#31 Sorprendente confesión

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Daemon Pov.

Una parte de mi quería patearlo y salir corriendo lejos de ahí, pero eso no era correcto sabiendo que ya había aceptado hablar con él. Por otro lado me sentía muy impaciente de estar solamente parado mirándole la cara ¿Qué acaso no pensaba hablarme? Era estúpido si hace unos minutos me lo estaba suplicando. Mi paciencia se agotaba haciendo que mi ceño se frunza, con eso le dejo más que claro que quiero que hable ahora o que callé para siempre.

-Lo siento yo... estoy nervioso -murmuró en voz baja, mirando a otro lado.

Rodé los ojos y crucé los brazos, era cierto que esto parecia difícil pero no esperaba tener ningún tipo de compasión con él, porque eso era lo que mostraba que quería.

-Mira Martín -carraspeé-. Viniste aquí a hablar conmigo, te estoy dando la oportunidad así que te pido el favor que te apresures y hables ahora o me voy.

Bajó la cabeza avergonzado, pude ver cómo se mordía el labio mientras jugaba con sus manos, seguramente para quitar los nervios que bastante bien se notaba tenía.

-Lo siento una vez más... -miró a un lado-. Quiero contarte todo lo que pasó el día del accidente de mi tío Germán... Porque sé que cometí un error al haberme ido y no explicarte nada.

Vaya que en eso si tenía toda la razón, cuando se fue de esa manera tan brutal ese día me hizo sentir terrible, no sólo porque comence a sospechar de lo que hizo, sino que también me demostró que no confiaba en mí para absolutamente nada y que le valía un pepino lo que le había acabado de pasar a mi padre.

Fue el día más duro de la vida, perdí a mi padre y al primo que siempre había querido, con el cual compartí momentos maravillosos e inolvidables. Recordar todo eso ahora mismo me estaba abrieron una vieja herida, aunque en definitiva ya estaba abierta; ahora es como si le echaran sal y limón para hacerme sufrir aún más.

-Bien, entonces te escucho -demandé cruzando los brazos.

Martín se estrujó las manos buscando calma, después de un largo suspiro se dedico a mirarme mientras se acercaba un poco mas a mí. Me dieron ganas de retroceder y evitar tener su presencia tan de cerca, pero me contuve porque había algo más importante en juego.

Erick tenía razón en todas sus palabras. Yo tenía mucha curiosidad de saber el relato de la historia por parte de Martín, algo dentro de mi no quería irse de este mundo sin saber siquiera la razón de porqué peleaban, la razón de porqué sucedió toda aquella tragedia que desde el día que pasó -hace tres años-, hasta hora, aún no sé la verdad de aquella discusión, la Raíz de todo el asunto.

-Bueno... comenzaré... -volvió a suspirar-. Es algo difícil, pero ya vasta de rodeos. Sucede que el día que salimos los tres a ese club de juegos yo estaba dispuesto de confesarle algo muy importante a mi tío... Algo que hasta el día de hoy aún me tortura, me causa malestar, atormenta mi vida -se detuvo al sentir que se deshacía diciendo todo aquello. No quería tenerle compasión, pero verlo así me hería algo el alma.

-Bueno -siguió, logrando desvanecer cualquier muestra de debilidad-, ese día me pareció el mejor para confesarselo, sin embargo... Cuando por fin tuve el tiempo de hablar con él se notó algo extraño conmigo cuando le pedí que necesitaba decirle algo. Por alguna razón parecía saber lo que le iba a confesar, por eso cuando salimos para hablar estaba todo tajante conmigo.

»Bueno, entonces salimos a la calle, sacando todas las fuerzas y el valor de mi alma se lo conté... no pensé que lo fuera a tomar de esa manera tan mal, tan terrible... estaba aterrado Daemon ¡No sabía que hacer! Él comenzó a gritarme sin dejarme decirle o explicarle nada. Fue ahí cuando empezó el forcejeo y entonces el se quiso soltar pero yo no podía porque vi cuando esa camioneta se acercaba, sin embargo él no me quiso dejar detenerlo y se soltó, tal vez te pareció que yo lo empuje pero no es así yo jamás lastimaría a las personas que de verdad quiero, yo no sería capaz de matar a mi tío y por eso cuando me acusaste sufrí demasiado y me dio miedo, miedo de darte la cara y confesarte todo... porque de cierta manera, si es culpa mía... por tener sentimientos errados.

Eres todo un Reto(Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora