#28 El tiempo juntos Parte II

538 47 4
                                    

Daemon Pov.

Apenas estuve seguro de que no había nadie cerca en la sala, agarré del brazo a Erick y lo saque de su casa sorprendiéndolo en el acto, corrí con él hasta llegar a una calle que se encontraba lo suficientemente sola como para hablar tranquilamente con el chico que traía atónito en mis manos. Se quedó observandome sin decir una sola palabra, su cara estaba algo pálida y tenía los ojos levemente cristalizados con las mejillas rojas, en el fondo sabía que él se sentía mal por lo que había sucedido hace unos minutos, no pude soportar verlo un segundo más así. Impulsado por todo el aprecio que le tengo, lo abracé fuertemente dejando que se fundiera en mi cuerpo.

En ese momento sentí como su cuerpo dejaba salir unos tenues temblores, hasta el punto de escuchar los sollozos en mi hombro junto con sus dedos crispandose en mi camisa. Acaricié su cabello apretándolo con más fuerza a mi pecho, me sentía muy mal. Yo sabía que no era mi culpa pero aún así me sentía culpable, culpable por el hecho de que debí esperar más para conocer a sus padres... Pero mis malditos impulsos y deseos no me dejaron ver, que no todos eran como mi madre, que no todos aceptarían lo nuestro como si fuera lo más normal del mundo.

¿Por qué? ¿es un pecado amar? Yo no estoy haciendo nada malo, sólo estoy amando ¿y qué si es otro chico? ¡lo amo tanto! ¡Eso ya es lo que menos me importa! ¡Eso no me importa!

-Erick... -Lo abracé con más fuerza-. Perdoname, todo esto es mi culpa...

Rápidamente se apartó de mi lado y negó frenéticamente con la cabeza, las lágrimas aún salían pero ahora tenía el ceño fruncido.

-¡Claro que no es tu culpa! -gritó desconcertandome enseguida-. Tú no tienes la culpa de nada, la culpa es mía por no haber hablado antes, por no mostrar lo que soy antes... si tan solo fuera sido sincero desde el primer momento esto... esto no estaría pasando.

Volvió a dejar salir su llanto aunque esta vez con rabia incluida, los puños que comenzó a proveer al piso eran tan duros que comenzaba a lastimarse. Lo detuve enseguida y miré reprobatorio, acaricié sus manos con suavidad y luego las bese mientras lo miraba detenidamente. Sus ojos parecían jade con la luz de la luna y el brillo que le habían regalado las lágrimas los hacía ver hermosos.

-Tenías miedo... -Susurré contra su oreja-, tenías miedo de que no te aceptaran tus padres y lo entendía, pero no me puse a pensar en eso, termine por volverme un egoísta que sólo pensaba en complacer ese capricho mío... lo siento mucho Erick.

El chico junto a mí sólo se dedico a obvervarme con fijeza, su mirada era penetrante y a la vez tan dulce que me provocó un aceleramiento al corazón, esto que sólo me hace sentir él.

-Daemon yo...

-¡Erick! Prometo que haré a tu papá cambiar de opinión sobre nosotros, pero por favor no tomes una decisión apresurada -Me aferré a sus manos suspirando gravemente, sentí como una lágrima se deslizaba por mi mejilla. Lo miré directamente a los ojos, los cuales me miraron sorprendidos-. No puedo vivir sin ti, te amo tanto...

Tomandome por sorpresa fue turno de él para abrazarme fuertemente, regalándome todo el calor de su cuerpo, haciendo latir cada vez más fuerte mi corazón.

La noche comenzó a tornarse más bonita que antes, y sentir el respirar calmado de Erick sobre mí pecho era una de las mejores sensaciones de mi vida, tanto como cuando lo beso.

-¿Quieres hacer algo ahora? -Pregunté, tratando de cambiar el tema, y que así se olvidara de lo sucedido minutos atrás.

Negó lentamente con la cabeza para acto seguido ponerse de pie.

-Creo que lo mejor es que hablemos mañana, voy a ver si puedo hablar con papá. Aunque lo dudo -Sonrió con amargura, mientras caminaba en dirección de regreso a su casa.

Eres todo un Reto(Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora