Abrí los ojos al sentir que ya era de día, tenía todo un lío en la cabeza. Pero era de esperarse.
Besé a Erick en la boca, o mejor dicho nos besamos porque él también ayudó en eso. La situación se puso complicada no lo pude encontrar después de que corrí todo el lugar para buscarlo, fui al restaurante pero sólo me encontré con James que venía saliendo y estaba golpeado y supuse que había sido o por el empleado o Diana. Luego me confirmó que habían sido ambos lo cual me hizo reír, pero me dijo que Erick no pasó más por ahí. No pude darle la cara a Diana me sentía muy avergonzado y no por arruinar su cita, si no por el hecho de que James entrará para armar semejante escándalo y luego entrará yo para robarme a su cita. Sí, yo ¡un alumno ejemplar! Estaba dañando la paz de un humilde restaurante al cual ya no puede entrar el pelinegro de mi amigo.
Traté de llamarlo pero me mandaba a buzón le deje mensajes para que habláramos de ello pero no me respondía ninguno. Anoche cuando llegué me tocó ponerme a hacer ejercicio para gastar mis energías y que me diera sueño, y aunque me costo como tres horas logre conciliarlo.
Me senté en la cama y mire la hora en mi reloj de oso panda que tengo en mi velador. Es muy lindo me lo regaló Mirian en mi cumpleaños del año pasado. Eran las 11:30am vaya que cuando me duermo tarde lo más normal es levantarme tarde, por eso no me extraña en absoluto.
Me paré de la cama con pereza y comencé a buscar mis cosas para el baño, cuando tuve todo listo entre en la ducha dejando que el agua refrescará mi piel y sacara el estrés que se me estaba acumulando. Cuando agarre el champoo en las manos note que se había acabado, nota del día acordar a mamá que compre otro. Terminé el baño que bien si me hacía falta y después de cambiarme inmediatamente baje a desayunar.
Mamá miraba la televisión. Estaba embelesada (ya que estaban dando su novela favorita) me senté a su lado y le sonreí mientras me echaba en el sofá.
- Buenos días - saludé campante.
- Ya casi es buenas tardes señorito - levantó la ceja y se cruzó de brazos - ¿qué son estas horas de levantarse?
- Tenía mucho sueño - justifique mirando al otro lado.
- A mí no me engañas Daemon ¿anoche no pudiste dormir verdad?
- Hn no - exhalé con cansancio - no tuve una buena noche.
- Vaya ¿y eso por qué?
- Ayer besé a Erick y termino huyendo no contesta mis llamadas ni mis mensajes, y creo que está enojado por eso - confesé sintiendo que sacaba el aire.
Mi madre abrió lo ojos sin poder creerse lo que acaba de decir. Si bien soy muy sincero con ella, pero a veces ahí cosas que debo omitir para no dejarla traumada y creo que este era uno de esos casos. No creo que sea por el beso, tampoco por lo de las llamadas. Sé perfectamente que es porque es la primera vez que hablamos de esto.
- Wou - tragó grueso - nunca pensé que llegaría este momento - alegó con dramatismo.
Sabía que esto la traumaria, pero ¿qué puedo hacer? También soy nuevo en estas cosas cursis del amor.
Suspiré y me acomodé mejor en la silla, la miré con tristeza. La verdad no iba a ocultar lo que sentía, ella me dijo que siempre fuera sincero con mis sentimientos porque le gustaba ayudarme y verme feliz de verdad feliz.
- Mamá... sé que es nuevo y creeme para mí también lo es, pero cualquier ayuda que puedas darme la reviviré muy agradecido - me sincere está vez sonríendole.
- ¡Bien! - se levantó decidida - creo que el pobre chico está muy impresionado por lo que le haz hecho así de la nada. Seguramente ahora de lo confundido que está no puede hablarte - me miró con pesar mientras ponía una mano en mi hombro. Eso me hizo preocupar - tal vez te odie dependiendo de lo que sienta por ti... pero, si hablas y explicas las cosas seguramente te perdone - sonrío para convencerme de lo bueno.
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Eres todo un Reto(Yaoi)
RomanceDaemon Steel un joven de 17 años de edad, tranquilo, serio y poco sociable. Él solo se concentra en estudiar, ser el mejor en clase, no le interesan las relaciones ni pretende tener alguna. Es muy popular con las chicas y a pesar de eso no se da el...