Alexis Pov.
Mis padres iban a salir por lo tanto no tenía nada que hacer, quedarme en casa solo no era una opción para mí. Después de pensarlo durante un buen tiempo decidí ir a la cafetería.
Al llegar me encontré principalmente con Mirian atendiendo como es habitual, a su grupo de amigas que siempre vienen a la cafetería a hablar de sus cosas raras. Las saludé a todas apenas ingresé al lugar.
Me senté en una de las mesas cerca de la ventana, como es de mi preferencia. Pedí una taza de café y comencé a beberla mientras observaba a las personas de mi alrededor. Había tenido una larga semana. Pero lo más interesante de esta, fue lo que sucedió con Daemon y Erick. Dibujé una sonrisa al recordarlo. Quien sabe que habrán hecho después de reconciliarse.
Dejé la taza en la mesa con cuidado cuando a mi mente llegó el recuerdo de lo que trate de hacer hace unos días atrás. James y yo estábamos en su casa, más específicamente en su cuarto; nos besábamos con mucha pasión a decir verdad. La cosa se había subido de tono, sin embargo, cuando estaba apunto de pasar él se detuvo como si algo le dijera que no continuase. Eso me hizo sentir mal porque muchos cuestionamiento se me hicieron presentes. No puedo dejar de pensar que el problema soy yo.
Suspiré. Regresé la taza a mi boca y terminé de beber su contenido, después me levanté de la mesa para pagar e irme. Cuando estuve afuera opté por ir a otro sitio. Caminé por unos minutos sin destino alguno hasta que a mitad de camino me encontré con una persona.
Esa persona que hace bastante tiempo no veía, y la verdad no espere volverlo a ver.
Su apariencia siempre era igual. Estaba usando una camisa holgada con unos pantalones ajustados, tenis y se había cortado el pelo al parecer. Pero esto no le quitaba lo atractivo, mostraba que no importaba lo que se hiciese todo le quedaba bien.
En ese instante su mirada se encontró con la mía. Me quedé tieso al ver como me sonrío y comenzó a acercarse a mí.
-Vaya, vaya. Pero si es mi cuñadito.
No respondí a su extraño saludo. Observarlo era lo único que se me daba por hacer.
-¿Cómo estás? -Preguntó acortando un poco más la distancia.
-Bien. -Respondí, hablando por primera vez en el momento.
-¿Quieres caminar? -Inquirió él, mostrando una radiante sonrisa.
Pienso que el efecto de su sonrisa hizo que no pudiera negarme a su propuesta. Simplemente asentí provocando que sonriera aún más. Agarró mi espalda y me empujó un poco porque al parecer yo no me estaba moviendo.
Caminamos un buen rato por el lugar cerca hasta que finalmente llegamos al estacionamiento, ahí vimos unas bancas y nos sentamos para seguir hablando de trivialidades. Nada importante en realidad.
-Comenzaré a trabajar en la empresa de mi padre el próximo año. Si James le dedica buen empeño a la universidad. Tal vez estemos en el mismo trabajo -soltó una pequeña risa.
-¿A ti te gusta el trabajo de tu padre?
Al preguntar eso me di cuenta de que ya tenía más confianza con Drake. También de que lo juzgue mal, no es tan presumido como su físico lo pinta.
-Por supuesto. Espero heredad esa empresa.
Sonreí. Me agradan las personas que tienen un objetivo en la vida.
-¿Y tú que quieres estudiar Alexis?
-Botánica -respondí enseguida. Si algo adoro yo son las plantas.
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Eres todo un Reto(Yaoi)
RomanceDaemon Steel un joven de 17 años de edad, tranquilo, serio y poco sociable. Él solo se concentra en estudiar, ser el mejor en clase, no le interesan las relaciones ni pretende tener alguna. Es muy popular con las chicas y a pesar de eso no se da el...