Sentí como alguien se removía en mis brazos lo cual provocó que empezará a abrir los ojos de mi tan delicioso sueño.
-Lo siento ¿te desperte? -Su cálida voz resonó por todos mis oídos.
Sonreí con ternura.
-Claro que no -Dije tomando su cuerpo y volviéndolo a pegar al mio.
Lo miré al rostro. Se veia tan tierno con esas mejillas ruborizadas, tenía el pelo algo desordenado y un poco de ojeras pero no era nada que lo hiciese ver mal.
-¿No tienes hambre? -Inquirí acariciando su mejilla.
-Un poco -susurró metiendo la cabeza más a mi pecho.
Era genial verlo tan vulnerable, tan indefenso. Pero estaba entre mis brazos demostrándome que me quiere, que me necesita y eso llenaba de felicidad mi ser.Después de un rato bañandonos y cambiándonos, salimos para recibir un poco de aire fresco. Erick se veía animado y tenía una sonrisa resplandeciente invadiendo su cara, lo cual provocaba en mi una inmensa alegría, eso indicaba que estaba feliz de tenerme a su lado así como yo. Me acerqué a él y tome su mano con delicadeza y la junte con la mía, entrelazando nuestros dedos.
Era su mano, ninguna otra, me hacía muy bien tenerlo cerca, saber que es solo mio.
Sin poder contener las ganas me acerqué a él y levanté su menton. Adore ver la expresión de sorpresa que hizo la cual me impulso a terminar dando un pequeño beso en sus labios. La brisa corrió y desordenó mi cabello, la liga que lo sujetaba salió volando pero no me importo. Yo solo quería aprovechar cada segundo de la bella vista que me ofrecía Erick.
-¿Chicos?
Diana se acercó a Erick con suma coquetería, no evite fruncir el ceño. Por su culpa él me soltó la mano de inmediato por miedo a que nos viera, pero yo quería que nos viera. Sí, que se de cuenta de que no tiene nada que buscar aquí, que ya perdió, y por un hombre.
-D-Diana ¡que gusto verte! -Saludó Erick con cara de todo menos de querer verla. Reí en mis adentros.
-Hola, me dijeron que no te sentías bien. Así que me escape de la actividad para venir a verte -Sonrío-, pero veo que no estás solo.
Me dio una mirada indiferente.
-Hola Diana -Saludé de manera sarcástica.
-Hola, Daemon -Ella hizo lo mismo.
-Bueno -intervino Erick- me alegra que te preocuparás por mi.
-¡Claro que lo iba hacer! Eres muy importante para mí.
Apreté la mandíbula. Esta chica es muy presuntosa.
-Bueno, espero verte de nuevo lindo -susurró.
La miré de reojo ¿qué había querido decir con eso?
-B-Bien...
Erick parecía procesarlo. Pero no le daba buena espina lo que ella decía y de eso me di cuenta por su expresión. Ella le hizo un par de coqueteos más y por fin se retiró.
La miré irse caminaba como diva, la verdad alguna vez pensé que había cambiado su manera arrogante de ser.
-Daemon, ya me siento mejor. Deberíamos ir a las actividades -sugirió.
-Suena bien -le sonreí- vamos.
Traté de tomar su mano pero la esquivó y trato de ignorar el tema, seguramente por miedo a los demás. No quería presionarlo así que no iba a reclamarle, pero me gustaría inspirarle confianza, eso me haría más feliz de lo que ya me encuentro.
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Eres todo un Reto(Yaoi)
RomanceDaemon Steel un joven de 17 años de edad, tranquilo, serio y poco sociable. Él solo se concentra en estudiar, ser el mejor en clase, no le interesan las relaciones ni pretende tener alguna. Es muy popular con las chicas y a pesar de eso no se da el...