Bloque treinta

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"Han sido tantas las veces en que me has roto el corazón ¿Recuerdas en que momento tu mirada y la mía se cruzó por primera vez? Yo lo recuerdo por primera vez.

Un café y una dona fue lo que ordenaste ese jueves.

Yo no quería recibir dinero como propina, simplemente quería tener un espacio en tu corazón.

¿Recuerdas cuantas veces mi corazón no dudaba en verte? ¿Alguna vez notaste la emoción de mis ojos al verte sonreír? ¿Notaste mi tristeza al verte llorar el día en que tu padre no se presentó al festival de padres? ¿Alguna vez imaginaste las miles de veces en que soñaba con que sintieras lo mismo que yo? No, no lo sabes porque yo no fui nada para ti y nunca me atreví a acercarme.

Fui solamente la niña tonta que se fijó por primera vez en un chico con imagen de príncipe encantador.

Ha pasado tiempo, y mi corazón está confundido. Confundido por que no sabe si es bueno amarte o desechar estos sentimientos.

¡Porque no te das cuenta que soy una chica buscando amor! ¡Una chica que muere porque por primera vez alguien se enamore de ella!

Hace tiempo nos separemos, conociste más personas, algunas continuaron a tu lado como es el caso de James.

Pero sobre todo olvidaste a muchas y entre ellas estaba yo.

Hace tiempo me propuse olvidar todo lo que tuviera que ver con algo que no tuviera una realidad, como lo eras completamente tú.

Pasaron los meses, encontré a alguien más. No era el mismo cariño, era de otro tipo, pero él me ofreció su cariño, por el mío.

Dos almas vacías, dos chicos que fueron rechazados hace un largo tiempo.

Tu regresaste, regresaste como un dulce martirio, pero algo había cambiado y eso era el rose de mis palabras con las tuyas.

Antes éramos dos adolescentes que yo iba por niñerías a tus brazos, pero ahora, te mostrabas más alegre y menos frío como te recordaba.

Ahora eran sentimientos verdaderos en tus palabras y forma de actuar.

Estabas enamorado.

Aquella observación no paraba de dar vueltas en mi cabeza.

¿Por qué vienes? ¿Por qué te vas?

Pensé cuando pasaste a despedirte unas horas antes de irte.

Fred termino conmigo.

Sé había enterado que su mejor amiga, la chica que lo había rechazado estaba en una situación un poco delicada y por eso ella termina alejándolo.

Él al enterarse corrió a su encuentro y tal parece que hablaron de muchas cosas dentro de la habitación de hospital, mientras yo lo esperaba en la sala de espera.

Sigo siendo pésima para esto de amar, supongo que el amor duele y duele de la peor manera"

Bridgette termino de escribir y meter otra carta en una vieja caja que hace mucho tiempo contenía galletas.


Adrien continuaba haciendo hoyos por todo el patio de la escuela, sabía que posiblemente lo arrestarían pero no le importaba.

¡¿Cómo podría importarle aquello si posiblemente lo único que quedaba de su madre estaba enterrado en una capsula del tiempo?!

Habían pasado tres horas y no pensaba rendirse en su búsqueda de aquella caja de madera que su madre enterró en sus años de juventud.

En el morral de Adrien se encontraba aquella carta que encontró en el viejo joyero de su madre. Dolía pensar que ella se estaba preparando para una situación parecida o posiblemente esperaba nunca olvidar aquel lugar donde había enterrado lo que fue su vida, su feliz y hermosa vida.

El rubio limpio el sudor de su frente con la palma de su mano y por última vez la punta de la pala fue enterrada en la fría tierra.

La punta choco con algo. El rubio no dudo en lanzar la pala y arrodillarse para escarbar con sus dedos, solo entonces dio una mirada de satisfacción y tristeza al encontrar aquello que tanto deseaba encontrar.

Dos gatos negrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora