Fiesta de preguntas 2.

27 12 0
                                    

Lo siento. Por supuesto que puede ser, es ella, ella lo tiene a él, es así de simple. De seguro detrás de esos árboles ya ocurrieron cosas que no pueden pasar frente a la gente.. Y lo sé porque luego de oír aquellas palabras salir de la boca de Stella, Andrew sólo sonrió y luego de un rato volteó a verme. Niño tonto. Rubio tonto.

Sentí de nuevo la mirada de Emma, que podría jurar que me hacía sentir peor que el propio chico ese. La miré de vuelta y comencé a suplicarle con los ojos que dejará de verme de ese modo. Ella no entendió, por supuesto, pero al menos lo intenté y con eso me sentía menos estúpida.

Y hablando de estúpidas.. Era el turno de Stella. Ella giró la botella y esta terminó señalando a un chico que no tuve la oportunidad de conocer aún. Era alto, blanco y bien constituido. Sí, es todo lo que tengo que decir.

-Nombre.
-Josh Jackson.

JJ, al igual que yo, genial.

-Eres lindo, amigo.

Ay no, ya comienza esta mujer con sus halagos.

-Cómo sea.- reí ante su respuesta.
-Bien, una pregunta.- él asintió.- ¿Frente a cual de estas chicas, incluyéndome, te quitarías esa camisa?- todas comenzaron a reír. ¡No puede ser tan tonta!
-¿Es en serio?
-Obvio.- él parecía dudarlo por unos segundos.
-Hay una chica.- dijo, pensativo.- pero no sé su nombre.
-Describe cómo es.
-Tiene rasgos orientales.

¿Qué?

-Déjame ver.- miró a todas las chicas y se detuvo en mí. Esto no es posible.- Ella.
-¿Yo?- abrí los ojos lo más que pude.
-Tú.
-Pues hazlo.- agregó Stella.
-¿Hacer qué?- pregunté, y en el interior rogaba que no tenga que quitarse realmente la camisa frente a mí realmente.
-¡Pues que se deshaga de esa camisa!- todas comenzaron a gritar y volverse un tanto locas luego de escuchar aquello.

Esto es imposible. No puede estar ocurriendo. Los nervios hacían que se me salieran algunas risas tímidas, pero lo que en serio quería era poder ver el rostro de Andrew en estos momentos. El tal Josh no perdió el tiempo y se levantó del sillón para luego acercarse a mí. No, por favor.

-No tengas miedo. A menos que quieras, no muerdo.- sonrió.

¡Dios, acaba conmigo ya!

Digo, es obvio que cualquier chica querría que este hombre se quite esa camisa de una vez, hasta yo, por supuesto, pero ¡frente a toda esta gente! Esto sería demasiado vergonzoso, no podía permitirlo, pero, por otro lado, también tenía la curiosidad de saber qué maravillas ocultaba toda esa tela. En fin, no debía demostrarlo tanto y todo estaría en orden.

El chico se acercó un poco más y con más sensualidad que delicadeza tomó con sus largos dedos el primer botón y lo desprendió. Debo admitir que por dentro mis hormonas estaban alborotándose a más no poder. Y sólo era el primer botón.. Pero el espectáculo debía continuar. Tomó el segundo botón e hizo lo mismo. Y así,  hasta llegar al cuarto, en donde se detuvo. Pero, ¡¿por qué rayos lo hizo?!

-¿Quieres hacerlo tú?- y comenzó de nuevo el mismo y desastroso escándalo de hace rato.
-Te ves mejor haciéndolo.- susurré.

Me sonrió, mostrando unos dientes que puedo jurar nadie más los tiene con tanto brillo y cuidado. Sentí que por un instante dejé de respirar pero cuando tocó el quinto botón volví a la realidad. Y llegó al último, dejándome sin aliento al quitárselo por completo.

-¿Qué tal?- de nuevo, al igual que casi todo el tiempo, sentí un ardor en mis mejillas y pude suponer que el rubor subió a ellas en tanto Josh terminó de hablar.
-Sólo.. gira esa botella.- dije con la voz entrecortada. Él se despidió con una sonrisa, volvió a su lugar y obedeció.

Simplemente.. increíble.

Tomé un poco de aire, me acomodé en el asiento y por fin lo pude ver. Aquello que estaba queriendo presenciar desde que Josh comenzó con su actuación. Andrew sí estaba prestando atención al espectáculo y yo estaba totalmente conforme con ello. Su mirada estaba posada en mi ahora enrojecido rostro. Sonreí.

Como se lo había pedido, Josh giró la botella y esta señaló a Mark. Le hizo una pregunta estúpida que él contestó con tranquilidad, para la suerte de mi hermana no tuvo que besar a nadie. Bien hecho, campeón.

La botella siguió girando y girando. La comida había llegado hace ya media hora y nadie se había percatado, pues la situación sí que se estaba poniendo interesante y el ambiente muy caluroso. No quería ser parte de esto, pero a la vez la curiosidad me mataba y no conseguía alejarme. Mientras la botella giraba y señalaba a la gente volví a buscar a Andrew con la mirada, pero él no estaba.

Sería tan capaz de salir de aquel lugar a buscarlo, pero en cuanto iba a hacerlo, oportunamente lo vi llegar. ¿Por qué no tengo está suerte todos los días? Bien, volví a prestar atención al juego y pude notar que la botella había señalado a Thomas, quien se encontraba con el rostro distinto, que no sabría cómo describirlo. No sabía quién había girado la botella pero ya lo iba a averiguar.

-Responde, Parker.

Se trataba de una chica que yo no conocía muy bien. Era alta, morena, de pelo rizado y oscuro, muy atractiva.

-¿Quién es?
-Es Lila Cooper.- respondió Emma.- dicen que está loca por tu primo.- reímos.

Pero ella comenzó con su pregunta luego de que Thomas aceptará contestarla.

-¿Volverías a elegir a Jacklyn Johanson como pareja en otro desafío?- la pregunta me tomó por sorpresa pero luego sonreí, pues sé algo que las admiradoras de Thomas no; él es mi primo.
-Por supuesto.- él me miró pero sin expresión alguna. Yo también lo miré pero luego me fijé en Lila pues se encontraba roja de la ira. Tonta.
-Bien, mejor gira la botella y ya.

Emma y yo volvimos a reír ante la situación. A continuación Thomas hizo girar la botella y esta fue a parar a algún lugar que no tengo idea de cuál fue, pues no presté atención, de nuevo. Estaba concentrada en el rubio problemático que tenía en frente y él en mí. Su mirada era extraña, pues no había rastro de compasión en ella, tampoco cariño, no había nada bueno detectable, sólo era una mirada más, una que no transmitía nada ni tenía intenciones de hacerlo.

-Bien Andrew, responde a mi pregunta.- dijo un chico de voz bastante fina como para ser de un hombre.

Andrew respondió, pues la pregunta era tan tonta como él. Pero el caso no era ese, sino a quién señalaría la botella luego. Entonces él giró dicha botella y esta se detuvo en..

No es cierto. ¿En serio? ¿De nuevo?

Are You The One? © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora