Capítulo 25

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Era viernes por la mañana lo que significaba: Universidad. Simplemente no tenia ganas de regresar a ese lugar, había sobrevivido toda la semana. Me había levantado mas temprano de lo común anoche no había podido dormir.

Nathan intentaba hablarme sin embargo yo estaba ignorándolo porque no soy amiga de ratos.

Me quede como tonta mirando al techo.

— Buenos días —dijo Charlie, a un lado de mi adormilado. 

— Buenos días —respondí— ¿Por qué despierto tan temprano?

— Tengo algunas cosas que hacer ¿Te llevó? —asentí.

Se acomodo quedando encima de mi y me beso, a continuación comenzó dando besos por mi cuello

— No sigas por ahí... —jadeé.

— ¿Por donde? —se detuvo— ¿Por ahí? —siguió haciendo lo suyo.

Hacia tres semanas que no lo habíamos hecho, hacía dos que lo habíamos intentado, hacía una que siquiera me había tocado.

Me ordeno que levantara los brazos para quitarme la blusa, lo hice y él la quito.

— Se nos va a hacer tarde, Charlie...

— No me importa — apenas y pude entender porque sus labios no se separaron de mi cuerpo.

— Charlie deténte...

— No —hizo a un lado las cobijas y bajo el short de mi pijama.

Tampoco quería que lo hiciera de igual forma ya me estaba poniendo, pero si seguía no llegaría a la primera hora.

— Charlie...

— Ambos podemos decir que se nos atravesó algo, estoy seguro de que entenderán. ¿A quién no le gusta el sexo mañanero?

— Se nos hará tarde —insistí.

— Bien —gruñó— Pero cuando llegues no te salvas.

•••

— ¿Vas a contarme ahora? —insistí.

La semana pasada Jeremy no había querido contarme nada y Sarah se negó rotundamente a decirlo.

— Pero... ¿No te enojaras conmigo, verdad?

— Si me dices ahora nos ahorraremos esa parte en la que finjo estar enojada y tu me ruegas y terminas contándome todo.

Me conto todo, estaba saliendo con Jeremy ¿Como no lo note? No lo sé. Hacia 3 meses que habían estado quedando y hacia un mes que apenas habían comenzado su relación como es obvio pensaron que no me agradaría la idea de que salieran y todos se dieron cuenta menos yo.

Estupida, había estado tan ocupada con "mi nueva persona" que no notaba lo que se ponía en mis narices.

Pase toda la tarde en casa de Sarah, ya nos hacia falta a ambas.

— Como ya tienes novio no tienes tiempo para mi —me reclamó.

— Es complicado estar con él lo sabes pero te prometo que no volverá a pasar de verdad.

— Llevan seis meses y aún no lo conozco ¿Que te pasa?

— Si lo conoces —la corregí—Solo  falta que él te conozca, pasara por mi aquí entonces así ya se conocen.

— Venga ya, vamos a comer me muero de hambre.

Comimos, escuchamos música hicimos cosas de chicas de 16 años, en fin no nos sentíamos adultas a pesar de que dentro de pronto cumpliría 21 y ella igual.

Ya estaba oscureciendo.

— Y mañana el Revival Tour ¿Que tal?

Muy bien... Lo había olvidado ¡Eso!

— Yo... lo olvide.

— No me jodas ¿Como que lo olvidaste? Anhelas conocer a la chica que seguro se dio a tu novio.

— Cállate mejor, lo juro no se como pude olvidarlo.

— ¿No lo has pensado? Pasaron mucho tiempo juntos ella en su casa y él en la suya ¿No crees que al menos...?

— Probablemente —dude antes de seguir, quería utilizar las palabras correctas— nunca hablamos de él y ella además si paso fue antes de estar conmigo así que da igual.

— No lo hice con la intención de que te enojaras.

— No está bien... en realidad ni lo había pensado.

— ¿Estas nerviosa por lo de mañana?

— Bueno no todos los días se ve a la chica de la que tu novio estuvo enamorado así que no —reí.

Sonó mi celular con el típico sonido de marimba.

Charlie:
Estoy afuera

— Ya llegó, compórtate por favor.

— ¡Oye, yo sé comportarme!

Fui a abrir la puerta, Charlie estaba en el porche esperando.

— Hola —saludé y le di un pequeño beso en lo labios— Ella es Sarah; mi mejor amiga.

— Hola —dijeron ambos al unísono y estrecharon sus manos.

Charlie estaba tensó ¿Razón? Ni idea, no era posible que Sarah lo hubiera intimidado.

— Tenemos algo pendiente —me susurro Charlie cuando Sarah se dirigió a la cocina por comida, si otra vez. Lo de la mañana a mi ya se me había olvidado.

Le di un codazo.

— Nosotros ya nos vamos... Estamos un poco cansados.

— ¿Tan pronto? —enarcó una ceja— Bien diviértanse, disfruta tu siesta —remarco siesta.

— Lo haré —termine sonrojándome, ¿Como es que Charlie actuaba tan natural en situaciones así?.

Nos despedimos y nos dirigimos a casa.

Me contó cómo estuvo su día y lo mismo hice. Cuando llegamos ordenamos Pizza y Sushi porque tocaba los viernes aunque ya había comido nunca era suficiente.

— ¿Estas emocionada por mañana? —me preguntó mientras ordenábamos el desastre que habíamos hecho en la sala.

— Si...

— Sobre lo de hace unas horas te dije que llegando no te ibas a salvar.

A decir verdad estaba impaciente al igual que yo.

Comenzó con besos y caricias, bueno una cosa llevo a otra y otra a otra.

Don't Let Me GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora