Mis ojos miraban fijamente el aparato que de encontraba entre mis manos, mientras me cuestionaba a mí misma porqué había realizado esa llamada desde el principio antes de saber de qué se traba realmente lo que Thomas estaba intentando hacer desde el principio. No hizo falta reflexionar demasiado, puesto que la respuesta era simple; yo estaba nerviosa, furiosa, rabiosa, no sabía lo que hacía ni el daño que causaría no sólo para mi sino también para mis amigos y familiares, lo había hecho sin pensar detenidamente en lo que podría pasar luego de todo esto.
Thomas, Josh, Emma, Megan y Mark..
Mi cerebro explotaría y mi corazón igual.
-¿Todo en orden?
Volví a la realidad luego de oír la voz de mi primo un poco más cerca de lo que antes se encontraba. Lo miré y parpadeé un par de veces, tratando de pensar claramente en las cosas que estaban ocurriendo y de ese modo poder ser capaz de decirle lo que estaba ocurriendo en realidad. Temía hacerlo pero sabía que debía decirle lo que le pedí a mi madre y la respuesta que ella me dio respecto a la pregunta.
Saber que ya no lo vería al comenzar el día, que ya no estaríamos juntos a la sombra de un bello árbol, ya no bailaríamos con canciones imaginarias o que ni siquiera podríamos demostrarnos lo que sentíamos como aquí lo hacíamos era duro. Pensar en todo eso se me hacía demasiado complicado, pero sé que de algún modo él lo aceptaría, pues sería lo mejor para los dos.
Odio el hecho de que una cosa que es buena para mí consiga destruirme de este modo.
-Todo en orden.
Thomas caminó un poco más cerca del lugar en donde yo me encontraba y se sentó junto a mí en la cama, colocando un brazo por encima de mis hombros, para luego llevarme hacia su cuerpo. No me opuse a tal acto, nada más me limité a disfrutarlo.
-¿Ya podemos hablar?
Abrí la boca con la intención de responder a su pregunta, pero no conseguí formular las palabras que necesitaba, por lo que me limité a asentir, indicando que podía contarme de qué se trataba lo que él había intentado hacer una hora antes con Jessica. No sabía porqué quería que me contará todo esto, ya las cosas estaban hechas y me iría o nos iríamos mañana por la tarde. Ya no había vuelta atrás y nada de arrepentimientos, pues eso es lo que había dicho mi madre.
-Digamos que se trataba de una estrategia.- trató de sonreír.
-Explícate.Arrugó los labios, pensando en una manera de explicar lo que estaba tratando de decir. No se tardo mucho tiempo. Se acomodó en la cama, acercándose un poco más a mí. Mientras yo me dedicaba a mirar su pensativo rostro, causando que mi mente se llenara de pensamientos sobre él y nadie más..
-Tenía que hacer algo para conseguir que Jessica confiara en mí, fue por eso que decidí fingir estar de su lado.- una leve sonrisa se formó en sus labios, pero yo sólo conseguí fruncir el ceño.- Y no te lo dije porque de ese modo lograría que..
-Me duelan más tus palabras.- interrumpí con rapidez.Él cambió su rostro a una expresión de desconcierto y confusión, mostrándose a la vez disgustado conmigo por haber dicho algo como eso. Entrecerró los ojos y negó con lentitud.
-Por supuesto que no.- agachó la cabeza.- De hecho esa era la parte que quería evitar.., pero debemos arriesgarnos, ¿no?- rodé los ojos.- Trataba de hacer que ella entre en confianza conmigo y de ese modo deje de molestarte.
Cerré los ojos por un segundo, acompañando dicho acto de un suspiro. Jugué con mis manos mientras las miraba con atención, utilizando aquel momento para pensar en lo que había hecho. No había pensado para nada al decirle a mi madre que nos retiraran, ya que todo eso lo había hecho con la rabia en el corazón y sin molestarme en pensar en lo que podría estar causando tanto a mis amigos como a mí misma al abandonarlos de este modo.

ESTÁS LEYENDO
Are You The One? ©
Novela JuvenilEstamos atrapados. Atrapados en un condenado campamento de verano en el cual no estaría de no haber sido por culpa suya. Thomas Parker. Sus tonterías, su comportamiento y su poco sentido común fueron los que nos causaron este gran castigo. Aunque t...