Confabulación.

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06:40 AM.

De no haber sido por los increíble momentos que había tenido la noche anterior, no hubiese podido dormir nuevamente luego de pensar en una buena idea para este día. A pesar de todo, después de descubrir lo que yo pensaba era una buena idea, pude descansar como un verdadero bebé. Claro que sólo había logrado dormir unas tres horas más o menos, pero eso se debía a que toda la madrugada había estado demasiado ocupada.

De igual modo me había despertado de buen humor. Lo que se me había ocurrido había proporcionado en mí un grado de atrevimiento y denuedo que nunca antes había sentido para ser sincera. Tenía la necesidad de levantarme enseguida, ir hasta Megan y Thomas y decirles de lo que se trataba la ingeniosa idea que se me había ocurrido nada más y nada menos que a las tres de la madrugada con quince minutos. 

Por fortuna ya sólo faltaban veinte minutos para que todos nos levantemos debido a la ruidosa campana del campamento. Pero yo ya no conseguía dormir ni un poco más, por lo que decidí tomar mi celular y entretenerme con él hasta que la hora de levantarse oficial llegara. A cada minuto que miraba una imagen o mensaje distinto, los números del reloj avanzaban y eso provocaba en mí una adrenalina que necesitaba descargar haciendo algo más productivo, movido, arriesgado..

* * * 

La hora esperada había llegado finalmente. Me levanté de la cama de un salto, literalmente, y fui corriendo hasta el baño para prepararme y luego poder ir hasta el comedor a explicarles a Megan y a Thomas la idea que había tenido. No podía esperar, pero ya había aprendido lo que podría ocurrir si no miraba mi atuendo o no prestaba atención antes de salir de la habitación. De ese modo, traté de verificar que toda mi ropa estuviese en su lugar para luego poder ir hasta el tocador sin preocupaciones.

Llegué, me arreglé un poco, cepillé mis dientes y salí con más ganas de las que había tenido al levantarme. Caminé hasta el comedor en donde pude encontrarme con las personas que quería ver desde hace veinte minutos o tal vez cuatro horas. Me senté al lado de mi hermana y pude notar que Thomas aún se encontraba lejos de nosotras, por lo que decidí hacerle una seña con la cabeza para que él supiera que yo necesitaba de su presencia y su atención.

Él llegó y tomó asiento a un lado de mi hermana. Ambos mantenían expresiones de suma atención hacia mí, sonreí al verlos tan concentrados. Pero debo decir que entre las dos personas que se encontraban frente a mí, el rostro que más comenzaba a inquietarme era el de mi hermana, quien me miraba con tanta curiosidad e inclinación, que podría jurar que sus ojos estaban por salirse de su rostro sólo para intimidarme y lograr que yo hablara de una vez. 

Decidí darle el gusto y hablar, pues su rostro ya consiguió perturbarme demasiado.

-Déjenme decirles que ya se me ha ocurrido el plan perfecto para que todos ganemos.- levanté y bajé las cejas repetidas veces y con esto logré que ambos soltaran pequeñas risas.
-Cuenta.- pidieron los dos con entusiasmo.

Sonreí.

-Es algo arriesgado..- hice que mis dedos índice chocaran entre ellos.
-¡Ya cuenta!- volvieron a pedir. Comencé a reír.
-Está bien, ya voy.- me relamí los labios.- ¿Recuerdan los papeles que habíamos completado con nuestros datos al llegar?- ellos parecían haberlo recordado.- Debemos encontrarlos y..
-Deshacernos de los nuestros.- finalizó Thomas con una sonrisa casi desafiante. Asentí, mirándolo con la misma sonrisa.
-¿Y qué gano yo con todo eso?- cuestionó Megan con los brazos cruzados.

Por supuesto que ella no quería marcharse, pero tampoco le importaba mucho que yo me quedara allí con ella. La razón por la que había estado disconforme con la idea de marcharnos desde el principio, no se debía a que le gustaba el lugar, sino a que no quería dejar a Mark, por supuesto, esa era su única preocupación. Yo estaba del mismo modo pero era un tanto diferente, a Josh me refiero. No quería dejarlo pero la vida se me complicaba con mis sentimientos hacia él. Era hora de acabar con esto.

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