James Pov.
Una vez hube cerrado con llave la puerta de mi habitación cerciorándome de que esta no se pudiese abrir tan fácilmente, me acosté en la cama exhalando con gran potencia mientras dejaba que mi mente se fuera a divagar un rato en tantos pensamientos que se me habían acumulado toda la semana. Había sido dura de eso estaba más que seguro, insistentes chismorreos, problemas en la casa; muchas cosas por demás fastidiosas e irritantes.
Además que con Alexis la situación está terriblemente mal, no he podido aclarar las cosas con él, por lo que pasó la semana pasada con Sofia y sus insinuaciones que terminaron en besos lastimosamente vistos por el chico que ahora parecía gustarme. Yo soy muy claro cuando siento algo por alguien, no me gusta ocultarlo pues me parece estupido el negar lo que es evidente, su cercanía, su forma de ser, ver cómo se sonroja porque está avergonzado o enojado; el dulce sabor que tienen sus labios, y el maravilloso color de sus ojos que siempre me hace acelera el corazón cuando lo tengo cerca. Pensar en apartarlo, alejarlo de mí simplemente no me pasa por la cabeza. Es como si la ira se apoderara de mi cuerpo cuando pienso en que eso podría pasar.
Desordené mi cabello frenéticamente una vez más, había perdido la cuenta de cuentas veces lo había hecho ya. Pero no encontraba la forma de tranquilizarme y pensar en otra cosa que no fuese el ojivioleta y entonces recordé lo que sucedió días atrás.
Salí del salón para dirigirme a la cafetería como habitualmente hacia, pero una persona se encargó de detenerme a medio camino, era la chica que hace días había estado buscándome para conversar sin éxito gracias a que estábamos muy ocupados como para vernos. Sofia, desde lo que pasó en el viaje parece querer a volver a tener algo conmigo, y de eso estoy totalmente en desacuerdo porque sé lo obsesionada que es, pero no parecía captar el mensaje queda trataba de transmitirle.
Sonrió pícaramente mientras atrapaba mi brazo con el suyo y me guiaba a quien sabe donde.
-Que gusto verte James, me hacia tanta falta tener a alguien tan guapo a mí lado -Musitó dejando que su aliento recoriera mi oreja.
-Sofia, por favor dame espacio personal -Le dije echándome un poco más hacia atrás.
Torció los labios indispuesta a soltarme y por el contrario me apresó más a ella.
-¡No seas así! ¡quiero tenerte más cerquita! -Pidió quejumbrosamente.
-Sofia no po... -No pude seguir con las quejas que pensaba darle, porque sin ningún permiso se coló en mi boca robándome un «apasionado» beso.
No se sentía para nada bien, no me gustaba al decir verdad. y eso, me parecía muy extraño porque a pesar de que la chica no me gustara si estaba buena un beso me haría ceder y olvidarme de ese pequeño detalle. Sin embargo esto no parecía ser así y eso me molestaba porque sólo significaba una cosa; alguien habia logrado capturar mi corazón y el imaginarme la cara de aquella persona se me revolvía la cabeza, el estómago y el corazón.
No lo pensé más, sabía que no tenía que pensarlo más, tome sus hombros y la aparte bruscamente de mí para luego mirarla con desagrado y con eso demostrarle que no me había agradado en nada su beso.
-¿Qué pasa? ¿no te gustó?
-No -Respondí secamente-, Sofia tu no me gustas ya deberías saberlo.
-Si pero...
-Pero nada -Interrumpí tajante mientras chasqueaba la lengua. Cuanto me había disgustado todo esto-. Ya no me busques, no quiero nada contigo por eso soy directo; aunque contigo siempre toca a las malas.
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Eres todo un Reto(Yaoi)
RomantizmDaemon Steel un joven de 17 años de edad, tranquilo, serio y poco sociable. Él solo se concentra en estudiar, ser el mejor en clase, no le interesan las relaciones ni pretende tener alguna. Es muy popular con las chicas y a pesar de eso no se da el...