Príncipe de azul.

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Me levanté apresuradamente, pero cuando me dispuse a correr hacia quien sea que se encontraba allí hace unos segundos, otro ruido extraño se presentó repentinamente. Pienso que quizá este lugar tenga un serio problema con los ruidos raros que se hacen presentes cuando uno menos se lo espera.

Lo pensé unos segundos, mientras seguía observando a mi alrededor, y decidí que debía ir tras los árboles para saber de una vez de qué se trataba y por quién estaban siendo producidos los ruidos, pero en eso Thomas llegó y, como me había dicho antes, traía con él su celular.

Pero, sin pensar mucho en el regreso de mi primo, volví a girarme en la dirección en que antes se encontraba ese alguien y pude notar que uno de los tantos árboles que se situaban en el fondo estaba moviéndose. Una silueta se movió detrás y pude notar finalmente que se trataba de alguien en realidad. La silueta salió de su escondite por un mínimo de tiempo y pude ver que llevaba una vestimenta de un tono muy oscuro de azul. Luego lo buscaría entre la gente.

-¿Hay algo interesante por allí?
-Probablemente una de tus admiradoras espiando qué hago contigo.- frunció las cejas.- O una pareja haciendo lo que se le dé la gana detrás de un árbol.- levanté los hombros en señal de que lo que esté ocurriendo no me importaba.- Qué creativos.
-¿Qué?
-Olvídalo.

De nuevo nos sentamos al pie del árbol y él tomó su celular para obtener por fin tan dichosa fotografía. Y no tenía nada de malo, en los absoluto, pero de nuevo el ruido extraño se encontraba allí, molestando a mis oídos. Así que le propuse a Thomas que nos retiremos, pues ya comenzaba a inquietarme.

Volví a considerar el hecho de que probablemente una pareja se encontara detrás de ese árbol pero el resultado no fue muy productivo, pues me causaron más escalofríos pensar en que podríamos tener a dos personas detrás de nosotros disfrutando de un buen momento y nosotros aquí, casi presenciando la escena. Es mejor dejarlos solos. No quiero pensar en la vergüenza que sentiría si llegáramos a escuchar por accidente el grito de una mujer. Y así es como mis ganas por huir de aquí aumentan.

Nos fuimos.

Mientras íbamos caminando por el campamento pude notar a mi amiga Emma, sentada en un banco, aún acompañada por Francois. Y por otro lado me encontré a Megan que estaba comiendo algún tipo de bocadillo que no logré identificar, también estaba sentada pero sin Mark, pues este estaba jugando fútbol y ella lo estaba observando. Se las veía felices a ambas por lo que me tranquilicé y no me preocupé hasta que me puse a pensar en algo más..

¿Y Andrew?

-Oye..- llamé la atención de Thomas.- ¿No haz visto a.. Andrew por aquí?- pregunté, tímidamente.
-No.- desvió su mirada hacia un lado.- ¿Quieres algo de beber?
-Está bien.

Él comenzó a alejarse de nuevo y fue hacia el lado en que había estado mirando antes, ya que allí se encontraba un hombre que llevaba un uniforme blanco, igual que el de los camareros de hace rato. Tenía dos jarras y una gran cantidad de vasos de vidrio en una mesa circular. Vi a Thomas hablando con el hombre y supuse que esa sería una buena oportunidad para ir a buscar a Andrew.

Fui hacia los pasillos que se encontraban entre las cabañas pero no lo encontré. Fui entonces a buscarlo en la cabaña principal, en donde se realizaban todas las presentaciones y elecciones, pero no hallé nada. Finalmente me rendí, de seguro se encontraba en su habitación, en la cabaña del grupo uno. Me acerqué lentamente a su cabaña y la puerta se abrió de manera repentina.

-Oye, tú.- me habló la tal Blue Harrington, a la que habían elegido semanas antes. La miré.- ¿Haz visto a Stella Moss?
-¿Qué?
-Ella es la única que falta aquí.- explicó.- Bueno, a excepción de Martini.- abrí los ojos con sorpresa.
-¿Él tampoco está?- ella negó.

Sólo ellos faltaban.

Al ver que no tenía una respuesta clara a su pregunta, Blue salió de la cabaña y supongo que fue a buscar a Stella. Ella se fue, dejándome con la intranquilidad de saber que Andrew no se encontraba allí, y con las dudas sobre lo que podía estar haciendo, debido a la coincidencia de que Stella tampoco esté.

-Oh, aquí estabas.- escuché a Thomas que llegaba con las bebidas en sus manos.- ¿Y esa cara?
-No importa.
-Si no importara no te lo estaría preguntando.
-Pues no preguntes.
-¿Pasa algo?
-Por ahora no.

Y no dijimos otra palabra en lo que restaba de la tarde. Pero se hizo de noche muy rápidamente y fuimos convocados por Lucy a la cabaña principal. Todos fuimos y llegamos en pocos minutos, pero aún faltaban dos personas.. Y no eran personas sin importancia. Eran los dos faltantes de la cabaña uno, los dos de cabellos rubios. Ellos dos. Quiénes al llegar lo hicieron juntos.

-Hasta que decidieron llegar, señorita Moss y señor Martini. Por favor, pasen de una vez.- dijo Lucy, quien parecía estar un poco irritada por la situación. Y no era la única.

Te ves lindo de azul, Andrew.

Era él y sólo él. Quien estaba oculto entre los árboles, probablemente con Stella, era él, vestido de azul. ¿Quién lo hubiera pensado? Porque yo.. lo cierto es que sinceramente no me lo esperaba...

Miré a Emma, ya que se encontraba a mi lado. Ella me correspondió la mirada y supongo que logró notar la decepción en mis ojos. No es que yo lo hiciera a propósito, no quería sentirme así, pero ya no sabía controlarlo. Desde que llegué aquí se me ha hecho más fácil controlar ciertas cosas pero esto, en cambio, se ha vuelto un poco más difícil de lo habitual.

-Esta no es una convocatoria para avisarles de una competencia. Lo que voy a avisarles es que la sala de esta cabaña será habilitada finalmente sólo para ustedes.- se trataba de la hermosa y elegante sala que había visto al llegar a este lugar.- La cuestión es que deberán permanecer aquí en lo que reste de la noche. La cena les será servida en su debido tiempo y al término de todo esto podrán regresar a sus cabañas.

Todos comenzaron a aplaudir y hablar entre ellos. Había una música de fondo que hacía del momento algo más entretenido de presenciar.

-Bien, que lo disfruten, chicos.- dijo finalmente y se retiró.

Todos los participantes alborotados corrieron hasta llegar a la hermosa sala de la que Lucy nos había hablado. Entramos todos juntos y nos acomodamos en un gran sillón en forma circular que rodeaba a una mesa que tenía la misma forma y esta estaba repleta de vasos y bebidas. El lugar en sí se veía muy cómodo así que no lo pensé dos veces y ya estaba sentada en el sillón con una bebida en la mano.

Al rato sentí que alguien se sentaba al lado mío. Quién podía ser no me importaba en ese entonces, yo seguía bebiendo y mirando al frente. Pero luego oí algo que no entendí, algo que me obligaba girar la cabeza.

-Muévete, ella es mi pareja.

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