Molestia y placer.

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-¿Fumas?

Volví al mundo real al escuchar esta pregunta. Me giré hacia el lugar de donde provino aquella voz y encontré de nuevo a Josh, quien sacó una caja de cigarros de su bolsillo. Estaba ofreciéndome uno pero es obvio que no acepté; olvidé mencionarle que no fumo en nuestra larga conversación de antes. Hice un gesto con las manos para indicarle que no iba a querer de su cigarro. Él se encogió de hombros y caminó hasta la puerta de la sala.

Me quedé sola, y eso algunas veces era bueno. Fui de nuevo hasta el sillón y me senté para quedarme allí observando a todos volviéndose locos y bailando borrachos. Cualquiera se daría cuenta de que la estaba pasando bastante bien allí. Podía ver al grupo de chicos de la primera división de la cabaña dos bailando juntos en una ronda y a los chicos de la segunda división tirados en el suelo con sus vasos a un costado de ellos.

Y ahora que lo recordaba.. Jessica era parte de la segunda división, pero ella no se encontraba en la sala de la cabaña y, viniendo de ella no espero que se encuentre ni siquiera en toda la cabaña. Pero la vi haciendo la limpieza en compañía de Bella y Emma, así que no me preocupaba mucho en donde se encuentre ahora, pues ya había cumplido con su trabajo y, como compañera de habitación, eso era lo único que me importaba de ella.

Aunque había algo más que me importaba y era la posibilidad de que revele lo que vio la noche anterior ante los chicos de la cabaña uno. Pero ya no había tiempo de pensar en amenazarla para que no contara nada, pues de haber podido ya lo habría hecho y no me quedaba más tiempo de evitarlo. Sólo me queda esperar que ella tenga un alma de bondad y se apiade de nosotros.

Estamos muertos.

-Thomas-

Creo que el hecho de mantener la distancia con mi prima sin decirle nada al respecto no fue una idea muy buena, ya que ella aún piensa en hablarme y no sabe que tomé la decisión de alejarme por motivos personales. Sé que quiere conversar conmigo por la manera en que me había visto hace rato. En su forma de actuar podía ver que trataba de hacerme entender algo, y lo habría hecho de no ser por ese chico que se interpuso entre nosotros.

Josh Jackson.

El chico que por poco se desnuda frente a ella y, aunque la dejó babeando, sé que ella no estaba de acuerdo con que él realice aquel espectáculo frente a todo el mundo. Lo supe en tanto noté su timidez. Y a parte la conozco y sé que prefiere que las cosas ocurran sin que nadie lo sepa. Ojalá tuviera eso en cuenta cuando está conmigo, aunque el hecho de que no me siga la corriente es lo que ahora me mantiene firme y no me permite cometer ningún error del que luego me arrepienta. Por ese lado se lo agradezco.

En cuanto vi que la presencia de ese chico no le molestaba a Jake en lo absoluto, me retiré del lugar en el que ellos se encontraban y fui a ayudar a mi prima Megan, aprovechando el momento para retirarme de una vez de la sala. Salí de aquella habitación y fui hasta el sauce que se encontraba a orillas de la laguna en donde había estado con Jacklyn una vez. Me recosté y con mis dedos comencé a trazar líneas en el agua.

Me sentía casi completo. Sentir el agua en mis manos, la brisa en mi rostro y la quietud en todo mi cuerpo, me proporcionaba una sensación que no podía detallar con palabras. Pero algo me hacía falta y también se me hacía difícil describirlo. Pensé en una cosa; algo material pero sin vida, sin emociones, que sólo me serviría para satisfacer una necesidad. Y luego en algo más, algo intangible; una razón para ser feliz y hacer una locura que me garantice un recuerdo duradero.

No sabía lo que podía ser pero no podía estar entero con aquella pieza faltante. Debía saber en dónde se encontraba, qué era y cómo hallarla. Pero por dónde empezar si no tengo ninguna pista. Y fue allí, en ese lugar y en ese preciso instante que mi corazón se aceleró. Pensé que moriría o algo así mas nada ocurrió al cabo de cinco minutos. Me tranquilicé y volví a pensar.

Me puse de pie, pues tenía la intención de regresarme a la sala de la cabaña principal en donde se encontraban todos mis compañeros de equipo. Bueno, eso quería hasta que vi llegar a Jessica de aquel mismo lugar, mientras caminaba en mi dirección. Puede que esto no sea bueno, y si ella tenía la intención de hablar conmigo, quizá no sea para llegar a un acuerdo sino para acabar conmigo luego de decirme que el chisme ya había sido propagado por todo el campamento.

Suerte, Thomas.

-Thomas, querido.

La recorrí con los ojos de pies a cabeza. Es una hermosa mujer, no puedo ni estoy dispuesto a negarlo. Si me tomaba el tiempo de describirla sé que tardaría un poco, pues es distinta a las mujeres que yo estaba acostumbrado a ver. Y me refiero a mujeres de verdad. Quizá ella sea mayor que yo y eso es notorio, pero se mantiene de alguna manera y lo que sea que haga le resulta excelente.

-Hola, Jessica.- saludé lo más amablemente posible. Cualquier detalle me podía favorecer.
-¿Cómo estás, lindo?
-Preocupado.- ella sonrió.
-¿Y eso por qué?
-Es que..- me tomé unos cinco segundos en pensar algo bueno para decirle.-.. me preocupa que puedas pensar mal sobre lo que viste la otra noche.
-Cualquiera lo haría.

Es cierto, pero no podía aceptar nada más lo que ella me decía, debía hacer algo al respecto. Podía pedirle perdón o sentirme culpable frente a ella, también podía hacerle ver que entre Jacklyn y yo no había absolutamente nada. Así ella estaría tranquila y nos dejaría en paz. Bueno, nos dejaría tranquilos, por separado, claro.

-Lo sé, pero no a cualquiera se lo explicaría..
-¿Y a mí sí, acaso?- pregunto, llevando uno de sus dedos a su boca.
-Si de esa manera logro que confíes en mí.
-Claro, lindo.- se comenzó a acercar.- Pero no necesito explicaciones si estas dispuesto a algo más..- para decir esto utilizo una voz en extremo sensual.

¿Debería resistirme a eso?

No lo creo. Pues a parte de que no estaría nada mal y lo dejaríamos entre nosotros dos solamente, esto ayudaría a que ella no diga lo que vio y de esa manera no habría problemas. Y todos seriamos felices, ¿no? Tal vez no la quiera como para algo más que un beso o algunos más, pero de que estaba bonita, lo estaba y mucho.

Ella comenzó a acercarse hasta permitirme sentir su respiración cerca de mis labios. No me moví de mi lugar para que ella no creyera que necesitaba ese beso con urgencia y para que sepa que no estaba en contra de todos modos. Pero, por lo que veía, ella quería besarme más que nada lo cual me hizo un halago tremendo mas ella, al parecer no contaba con un pequeño detalle. Uno del que yo no estaba enterado, aunque al parecer no era de mucha importancia para ella.

Me besó. Y cada vez que movía sus manos o su cabeza cambiaba de lado sentía algo extraño en mí, algo que nunca antes había sentido. No es algo bueno, es lo único que sabía hasta el momento. Escuché pisadas muy cercanas y sentí la obligación de alejarla de inmediato. Me preocupaba que pudiese ser Jacklyn, no quería que me viera de esta manera. Y definitivamente no era ella, aunque no creo que esa sea una buena noticia.

-¿Jessica?

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