas.
-¿Qué? ¡¿Están locos?! ¡Tengo que ir con él!
-No puedes, estas detenida por intento de homicidio.- Veo como cierran las puertas de la ambulancia y se va. Maldición.
-No lo puedo creer. ¿Me están culpando de intento de homicidio? ¡Eso fue defensa! Le disparó a él.
-Estas bajo arresto hasta que todo se resuelva.- Miro a mi derecha y veo a Taylor también esposado. Mierda.
-¡Tampoco pueden arrestarlo a él! ¡Me defendió!
-Señorita, ya basta...
-¡Basta nada! ¡Christian está ahí muriéndose y yo aquí discutiendo con usted!
-Señor oficial, él es el novio y prometido de la señorita Ana, imagínese que todo esto le hubiera pasado a usted y a su esposa. Que lo detenga por salvase a usted y la vida de su mujer. Y venga unos oficiales y le digan que lo van a arrestar. Yo no digo que no la arresten. Es la ley averiguar exactamente que pasó. Pero al menos lleven a la señorita al hospital en custodia, que con ella se vayan 3 policías y que no pueda salir, que esté en la misma habitación que el joven, él la necesita en estos momentos.- Taylor mira impaciente al policía, y como que su táctica de la esposa funcionó.
-Está bien, pero cuando esté bien el chico que de una vez que la trasladen a la celda. La va a acompañar 2 oficiales señorita.- Pongo los ojos como blanco, y me sorprendo en como Taylor consiguió esto. Lo adoro.
-Gracias oficial, gracias Taylor.- El oficial asiente. Taylor me guiña el ojo.- Taylor, pero tú estarás ahí...
-No importa, no será mucho. Somos inocentes. Ande con el joven Grey y apóyelo.- Asiento.
Me monto en el carro de la policía nos dirigimos al hospital con mis nuevos guardaespaldas.
Christian, tu eres fuerte. No me abandones, te amo.
.........
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Cuidando al playboy Grey
FanfictionMiro a los lados buscando la explicación de las cosas. No puedo, simplemente no lo hago. Steele, ese es mi apellido. No había amado antes con tanta intensidad como lo hago ahora, por él. ¿Por qué me enamoré de un chico tan problemático? Christian Gr...