Su elección.

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-Jacklyn-

Sentía vergüenza y rabia en el momento en que sentí que mi propio primo me veía de la manera más ridícula en la que podía presentarme. Mi vestimenta era inadecuada en lo absoluto y lo peor es que no me había dado cuenta en un largo tiempo. Me pasé insultándolo y mandando todo a un lugar despreciable, mientras que la única que estaba cometiendo un error allí, era yo, y sólo yo.

Pero luego de no conseguir contener las fuerzas y quedar sentada en el suelo, enterrado la cabeza entre mis piernas, sentí que unas manos me tomaban y unos grandes brazos me sostenían, llevándome a un lugar desconocido. Mis ojos se mantuvieron cerrados, pues sabía que esto no podría empeorar, por lo que sólo me quedaba aceptar que Thomas me había visto de esta manera y ahora me llevaba a algún lugar.

Sentí la tela suave del sillón acariciar mis piernas descubiertas, lo cual ocurrió sin presión alguna, sólo me senté en aquel lugar y relajé lo músculos como si antes no hubiese ocurrido absolutamente nada vergonzoso ni que dejara la dignidad de alguien a la deriva. Había dicho que nada malo pasaría y así fue, estaba sentada en el sillón de la sala de la cabaña, y era mi primo quien me había llevado hasta allí.

Tomé aire.

Thomas no parecía sorprendido por lo que acababa de pasar, lo que de algún modo me motivó a no darle importancia a lo que antes había ocurrido y tratar de dejar en el olvido la vergüenza que sentía al estar en compañía de Thomas. Sólo esperaba que él se encontrara tan tranquilo como demostraba y que se haya olvidado de lo que había visto antes.

-Mejor ve.. a cambiarte.- asentí, pues no me venían las palabras adecuadas para decir.

Luego de diez minutos estuve lista; vestida, cepillada y mucho menos a la defensiva que como me encontraba anteriormente. Volví a inhalar profundamente, para de esa manera poder evitar que el nerviosismo se apodere de mí como siempre. Luego de estar un poco más tranquila salí del tocador finalmente.

Llegué a la puerta de la cabaña y pude ver allí a Thomas. Él me había esperado, y eso yo no me lo esperaba vale a la redundancia. Pero salí a su encuentro y con una mirada supo que estaba lista para ir juntos hasta la cabaña principal en donde -obviamente- ya se encontraba reunidos todos los participantes. Nos apresuramos y al llegar nos ubicamos.

-Pues ya era hora.- se escuchó la presionada voz de la presentadora Lucy.- Pero está bien, ya que los tenemos por fin a todos reunidos en este lugar, repleto de tensiones, nervios y.. ¿por qué no amor, también?- sonrió, mostrando unos dientes grandes y alineados de la forma correcta. Admito que hasta se veía aterrador.- No van a negar que más de uno aquí estará enloqueciendo por alguien más y no digo que aquello sea incorrecto.. Al contrario, son sentimientos que hoy veremos salir a flote.

Todos los participantes mantenían el silencio en aquella habitación, aguardando a que nuestra querida presentadora Lucy McGregor fuera directo al grano y nos dijera de una vez por todas a lo que estaba intentado referirse. Los participantes se fijaban en cada uno de los miembros de ambos equipo, se echaban miradas entre ellos, al parecer preguntándose qué era lo que Lucy diría en ese instante.

-Creo que ya es suficiente tensión.- comenzó a reír, pero se detuvo al momento.- Lo que intento decirles es que hoy, dependiendo del papel que saque de este sombrero, los chicos o las chicas tendrán la oportunidad de elegir con quién quieren participar en la próxima partida.- todos se veían emocionados en ese momento y Lucy lo disfrutaba.- ¿Están listos?- mencionó con emoción.
-¡Sí!
-¡Pues demos inicio a esto de una vez!

Y allí estaban de nuevo los aplausos escandalosos de los que no se podía escapar nadie. Y continuando con la nueva partida que realizariamos hoy, la presentadora tomó un sombrero y nos explicó que allí dentro habían dos trozos de papel que dicen "chicos" y "chicas", respectivamente. Ella sacará uno de los papeles y dependiendo de cuál sea el resultado en ellos, los chicos o las chicas podrán elegir a sus nuevas parejas.

Oh, Dios. Andrew, prepárate.

-Y los privilegiados son..- introdujo la mano en el sombrero y sacó un papel.-... ¡Los chicos!

Todos comenzaron a aplaudir de nuevo, igual que cada vez que algo los emociona y se prepararon para ver a qué chica iban a elegir. Intercambiaban miradas entre ellos y ya la ves se fijaban en cada una de las chicas que conformaban los distintos equipos, mas los nervios no me invadieron ante eso, debido a que sabía que no sería electa por nadie que no conociera ya que ellos tampoco me conocían a mí.

Ay no, pienso que esto es malo por otro lado. Pues sé que luego de lo que Jessica había hecho, confundiendo tanto a Andrew como a mí, haciéndolo pensar que quise sacarlo del grupo, me descartaría de su elección y jamás pensaría en elegirme como su pareja en las pruebas. Esto estaba mal, por ese lado estaba totalmente mal; en serio quería que Andrew se tomara la molestia de elegirme, pero sabía perfectamente que no lo haría.

Adiós, querido amigo Andrew.

-Que pase el grupo de chicos del primer equipo, por favor.- ellos caminaron hasta el centro de la habitación y las elecciones comenzaron.

El primero en elegir era un chico llamado Pacco Blair, quién antes de comenzar hizo una pregunta que hasta yo me hubiese preguntado si fuese un poco más observadora, lo cierto es que no había pensado en aquella pregunta y por lo tanto no me habría sabido preguntar si es que Andrew había podido elegirme para empezar.

-¿Puedo elegir a una chica que no esté en el grupo uno?- Lucy asintió.

Genial.

Ya veo por qué lo había preguntado, pues luego de conseguir la respuesta a su duda, eligió a una chica del grupo dos, llamada Bella Parks. Seguido de eso le llegó el turno a Mark, el buen amigo de mi hermana, por así decirlo. Oh, pero este chico no tiene para nada las intenciones de quedar como amigos con ella, pues no perdió el tiempo y la eligió. Esto sí que fue conmovedor. Y conste que las cosas no son conmovedoras para mí muy seguido.

Pero ya luego de toda esa demostración se dio inicio a lo que fue el momento más largo y aburrido de mi vida. Pero claro, sólo hasta que le llegó el turno a Andrew. Lo miré por lo que yo creía iba a ser sólo un minuto, pero mis ojos ya no pudieron apartarse de él hasta el momento en que la señora McGregor decidió hablar.

-¿Y a quién va a elegir, señor Martini?

Él se lo pensó unos minutos, que pasaban lentos como mi cerebro en un día de lluvia, por más raro que parezca, es realmente abrumador.

Hasta que sus ojos se posaron en mí. Parpadeó como mínimo tres veces, pero aún así no apartó la mirada que de una expresión un tanto sorpresiva pasó a una de disgusto. Lo había recordado.

-Yo.. escojo a Stella.- soltó sin titubear esta vez.

Mis ojos se posaron lentamente en el suelo. Él estaba mal y yo.. aún peor.

-Bien, con esto concluimos la elección por parte de los chicos del primer grupo. Por favor, que pasen los chicos del grupo dos.

Ellos la obedecieron y comenzaron de inmediato. El primero en elegir fue un chico llamado Stephen Hunter que eligió a una muchacha del primer grupo, llamada Amanda Clayton. Y el segundo, fue el encanto de todas las dementes del campamento. Mi primo, por supuesto.

Aún quedaban seis mujeres, de las cuales cinco se derretían por tener la oportunidad de estar junto a mi primo durante una prueba por lo menos. Pero la respuesta fue loca. Él se veía presionado y confundido por las voces de las chicas y los lamentos de aquellas que ya tenían parejas, perdiendo así la oportunidad de participar con él. Y dicha confusión lo llevó a hacer una elección de la cual no hubiera sido capaz una semana antes.

-Jacklyn Johanson.

Tiene que ser una broma.

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