Pov's Dereck.Estaba sentando en uno de los grandes sillones junto a mi manada, conversábamos sobre asuntos triviales mientras bebíamos, el alcohol no tenía ningún efecto en mi, las ventajas de ser un lobo.
Tenía a Scarleth sentada en mi regazo. Debo admitir que tal vez hace un mes me hubiese gustado este panorama de sus bronceadas piernas y sus grandes pechos, pero ahora, el tenerla aquí no producía ningún efecto en mi, y mi lobo aullaba asqueado por su presencia.
Solo podía tener en mi cabeza a una sola persona, la chica de labios rosados y carnosos, ojos azules electrizantes, cabello castaño y cuerpo de diosa, Sky, mi dulce Sky.
Cuando la vi por primera vez saliendo del salón de biología no pude evitar quedar embobado por ella, su sola presencia y su olor a vainilla y bosque fresco, me atrajeron de una manera única.
Mi lobo aullaba de felicidad al encontrar a nuestra mate, y la diosa luna no pudo bendecirme más al enviarme alguien tan hermosa como ella.
Decidí buscar un momento en el que estuviéramos solos para reclamarla como mía, la vi en el estacionamiento y supe que era mi oportunidad.
Me acerqué sigilosamente a ella, la tomé de la cintura y olisquee su cuello, embriagandome con su aroma.
Su actitud desafiante me enfureció y a la vez me excitó, nunca nadie se había resistido a mis encantos, la mayoría de chicas aquí morían por una noche en mi cama, pero desde que la vi solo tengo ojos para ella, soy suyo.
Pasaron los días y decidí darle un poco de espacio, ya habría tiempo de reclamarla como mía. Ahora debía ayudar a Tyler a debatir los límites en una manada vecina.
Mientras fantaseaba con su cuerpo debajo mío, gimiendo mi nombre, sentí su típico olor combinandose con el olor de otros lobos y de humanos sudando en la fiesta, ella estaba aquí, y era mi oportunidad de atacar.
Quité de mi regazo a Scarleth en contra de su voluntad y me paré buscándola con la mirada.
La música de pronto paró, en el centro de la pista se armó un alboroto al cual no le presté atención, tenía que encontrarla.
Seguí buscando hasta que la música volvió a sonar y sentí su olor alejándose de la fiesta, corrí afuera y entre la oscuridad logré divisar un auto, ella estaba dentro, el auto arrancó y quise transformarme en lobo para perseguirlos pero George Harries, mi amigo, me detuvo.
—No cometas una locura, Dereck, alguien podría verte, hay muchos humanos en la zona. -Me miró intentando convencerme cosa que no estaba logrando.
—Es mi mate George y debo protegerla . -Esperé furioso. —¿Quien mierda se la llevó? -Apreté los puños furioso al no poder hacer nada por ella, aun.
—Fue Tyler, al ser el alpha su misión es alejar a los humanos de los lobos, más si son de nuestra manada, tranquilo hombre, es tu hermano, ella estará bien. -Palmeó mi espalda y suspiré resignado.
Estúpido Tyler y sus "reglas" de no poder transformarnos frente a humanos. Yo debería estar ahí con ella y no él, así sea mi hermano, no quiero a ningún hombre cerca de mi chica.
—Vamos adentro y averigua lo que pasó ahí, quiero al imbécil culpable del alboroto en el despacho de Edward, estaré ahí. -Rugí furioso y caminé dando grandes zancadas ignorando al resto, entré al despachó y azoté la puerta.
Pov's Sky.
Sus labios encajaban a la perfección con los míos, sus brazos rodearon mi cintura atrayendo mi cuerpo hacia él, intentó introducir su lengua en mi cavidad bucal y algo hizo click en mi, mi cerebro reaccionó y lo empujé alejándolo de mi, tenía la respiración entrecortada y los labios hinchados.
—¿Qué fue eso? -Lo miré sorprendida por su actitud, jamás pensé que el se comportaría tan...animal.
Tenía el semblante más relajado y un brillo singular en sus ojos, que ahora eran azules.
—Nena, no quiero verte cerca de otro hombre, nunca. -Murmuró con voz ronca viendo fijamente a mis ojos, este tipo si que intimidaba.
—No puedes prohibirme cosas...es más. -Tomé aire y hablé más fuerte. —¡No puedes tomarme como si fuera un objetivo! -Grité aún cabreada por su actitud.—No eres mi jodido novio, y te agradezco por ayudarme con el tipo de la fiesta pero...-Callé al ser interrumpida por él.
—Escucha, seré claro y solo lo repetiré una vez, tú, eres mía, y solo yo, puedo poner mis manos en tu cuerpo. -Hizo una pausa y continuó. —Si cualquier otro hombre se atreve a fijar sus ojos en ti, le arrancaré la cabeza. ¿Comprendes? -Me miró furioso y sus ojos volvían a cambiar de color, empiezo a sospechar que él no es normal. —Te quiero, y solo para mi. -Susurró lo último con un singular brillo en sus ojos, intentando ocultar su sonrisa.
Me estremecí ante sus palabras, su forma tan dominante de reclamarme como suya, supongo que al ser un chico rudo no sabe expresar sus sentimientos, pero ¿qué mierda estoy pensando? ¡Nadie se enamora de otra persona en una semana! él y su hermano tienen un serio problema de autocontrol y de posesividad, presiento que esto me traerá problemas en un futuro bastante cercano.
—Tu-tus ojos...-Susurré asustada por su semblante. Me apegué lo más posible a la puerta en intenté abrirla fallando.
Cerró los ojos por un momento y al abrirlos volvieron a ser azules como el cielo, acercó sus manos a las mías y las tomó acariciandolas con delicadeza.
—Tranquila, puedo oler tu miedo, y yo jamás te haría daño, debes confiar en mi, encanto. -Besó mi frente y entrelazó sus dedos con los míos. — Ahora te llevare a tu casa y el lunes habláremos ¿si?
Al oír sus palabras un gran alivio se sembró en mi interior, creía en sus palabras, pero la sensación del miedo o quizás la sorpresa aún estaban ahí.
—No tenemos nada de que hablar, solo...solo alejate de mi, yo no soy tuya, Tyler. -Pronuncié las palabras pausadamente para no hacerlo enfadar nuevamente.
—Lo eres, si que lo eres, y basta de charla, tienes que descansar. -Rugió murmurando más para su mismo que para mi.
Encendió el auto y arrancó dejándome en mi casa sin murmurar ninguna palabra en todo el trayecto.
Luego de darme un baño y ya acostada en mi cama medité todo lo que había pasado, Tyler tendría que darme una explicación, sus ojos no son normales y dudo que sea la insolación.
Por otro lado, no podía quitar la sensación de sus labios sobre los míos, toqué mis labios acariciandolos, él era tan raro, pero besaba tan bien. Con ese pensamiento caí en los brazos de morfeo, temiendo la llegada del lunes.
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En multimedia Annie Marshall.
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Eli. 💕🌛
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Black Brother's ®
WerewolfSky Roden, no hay mucho que decir, es simplemente ella. Sin querer se verá envuelta en oscuros secretos, que pondrá en peligro su futuro. -Eres mía, amore. -Susurró en su oído con voz ronca, sosteniendo fuertemente su cintura y apegándose a ella. E...