Corrí de un lado a otro en mi habitación, pensando si era buena idea salir de esta. Estaba consciente de que Martín se encontraba abajo hablando y desayunando con mi madre, pero ciertamente no quería darle la cara, tenía que mantener mi palabra de no querer verlo en mi casa ni saber absolutamente nada de él. Sin embargo también soy consciente de que debo pasar por la sala si quiero llegar a la puerta para salir.
Respiré profundamente y seguido de eso abrí la puerta de mi habitación, bajé a paso lento, justo como lo había pensando él sí estaba ahí y muy cerca para ser exactos.
—Daemon que bueno que decidiste bajar —susurró, dejándome escuchar su voz. Aquella que hace mucho no escuchaba y no pensé volverlo hacer—. Tú madre preparó tu desayuno favorito, entonces quería saber si tú...
—Dile que no tengo hambre y que ya me fui al instituto —dije tajante, saliendo a pasos veloces de la casa.
No iba a dejar que me respondiera con alguna clase de disculpas o pidiendo que lo escuchara, supuse desde que lo vi ayer, que quería hablar y arreglar las cosas conmigo. Pero se ha equivocado rotundamente porque aunque no lo parezca soy algo orgulloso y lo que él hizo años atrás es muy difícil de perdonar.
Pateé una piedra que estaba en mi camino hasta llegar al instituto, por suerte el clima daba buenas señales hoy, aunque no me sentía de buenos ánimos tenía que mostrarme tranquilo si no quería preocupar a nadie. Cuando llegué a la entrada de este pude divisar a Alexis junto James hablando en una de las esquinas, me acerqué a ellos y los saludé como es normal, miré a todos los lados en busca de Erick pero no lo vi. Eso me llevó a preguntarlo.
Sin embargo Alexis me dijo que todavía no llegaba.Espero su padre no lo haya castigado o algo por el estilo.
Decidí relajarme y hablar con los chicos un rato, después de todo ya tenía muchas cosas en la cabeza como para ponerme a meterle historias inexistentes. Un rato más tarde un auto se estacionó en la entrada del Instituto, un auto que conocía muy bien.
Erick salió de este de inmediato despidiéndose de su padre, apenas él se cercioró de que su hijo entrará al lugar terminó por marcharse. Erick soltó un gran suspiro cansado antes de apoyarse en uno de los barrotes que están cerca de la puerta, agachando la cabeza mientras parecía pensar en algo.
—Vaya, parece que no hubieras dormido en días —comentó Alexis, mirando más de cerca a Erick.
—Estoy muy cansado —suspiró el aludido—. Mi padre ha estado más pendiente de mí, creo que busca la manera de que me "enderece" por el buen camino —hizo comillas en las las últimas palabras.
Me acerqué a él, que de inmediato pegó su mirada en mi también. Me mandó una tenue sonrisa mientras se acercaba.
—Lamento lo de ayer —se disculpó antes de darme un beso en la mejilla.
Lo miré sorprendido por tan repentino acto. Pero sólo con eso logró reconfortar mi corazón.
—Que cursis —murmuró James.
—Mira quien habla —soltó un bufido Alexis.
Él y James se dirigieron a los pasillos perdiéndose por la segunda entrada del Instituto, me quedé solo con Erick como estaba esperando desde ayer. Pero algo en mi mente me contuvo de hacer cualquier cosa que tuviese planeada, no entendía que me estaba sucediendo, comencé a sentirme mal y mi cabeza se hizo un lío.
¿Qué era todo esto? ¿por qué pensaba en mi padre y Martín ahora? Me pregunté tapando media parte de mi rostro con la mano.
—Daemon, ¿estás bien? —preguntó preocupado, sabía que él lo iba a notar, pero no debía preocuparlo con mis problemas.
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Eres todo un Reto(Yaoi)
RomansaDaemon Steel un joven de 17 años de edad, tranquilo, serio y poco sociable. Él solo se concentra en estudiar, ser el mejor en clase, no le interesan las relaciones ni pretende tener alguna. Es muy popular con las chicas y a pesar de eso no se da el...