Bloque dieciséis

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―Lo siento amiga ―Dijo la amiga morena de Marinette.

Hoy era de esos días en que el soló presenciar una cosa puede romperte el corazón en mil pedazos.

En el parque de la ciudad se encontraba un Adrien sorprendido al escuchar la confesión de Lila, una chica con la cual últimamente había convivido demasiado.

Marinette y Alya pasaban una linda tarde de amigas hasta que presenciaron aquella escena.

Ella juro haber escuchado a su corazón caer como si de una pieza de porcelana fuera y se rompiera en millones de pedazos que difícilmente pudiera recoger.

"Las lágrimas no deberían venir" Entonces lentamente comenzó a doler su pecho, la herida había sido peor de lo que imaginaba.

Trato de despedirse amablemente de sus sentimientos por el rubio, pero tal parece que de todas maneras la historia tuvo su curso olvidándose de sus sentimientos.

¿Cómo terminar una historia que nunca comenzó?

"¿Cómo pude ser tan tonta?" Se dijo por última vez a sí misma y salió corriendo de aquel lugar.

No pudo aguantar aquel nudo tanto tiempo y sus piernas flaquearon al cerrar la puerta de su hogar.


Felix amarro su corbata y se miró por última vez en el espejo.

Podía sonar ridículo el salir con una chica, vestirse formal y llevar un girasol.

Se había encariñado de aquella chica, aunque su amigo James tratara de hacerlo confesar que le gustaba esa chica no lo admitiría. Esto no lo consideraba amor todavía.

Una cuadra más y llegaría a la panadería, sin en cambio vio a un lado de la calle caminar a una chica de coletas que parecía conocida.

Manejaba suavemente viendo con atención cada una de las facciones de la chica. Sin duda era esa Marinette que nunca imagino ver caminar pesadamente. Podría confundirse con una niña pequeña que el viento impidiera a sus pequeños pies dar un paso más.

Vio por ultimo como entraba dentro de la panadería y él salió rápidamente del auto. Al estar frente a la puerta pudo escuchar a aquella chica sollozar. Tocó fuertemente la puerta y esta abrió con los ojos llenos de lágrimas.

―¿Qué quieres Felix? ―Le hablo la chica por primera vez de forma cortante.

―Tratando de dejarte las cosas claras.

―¡¿De qué diablos hablas Felix?! ¡No estoy de humor para tus bromas! ―La chica le contesto de forma exaltada.

―No soy una persona que se preocupe por los demás. Caes y pasare por encima de ti. Soy una persona de mierda que escupe más mierdas a las personas y tú eres una estúpida chica demasiado inocente y amable para mal ―Felix hablo con normalidad sin importarle el humor de la chica.

Ella estuvo a punto de cerrarle la puerta en la cara, pero él fue más rápido y evito con su brazo que la cerrara.

―Te rompes como vidrio y yo no dudare en tirar esos pedazos de sentimientos ¡Piensa en ti por una vez y aprende a valorarte! ―La tomo y sacudió fuertemente de los brazos.

―¡¿Tu cómo puedes comprender como me siento? ¡El pensar que tienes una oportunidad con alguien para darte cuenta que solo desperdicias tu tiempo! ¡Lo desperdicias pensando en él, soñando con recibir una llamada o mensaje de él! ¡Desperdiciar aquellas mañanas en que te poner nerviosa y tratas de armarte de valor para decirle un "Buenos días! ¡Pero ahora vez que esa persona probablemente acaba de encontrar a otra! ¡¿Tu cómo diablos vas a saber cómo me siento? ―Marinette había levantado la voz y al terminar Felix la atrajo hacía su pecho abrazándola fuertemente.

Felix no sabía porque de repente le habían dado ganas de llorar junto a ella.


La seguía callado, como si solo caminar a su lado bastara, mientras Marinette sin darse cuenta ya estaba frente de Marché aux Puces. No se dio cuenta de cuando fue el momento en que una enorme sonrisa apareció en su rostro por recordarse hace algunos años en este lugar.

Sus padres venían a Marché Biologique Raspail a comprar los ingredientes más frescos y de mejor calidad para su panadería. Sin embargo ella amaba más el otro mercado porque podía encontrar bellísimas telas a buen precio, pero las cosas habían cambiado y ella en bastante tiempo no había venido.

Tomo la mano de Felix inconscientemente y lo arrastro dentro de los puestos de este lugar.

Sin duda alguna este era el espacio favorito de Marinette, parecía una pequeña niña emocionándose por todo. Felix no podía evitar de vez en cuando sonreír al verla.

A los ojos de Marinette llego una hermosa lana color azul grisáceo que por alguna razón le recordaba a su prometido.

―¿Puede mostrarme aquella lana ―Pidió al vendedor.

―¡Claro que si señorita! ―El vendedor se la entregó en sus manos y Marinette comenzó a acariciar la tela, no podía dejar de imaginarse lo cálida que sería.

―¿Para qué quieres esa lana? ―Pregunto con curiosidad Felix.

―Para tejer ¿No es obvio? ―Respondió divertida.

Pronto vendría en invierno y no le diría que le haría un regalo.

Pronto vendría en invierno y no le diría que le haría un regalo

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Quiero darles las gracias por haberme apoyado desde el comienzo con este proyecto.

Nunca pude haberme imaginado todas estas muestras de cariño y apoyo que me han dado en tan poco tiempo que a pesar de ser un poco difícil han estado ahí pendiente de mí.

No hay manera de pagarles todo esto ¡Los amo!

Bueno, he visto que muchos escritores hacen una convivencia entre lectores y personajes así que ¿Por qué no?

Pueden preguntar lo que quieran a cada personaje y tratare de juntar las preguntas para contestarlas :)    


Les mando mil besos y un cataclismo 7u7

Dos gatos negrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora