No recuerdo la ultima vez, que me sentí más intrigada y un poco ansiosa. Aun no se que habrá traído a Eidrian a mi habitación. Tiene que ser algo importante ¿Qué será? ¿Algo malo? ¿Algo bueno?
Si no estuviera en shock, tendrían mil y una especulaciones. Pero ahora, justo ahora. Estoy esperando que sea lo que sea que vaya a decir, lo haga ahora y pare con la ansiedad e intriga que me esta comiendo por dentro.
Claro, eso sin mencionar, que estoy envuelta en una toalla y él completamente vestido, en eso tiene ventaja pero, él esta en mi habitación, y si se le ocurre insultarme o decirme alguna de sus tonterías. Lo echaré de inmediato.
—¿Qué querías decirme?—Pregunto algo impaciente, mientras sostengo la toalla con fuerza.
Él suspira y se pasa las manos por el cabello, se le nota algo tenso. Después de unos segundos que parecían horas, me mira fijamente a los ojos.
—Verás... desde que llegaste aquí, me has causado más que problemas.—Empieza a hablar y parece estresado.
Si él solo vino aquí para decirme que le he causado problemas en los tres días que llevo aquí es un imbécil aún mayor. A mi no me importa que piense él de mi. Y a él no le importa que piense yo de él. Y creo que esos puntos ya los hemos dejado más que claros. Así que si de verdad eso fuera un problema, lo ideal sería que se mantuviera alejado de mi, y no me moleste ni a mi, ni a Carol, y así tampoco tendría que estar yo cerca de él causando más problemas.
—Si solo viniste a decirme que me odias. Yo igual. Así que adiós.—Digo y señaló la puerta.
—No vine sólo a eso. Está claro que tu no me agradas a mi, y yo tampoco a ti, pero esto va más allá de eso preciosa.—Dice y yo limito a mirarlo con el ceño fruncido.
—Adelante habla, no tengo toda la noche para escucharte.— Lo ánimo a que prosiga, aunque se que se esta tomando su tiempo, para pensar lo que dice. Y más le vale que lo haga. Porque como me salga con una burrada... lo saco a patadas de aquí literalmente.
—Saltando lo malo que has causado desde que llegaste..., pasemos a lo importante.—Suelta un suspiro y se queda callado.
—Ajá.—Le digo para que continúe ¿Este chico necesita que diga algo cada vez que habla para que continúe?
—¿ Por qué me odias?— Pregunta y me toma por sorpresa. Yo lo miro con los ojos muy abiertos ¿cómo? ¿qué dijo? Estoy soñando. En serio sólo vino para preguntar porque lo odio. ¿Acaso no es obvio? Pero bueno si él quiere que le de detalles. Yo no me negaré. Un gusto, decirle que es un imbécil.
—Primero, no te odio Eidrian, te conozco hace tres días. Pero si me preguntas por qué me desagradas pues es Porque... eres grosero, porque te crees el rey del mundo y que puedes mandar a quien sea, porque tu y tu pandilla molestan a Carol y porque un momento llegas a ser casi amable, y luego sacas tu lado podrido, donde tratas como la mierda.—Digo y creo que me he quitado un gran peso de encima al decir todo eso. Me siento bien. Pero él hace una mueca de dolor, como si de verdad le fuera afectar lo que le dije.
—¿Consideras que soy una mala persona?— Pregunta, y otra vez me quedo con la boca abierta. Esta dando a entender que le importa mi opinión.
—¿Estas borracho? ¿Has bebido? ¿Tienes fiebre? ¿Donde esta Eidrian? —Pregunto riéndome, pero en serio ya me esta preocupando.
—No, no y no. Ahora responde.—Me presiona y yo suspiro.
—Bueno... yo casi no te conozco, pero en lo poco que he convivido contigo. Yo diría que eres una persona difícil de tratar. Nadie es mala persona.—Le soy sincera.
—¿A si que difícil? Osea que no me odias.—Dice con egocentrismo, ya volvió el idiota.
—Yo no diría eso. Igual ¿a ti por qué te importa lo que yo piense de ti? Creía que eras el chico malo, que no le importaba nadie mas que él. Bueno en parte es cierto eso ¿no?—Le pregunto mientras me cruzo de brazos.
—En parte.—Dice y sonríe de lado.
No se porque, mi lengua y mi boca decidieron actuar por ellas mismas y decir algo que no deberían decir.
—¿Y tu me odias? —Pregunto con voz baja y temblorosa. ¿Qué me pasa? Y ¿Qu'w me importa lo que piense él?
Eidrian se queda un momento mirándome, parece que recorriera mi cuerpo con sus ojos. Relame sus labios cuando noto que me mira a los ojos y me responde.
—No te odio. Solo eres muy irritante y siempre quieres llevar la contraria.—Responde, para acto seguido dejar de mirarme y agachar su cabeza.
—Lo siento, soy así. Le guste a quien le guste— Replico con una sonrisa torcida.
Nuevamente se queda callado por un momento, como si pensara que va a decir.
—¿Te puedo pedir algo?—Me pregunta, parándose de la cama y avanzando hacia a mi.
Mientras veo como poco a poco va avanzando hasta llegar a mi, siento mi cuerpo nuevamente arder, un calor intenso se hace presente en la habitación, como si no fuera tomado una ducha helada.
Tengo mis labios entre abiertos cuando él se pone justo en frente de mi, haciendo que nuestras respiraciones choquen, espero no ser sólo yo la unica que siente un calor intenso, pues así no lo quiera pensamientos oscuros se apoderan de mi, de solo pensar que tal vez con unas palabras o un movimiento esto podría pasar a ser otra cosa, en la que terminemos ambos involucrados... Una parte de mi lo quiere, mi cuerpo lo quiere, pero sé que mi mente no esta de acuerdo, no sería razonable, ni bueno.
No te vas a acostar con él.
Me salgo de mi trance y lo miro a los ojos, y como él es claramente más alto tengo que elevar mi mirada bastante.
—Quiero... que te alejes de mi. O te haré la vida un infernal.— Me amenaza y se va a paso lento hasta la puerta. Cuando llega ahí la abre y agrega.—Lo digo en serio, no te quiero cerca de mi.—dice y se va azotando la puerta.
En cuanto dice todo eso, mis fantasías sexuales se van directo a el suelo, y una gran decepción me deja parada en el mismo lugar por un largo tiempo. Lo peor es que pensé en hacerlo con él, cuando el tipo quiere que me aleje de él.
Ahora la estúpida soy yo.
No puedo creer aún su amenaza, porque eso fue, una maldita amenaza.
Contrario a lo que dice parece que si me odiara, porque para no quererme cerca y haberme amenazado hay algo de fuerza mayor. En fin, importancia a lo importante, y él no es importante. De igual manera las cosas no se quedarán así, no permitiré que se salga con la suya, que crea que puede dar una orden y yo deba cumplirla.
Te arrepentirás de tu amenaza, a partir de mañana. Empieza el juego.
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Amor Tóxico #1 |Terminada| Editando
Novela Juvenil-Te podré dañar de mil formas, y aún así volverás a mí.- Cristal se drogada, Eidrian competía en carreras y peleas clandestinas. Sus caminos se cruzan y ambos vuelven a sus malos hábitos... ¿por qué? Peleas, pandillas, fiestas, drogas, guerra entre...