Momentos personales.

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Un revoltijo de emociones se produjo en mi ser al escucharlo decir aquella oración tan maravillosa y un leve rubor ascendió por mis mejillas. Lo miré y sentí que nada me podía hacer sentir más tranquila esa noche. Las chicas que se encontraban adentro pensaban que para no aburrirse debían jugar y pasar tiempo con los chicos más lindos del campamento. Pero yo estaba aquí, junto a un chico normal, atractivo y poético que me hacía sentir completa y serena cuando lo necesitaba, demostrando que no se necesita de sensualidad para pasarla bien.

-Josh, me siento de la misma manera..- él dejó ver una curva en sus labios.
-Me alegro. No sabes lo feliz que me hace sentir..- observó de nuevo la luna.-.. saber que hago sentir bien a una mujer..
-Puedes alegrarte bastante entonces.- ambos sonreímos.

No dijimos nada más por el momento, pues ambos éramos de aquellas personas que gozaban más del silencio y de la naturaleza antes que del sonido de mil personas haciendo bullicio en un mismo salón. Tal vez alguna veces eso fuera entretenido pero nuestro tiempo es únicamente para pasarlo con nuestro "yo" interno y reflexionar sobre cosas que pasan y también sobre las que no.

Es un momento tan peculiar como entretenido si es que aprendes a llevarte bien contigo mismo, de otra manera es más complicado estar sin compañía; sin aquellas personas que expresan sus sentimientos más profundos para saber si tu puedes llegar a entenderlos. Lo he vivido y fueron tantas veces que puedo decir que las historias de mis viejas amigas las había vivido yo misma.

Josh dejó salir un gran bostezo, usándola a la vez como una gran oportunidad para estirar los brazos y dejar caer uno de ellos sobre mis hombros. Dejándonos a ambos en un tierno abrazo de costado. Recosté la cabeza en su hombro y cerré los ojos. Desde allí no sólo podía oler sino también sentir el perfume de su camisa. Y en ese preciso momento me quedé profundamente dormida.

-Thomas-

En tanto el juego se puso más personal e incómodo pude ver que el chico que era pareja de Jessica salía de la habitación y entiendo perfectamente el porqué de su reacción, de haber estado en sus zapatos, yo hubiese hecho lo mismo. Aunque de hecho ya me ha pasado algo parecido en la fiesta de la otra noche, pues el mismo Andrew que ahora se encontraba haciendo lo mismo había besado a Jacklyn cuando en verdad yo iba a hacerlo.

Y cuando la menciono, ella también sale de la habitación, un tanto triste. Y supongo que también debía entenderla a ella. Aunque se me hacía algo muy difícil pues le había dejado de hablar pero eso no le importó, había besado a una mujer que al parecer no tolera pero tampoco reaccionó, y ahora que este chico la estaba besando de la misma manera ella sale de la habitación y quizá se encuentre muy lastimada.

No podía permitir esto.

También me retiré pero yo, sin embargo no pensaba en salir totalmente de la cabaña. Fui hasta la puerta y allí, a pesar de considerarlo de mala educación, acerqué una oreja a uno de los orificios que tenía la puerta y traté de escuchar lo que decían, pues primeramente los vi por la ventana y sabía que estaban sentados en el pórtico de la cabaña.

Ellos no hablaron por un largo rato y empezaba a aburrirme estando parado por tanto tiempo. Pero cuando las piernas ya casi se me dormían los escuché y debo admitir que lo que oía era simplemente impresionante.

Nunca me imaginé que el punto de vista de aquel chico podía ser tan distinto al de muchos otros que yo conocía. Seguí escuchando pues sus palabras eran hermosas y, aunque sabía que se las estaba diciendo a Jacklyn, disfrutaba escucharlas. Quién sabe si me podrían servir el día en que me anime a hablarle de nuevo.

Cuando ya no oí nada proveniente de afuera me dediqué a mirar por la ventana, pues seguía un tanto inseguro de lo que este chico podría ser capaz, aunque es obvio que es mejor que yo. Él ya tenía lo que yo había tratado de obtener horas y días antes; a Jacklyn.

Bueno, la verdad yo no tenía idea de si la tenía o no, pero ella le permitía acercarse y tener conversaciones largas o no con él, y yo me conformaría con tener eso. Es un chico con mucha suerte aunque por no tener a Jessica lo dude.

Vi que ella se recostó en el hombro de Josh y este le acariciaba el brazo izquierdo, mientras también jugaba con su cabello. Apreté los puños pero no por rabia sino de impotencia, pues sentía la urgente necesidad de estar con ella de la misma forma. La necesitaba entre mis brazos, necesitaba su cabello, su aroma; sentir su piel así sea con una cachetada.

La vi desvanecerse en el hombro de aquel chico, vi cuando él la levantaba con delicadeza y la despertaba para acompañarla a su cuarto, vi cuando pasaron junto a mí. Yo estaba apoyado en la pared del corredor que estaba cercano a la puerta y cuando ellos entraron se sorprendieron por mí presencia. Bajé la cabeza en señal de vergüenza y ellos sin darle mucha importancia pasaron de largo,  dejándome atrás.

-Jacklyn-

Estaba terriblemente agotada por la limpieza de esta mañana que no podía esperar para sentir la comodidad y calidez de mi cama. Josh me había acompañado hasta llegar a la habitación y me despidió en la puerta con un beso en la frente a lo que yo se lo devolví en la suave mejilla que aquel chico poseía.

* * *

07:30 AM.

La típica rutina de todas las mañanas.

Levantarse, cepillarse, prepararse.

Al salir del baño encontré a Josh que me esperaba en el sillón de la sala para ir juntos a la cabaña en donde se encontraba Lucy. Le saludé con una sonrisa y él hizo lo mismo. Salimos de la cabaña y mientras caminábamos en el lugar de la convocatoria él colocó uno de sus brazos en mi espalda y me atrajo hacia su cuerpo en un abrazo. Hice lo mismo pero, en mi caso, llevé mi brazo en su cintura.

Al rato habíamos llegado y entramos a la reluciente sala para luego ir a la habitación de siempre. La habitación de nuestro lado estaba medio vacía y con nosotros sólo se encontraban los integrantes de la primera subdivisión de la cabaña dos. Al parecer los miembros de nuestra división habían tenido una noche de acción y es por eso que ahora les costaba despertarse y llegar con tiempo. Pobres tontos.

Aunque no me preocuparía por ellos teniendo aquí a mi nuevo amigo y a mi hermana que ya se encontraba aquí con su división. Comencé a hablar con ella sobre lo mucho que necesitaba que estuviese conmigo y sobre todo lo que había pasado en la noche.

Josh estaba con nosotras y escuchaba cada palabra que salía de nuestras bocas. A Megan le agradó en cuanto se saludaron pues ayer por la mañana no lo conocía bien, sólo prestó su ayuda para hacer de las suyas en la mesa de la sala y todo fue más fácil para ella ya que eran compañeros de cabaña.

Luego de un rato llegaron los chicos y Lucy comenzó a regañarlos a lo que el resto de la habitación comenzó a reír, incluyendo a Josh lo que me puso feliz, por más cruel que pudiese ser para los demás. Cuando la señora McGregor finalmente terminó de expresarse furiosamente hacia nuestros compañeros de cabaña ellos se ubicaron y Lucy se tranquilizó para poder dar inicio de una vez a la razón por la que llamó al edicto.

-Bien, estoy feliz de que por fin hayan decidido presentarse.- sonrió forzadamente.- La razón por la que los convoco hoy es para dar el anuncio de que se acerca el día más esperado por todos los campistas.

La sala se llenó de conmoción por parte de los participantes que se miraban entre ellos y hablaban de cosas muy emocionados. La presentadora se aclaró la garganta con la intención de volver a llamar la atención de las personas y lo logró. La sala volvió a quedar en silencio.

-Y lo que está por venir es..

Dijo con lentitud, agregando emoción e intriga a la situación.

-¡El baile de Are you half summer?!

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