Pareja ideal.

20 11 1
                                    

Mi rostro comenzó a arder con aquel comentario y, aunque no me arrepentía para nada de haberle dicho eso, tenía que conservar mi dignidad. Él me miró sorprendido luego de escuchar esas palabras salir de mi boca y en seguida sonrió. No podía con esa estúpida sonrisa, así que lo empujé y traté de que esta vez ya no me detuviera antes de llegar a la puerta. Y no lo hizo.

-Oye, espera por favor.- intentó tomar mi mano pero era tarde.- Bien, al parecer tendremos que dejarlo para dentro de dos días.

Mi sorpresa ante tu comentario fue obvia, pero aún así no tuve intención de detenerme y continué caminando hasta dejar por completo la habitación. Caminé a pasos agigantados para poder alcanzar la puerta de salida cuanto antes y pude lograrlo. No sabía adónde iría pero tenía en cuenta que necesitaba salir de allí con desesperación, ya encontraría algún lugar en donde quedarme.

Y comencé a pesar en todo lo que estaba por suceder, quizá no hoy pero sí mañana y dentro de dos días, y tenía miedo. No era un temor a algo peligroso, tampoco a algo sobrenatural, aunque se podría considerar aquello en algunas ocasiones. Pero no, seguía sin tratarse totalmente de eso, era un miedo distinto, uno que sólo aparece cuando sabes que te enfrentarás a algo que no quieres que ocurra nunca, y llegas a aceptarlo, pero con dicho temor.

* * *

La tarde había transcurrido en sí, bastante normal y, luego de todo lo que había ocurrido durante la mañana creo que eso es lo que más nos merecíamos las personas que pasaron por cosas un tan confusas hoy. Para mi fortuna ahora todo estaba en orden; ya no veía a Thomas desde hace horas y ya se estaba haciendo de noche por lo que sabía que sólo lo vería en la cabaña, para luego perderlo de vista e irme a dormir. Genial.

Como de costumbre todos los participantes, tanto del primero como del segundo grupo nos reunimos para cenar en el ingente comedor. En lo que avanzaba la cena el lugar se volvía más desordenado y alborotado, pues todos se encontraban eufóricos por lo que sería la planificación del baile de "Are you half summer?" 

Hablaban de los vestidos, los zapatos, los colores de la decoración que se utilizaría para la sala, y hasta de los trajes. Yo sólo los veía pues mis amigas estaban metidas entre aquellas personas y Josh, increíblemente también lo estaba. Él se encontraba con sus amigos y conversaban animadamente sobre lo que sería la noche de aquella gran celebración. 

Dejé mis rostro en su dirección por varios minutos, sólo presenciando lo atractivo que se veía aquella igual que todas las noches. Y no podía creer lo que le había dicho a Thomas en la mañana pues no puedo estar sintiendo lo mismo por dos chicos a la vez, eso es para gente con problemas de extrema confusión. Aunque eso es exactamente lo que me ocurre ahora que lo pienso con más claridad. Estoy confundida, por lo que ocurra esta y la siguiente noche. 

Luego dirigí la mirada hacia donde se encontraba mi primo y juro que sólo lo había hecho porque Josh se retiró del comedor y este llegó casi en seguida, y a la vez sentí unas ganas de hacerlo. Me fijé en el y sólo lo vi sentado mientras cenaba como yo, y nadie más lo hacía a su alrededor. No podía dejar de verlo y cuando me di cuenta de que la situación se estaba tornando un tanto intimidante de mi parte, era tarde. Nuestros ojos se toparon en un intento suyo por dejar de ver su propia comida.

Mantuve una actitud indiferente ante la situación y él supongo que hizo lo mismo pues ya no lo volví a mirar luego de aquella impresión. Afortunadamente la señora McGregor apareció en el comedor en ese mismo instante, con la cara llena de una notoria alteración, pero no de mala manera. Se posicionó en frente de ambas mesas de modo que todos los participante pudiésemos verla. Al parecer seríamos partícipes de una nueva sorpresa a la que ya estábamos acostumbrados, ¿irónico no? Pues aquí todo era una sorpresa. Y hablando de sorpresas, en eso llegó de nuevo Josh.

Are You The One? © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora