Marinette limpiaba el sótano de la pastelería de sus padres. Trataba de recoger algunos recuerdos para llevarlos a la mansión Agreste, además de recoger algunas cosas necesarias.
Sus padres habían sacado todo de su antigua habitación para recibir a una de sus primas que vendría de visita.
Álbumes de fotografías con años de ser tocados, viejos discos de la época adolescente de sus padres y juguetes de su infancia cayeron al suelo por la torpeza de la chica.
Las pequeñas y ligeras mitas de polvo la hacían estornudar, comenzó a meter las cosas en una bolsa.
Después de casi terminar de revisar y limpiar cada caja se encontró con su joyero, el cual había olvidado cuando se fue de casa, estaba a punto de meterlo a la bolsa e irse, pero decidió abrirlo para admirar su contenido.
Entonces a sus ojos llego la imagen de la misteriosa llave que había encontrado tiempo atrás.
La casa Agreste parecía estar llena de un aura de estrés otorgado por el personal que corría de un lado a otro tratando de dejar todo impecable en el jardín.
Hoy tenía que ser un día perfecto, después de todo no todos los días se compromete un Agreste formalmente.
Adrien yacía en su habitación tratando de encontrar una manera de abrir el diario de su madre.
Se sentía molesto y lleno de tristeza con aquel diario en sus manos.
Hoy su hermano mayor se comprometería con la chica que le gustaba, sabía que después de esto todo en su hogar se tornaría alrededor de Felix y eso lo hacía enfurecer más.
Felix siempre fue el mejor en todo.
El mejor preparado para la empresa, un buen hijo, excelente estudiante y sin duda el mejor hermano, pero había algo que le daba demasiada rabia y era que él tenía el cariño de su padre.
Adrien podía ver a su padre más preocupado por él, no dejaba de presumir a su hijo mayor con sus amigos dueños de empresas de moda.
Incluso podía sospechar que ni una sola vez su padre había hablado sobre él en alguna reunión.
Adrien abrazo el diario de su madre contra su pecho, ese día solamente deseaba que su madre regresara.
Deseaba con tantas fuerzas que lo arrullara entre sus brazos, poder oler de nuevo su perfume de lavanda en su ropa.
Simplemente quería volver a sentir cariño y no sentirse triste de nuevo.
Gabriel por otro lado abrió la ventana de su habitación, quito la fotografía de Juliette de la cómoda y en su lugar coloco la primera foto de sus hijos, aquel día del nacimiento de Adrien.
Estaba dispuesto a continuar su vida. Estaba cansado de dejar ir tanto tiempo de la vida de sus hijos, hoy estaba dispuesto a confesarles aquel problema que por tanto tiempo cargo en su corazón.
El amor no sabe cómo irse después del tiempo, pero sabía que la única solución era tener a sus hijos junto a él, volver atrás cuando eran una familia feliz y olvidar el tiempo perdido para crear nuevos recuerdos.
Claude se encontraba emocionado, por primera vez Felix lo había invitado a algo. Sentía que por fin había logrado ser su amigo.
Rubí se encontraba de una forma molesta, no quería salir arrastrada por su hermano a una fiesta de uno de sus tontos amigos.
Ella solo quería pasarse toda la tarde viendo su serie favorita por netflix, pero Claude siempre lograba lo que se proponía.
―¡Vamos Rubí! ¡Tal vez encuentres chicos guapos ahí!―Claude trataba de atarse la corbata, pero desafortunadamente no sabía cómo hacerlo. Rubí suspiro cansada y lo ayudo para atarlo perfectamente.
―Dudo que eso pase en una fiesta de una pedida de mano―Rubí retoco por segunda vez su labial rojo y se puso sus ballerinas favoritas color hueso.
―Valla...¡Pues tendrás que prepararte para la boda y atrapar el ramo o quedaras solterona!―Claude comenzó a reír estruendosamente y su hermana lo golpeo en la cabeza con su pequeña bolsa.
―¡Eres insoportable!-Rubí miro molesta a su hermano para poder salir de casa.
―Pero gracias a mí conseguirás un novio―Claude dijo en forma baja, pero su hermana logro escucharlo.
―¿Que planeas idiota?―Rubí pregunto de manera asustada, pero Claude solo soltó una risa más grande y la tomo del brazo para salir de casa.
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Dos gatos negros
FanfictionAdrien y Felix son completamente diferentes pero se darán cuenta que sus sentimientos pararán en un solo lugar. Adrien ama tocar aquella guitarra frente al escenario. Felix es el heredero de la más grande compañía de modas, pero no todo en la vida e...