Bloque trece

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La cuenta había comenzado, su padre había hecho un hoyo en la pared con un clavo para poner lo que sería el calendario de la cuenta regresiva hacía el altar.

En la cabeza de Marinette solo se imaginaba entrando con los pies descalzos, un vestido corto blanco y tomando del brazo lo que sería su soñado prometido "Adrien".

Todo era perfecto. Un look que últimamente su amor platónico había comenzado a usar y lo hacía ver irresistible. Botas negras y su cabello despeinado.

Pero como una música típica de una película de terror comenzaba a sonar. Un chico totalmente furioso que al parecer es su prometido, entra jalándola del brazo.

Entonces fue cuando despertó por el ruido de su padre con el martillo y cayó en la triste realidad.

―Eso parece un calendario que utilizaba en la secundaria para estudiar antes de la prueba ―La joven soltó molesta mientras buscaba las pantuflas de gato que usaba para no pisar el frío suelo.

―Ahora tendrás que prepararte para ser una buena esposa, tómalo como quieras querida hija mía -Su padre dijo con la empalagosa felicidad que desde que comenzó esta locura, soltaba.

Ella solo estaba de camino al baño, rendida al no encontrar sus amadas pantuflas, bufando para lavarse los dientes, pero no contaba que de nuevo no calcularía su distancia del mueble y termino golpeándose el dedo pequeño.

―Me lleva la chin...

―¡Arréglate rápido que tu prometido te recogerá! ―Escucho a su madre gritar desde la cocina.

―¡Me lleva la que me trajo! ―Entre dientes maldijo y dio pequeños saltos de total cabreo.


Felix estaba dispuesto a salir para recoger a la chica pero para su sorpresa al llegar a la cocina para tomar su jugo de naranja como de costumbre, su padre se encontraba leyendo un periodico en la mesa.

―¿Vas a ir a recoger a tu futura esposa?.

―Si ―Soltó secamente para sacar la jarra de jugo y servirse.

Hoy era domingo así que su hermano menor no se levantaría hasta como a las cuatro de la tarde como de costumbre.

―Bien, espero que pienses en un plan para conquistarla.

―¿Y cómo porque haría eso?.

―Porque sí no lo haces no te daré la empresa.


Felix le había abierto la puerta del coche a Marinette y esta se deslizo al asiento para ponerse el cinturón de seguridad.

Habían pasado dos cuadras de trayecto y solo se escuchaba "Savages" de Marina and the diamonds.

pararon en una gasolineria y las manos de la azabache se encontraban sudando y ella las tallaba en su falda.

Los dos se encontraban esperando que el tanque se llenara, dentro del automóvil que Gabriel le había prestado a su hijo "¿Acaso es romántico el que un chófer los lleve? ¡Necesitan privacidad!" esas eran las palabras que dijo antes de arrojarle las llaves a su hijo.

Tenía que llevarla a desayunar como le había prometido a su padre.

―Marinette, tal vez suene raro pero creo que debería preguntarte cuál es tu comida favorita ―Hablo el ojo azul tratando de romper la tensión en el auto.

Marinette no había escuchado la pregunta y seguía mirando a sus pies los cuales se balanceaban.

―¿Mary me escuchaste? ―Felix pasó su palma frente a la mirada de la azabache.

―Disculpa ¿Decías? ―Contesto avergonzada la joven.

―¿Cuál es la comida que más te gusta? ―La joven puso unos dedos levantando su barbilla.

Nunca se había puesto a pensar aquello. Aunque fuera extraño no tenía alguna, comía lo que fuera y ni siquiera se fijaba en la fecha de caducidad "Si muero prefiero que sea comiendo" era uno de sus principios.

―Supongo que la comestible ―Contesto de repente la joven, a lo que el rubio comenzó a reír fuertemente.

Marinette mira embobada a Felix.

"Su voz es igual de bonita que la de Adrien, pero él tiene una voz más profunda" Mientras pensaba un sonrojo y una pequeña sonrisa aparecían en su rostro.

―¿Existe comida no comestible? ―Pregunto su "prometido" mientras se incorporaba a su pose de joven serio.

―Existen gomas para borrar en forma de comida... ―Inocentemente respondió Marinette.

―Oh~ No había pensado en ello... ―Dijo mirándola con dulzura.

Tal vez no sería después de todo tan terrorífico como pensaba, podría ser incluso agradable aquel rubio.

Pero simplemente no podía imaginarse un amor más allá.

"¡Pero que idiota! ¡Esto es simplemente un contrato"

¿Acaso su mente tendría razón? ¿O la respuesta la tendría después el corazón?.

¡Hola amores! Solo vengo a anunciar mi regreso a clases y con ello pedirles paciencia ya que a partir de esta semana hasta dentro de cuatro meses subiré un capitulo cada semana y de vez en cuando tal vez no suba ninguno.

Espero que me comprendan ya que estoy en mi último año de preparatoria y es un poco duró.

¡Los quiero!.

Dos gatos negrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora