Sky Roden, no hay mucho que decir, es simplemente ella. Sin querer se verá envuelta en oscuros secretos, que pondrá en peligro su futuro.
-Eres mía, amore. -Susurró en su oído con voz ronca, sosteniendo fuertemente su cintura y apegándose a ella. E...
La puerta de mi habitación terminó destrozada. Tío Will entró junto a tía Tessa. Ella corrió a abrazarme y cubrir mi cuerpo con una manta mientras tío Will se acercó a Tyler propinandole un puñetazo.
Exclamé un grito y llanto a la vez para que ellos dejen de pelear.
—Pa...paren ¡YA! –Grité y tía Tessa me abrazó cubriendo mi vista.
Vi como Tyler iba retorciendose y como su cuerpo cambiaba, sus huesos crujían como si se estuvieran rompiendo.
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Tío Will lo miraba amenazante sacando unos ¿colmillos? Si, colmillos, de su boca. O por dios...¿qué clase de monstruo son?
Di un grito ahogado y comencé a temblar hasta caer desmayada en los brazos de tia Tessa.
Pov's Tessa.
Tomé en brazos a Sky y la acosté en la cama. Me giré hacia el par de idiotas que aún seguían peleando y les lancé un hechizo para que ambos cayeran en un profundo sueño, y en su forma "humana".
Acomodé a Will en el sillón y a Tyler a su lado. Más tarde cuando ambos despertó en hablaría seriamente con los dos, en especial con Tyler, ese lobo no puede alterar el orden del tiempo con sus arranques de posesividad, y se lo dejaría claro.
Llamé a la jefa de la guardia principal para que me informe sobre los últimos hechos, al parecer alguien quiso inculpar a mi niña de algo.
En menos de 5 minutos, Lucy apareció en la habitación, con una posición de respeto hacia su reina, yo.
—Bien Lucy, ¿me podrías decir que esta ocurriendo, por favor? –Caminé hasta la sala con ella siguiéndome.
Nos sentamos en el sofá frente a frente y ella miró sus dedos nerviosa.
—Mi reina...al parecer tenemos a un brujo o bruja negra por estas tierras. –Tragó saliva con miedo.
Miedo de mi, ella y toda la guardia saben perfectamente que ningún brujo de esa clase puede estar cerca de Sky. Además ya había dado la orden de exterminar a todos ellos, habían roto el tratado de paz.
—Pensé que habían eliminado a todos. –Apreté los puños. —Necesito que lo encuentren y lo lleven al palacio, le daré un castigo por meterse con mi niña. –Hablé firme pero sin sonar mandona, no soy una reina tirana.
Ella hizo una mueca en su rostro y suspiró frustrada.
—Eh...hay un pequeño problema, mi reina...–Miró al suelo. —Ese brujo o bruja dejo un mensaje. –Sacó una pequeña nota la cual me entregó. –Lo encontramos en la habitación de la señorita Annie, estaba sellado con un hechizo.
