Sky Roden, no hay mucho que decir, es simplemente ella. Sin querer se verá envuelta en oscuros secretos, que pondrá en peligro su futuro.
-Eres mía, amore. -Susurró en su oído con voz ronca, sosteniendo fuertemente su cintura y apegándose a ella. E...
Allí parado frente a nosotros se encontraba él. Tan imponente como lo recordaba, con una mirada furiosa dirigida a mi, sabía que se estaba conteniendo para no lanzarse encima mío y desgarrar mi garganta.
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Con la respiración agitada, comenzó a olfatear el ambiente. Sus ojos fueron a parar justo en mi prima.
Johana sujetaba fuertemente mi mano, la apretaba tanto que causaba cierto dolor. Su rostro estaba tan blanco como el papel, nada bueno ocurriría.
—Así que durante todo este tiempo quisieron verme la cara de imbécil. –Dereck habló con una sonrisa cínica y con el rostro enrojecido. —Ustedes pensaron que podían burlarse de mi ¿cierto? –Miró al suelo y luego a mi. —Lobos, encarcelen a la bruja, AHORA. –Rugió.
Detrás de él entraron unos 5 chicos que había visto un par de veces en la manada de Tyler, ellos ni siquiera me miraban, solo intentaron tomar mis brazos para "encarcelarme".
—Alto ahí, el alpha soy yo, y nadie toca a mi mujer ¿ENTENDIDO? –Gritó Tyler colocándose frente a mi.
No entendía el porque Dereck quería encarcelarme. Supongo que es por herir su orgullo, pero vamos, esa no es razón suficiente, él en cambio me obligó a fingir. Además yo soy humana, como mi madre, o eso creo.
—Te equivocas Tyler. –El alpha Thomas entró a mi casa acompañado de mas chicos, supongo que su guardia. —El alpha soy yo y esta chica. –Me miró despectivamente.— hechizó a tu hermano haciéndole creer que era su mate, tal como su tía, es una bruja, y merece la muerte, por traición.
Y ahí es cuando entré en shock total, me estaba acusando de algo que es imposible para mi, ¿Porque?
—¿DE QUE DEMONIOS ESTÁ HABLANDO? Yo no hice nada, yo ni siquiera puedo hacer un puto hechizo, ¿Para qué lo haría? –Estalle en rabia.
Jamás dejaría que me acusen injustamente de algo que no cometí. Por muy alpha que sea, no permitiré que haga lo que quiera conmigo, esto solo retrasa mi venganza.
El alpha Thomas, ignorando mi grito, habló dirigiéndose a tía Tessa.
—Sabes como son las leyes Tessa, ella debe pagar su traición, con sangre. –Hablo serio.
Viejo sádico, no dejaría que ellos impidan mi venganza, ¿Dónde esta mi padre cuando lo necesito? Pensé.
—Antes de decidir su castigo primero se debe ir a juicio, y presentar pruebas. –Tía Tessa se paró a mi lado y tomó mi brazo. —Nadie se la llevara de aquí.
Una risa seca resonó en todo el silencio que se había originado luego de la batalla de miradas entre tía Tessa y el alpha sádico.
—Por muy reina que sea no va a poder evitar que su sobrina adoptada muera en la hoguera, tenemos pruebas. –Sonrió con autosuficiencia. —Y tu. –Señaló a Johana. —Te vienes conmigo a la manada, es una orden.
