— Levántate, idiota —había escuchado eso unas 5 veces, sin hacer caso alguno pero ya me estaba cansando de que no me dejaran dormir en paz.
— ¡Cállate estúpido! —grité y le aventé a mi hermano lo primero que encontré, al momento me arrepentí de haber hecho tal cosa, ya que había sido mi celular— ¡Nooo!
— Tranquila, lo tengo sano y salvo y por ello me debes un favor —me regreso mi preciado celular.
— Gracias.
— Ahora si levántate.
— ¿Por qué? Hoy es sábado —dije mientras revisaba algunos mensajes.
—¿ Sábado? Mierda, lo olvidé —se dio unos golpecitos en la frente y tiro su mochila al suelo.
— Que estúpido —comencé a reírme como foca— eso es producto de las drogas.
— Muy graciosita, niña.
— Jeremy, sal de mi habitación ya.
Me pare amenazándolo con una almohada.
— Bien, tu ganas, bandera de Japón —me guiño el ojo y salió de mi habitación.
— ¿Qué? —pregunte confundida.
No entendí a que se refería hasta que me gire hacia mi cama, puta vida.
Típico: Duermes con sabanas blancas y despiertas con la bandera de Japón.
Jeremy, 17 años se daba cuenta de todo, absolutamente todo antes que yo.Cuando termine de limpiar todo mi desorden baje a desayunar, por suerte hoy se encontraba mamá en casa.
— Hola cariño —dijo mamá, extendiéndome un plato con wafles.
— Gracias.
— ¿Dormiste bien?
— No, el idiota de tu hijo... —fui interrumpida.
— Eleanor, cuidado con esa boca, eres una señorita.
— Ugh —sonreí— es que tu hijo... me dan ganas de ahorcarlo.
— Cálmate —dijo Jeremy detrás de mi— Qué lastima que hayas manchado tu pijama favorita.
— Si mañana amaneces sin eso —señale su entrepierna— luego no me estés reclamando.
— ¡Eleanor! —grito mamá, reprendiéndome.
— Él empieza —me excusé.
— Ya siéntense, coman y cállense —ordenó mi madre.
En eso mi celular, se encendió era un mensaje de WhatsApp.
Era del supuesto Charlie, había registrado su número la noche anterior.Charlie:
¿Eleanor?Sonreí, levante la vista y ahí estaban Jeremy y mi madre, mirándome fijamente.
— ¿Se les perdió algo? —enarque una ceja y puse mi vista en el celular una vez más.
Cuando no me di cuenta, Jeremy me había arrebatado mi celular.
— Hablando con ceja partida, es falso, bonita. Tienes 20 años y sigues siendo tan inocente —se burló.
— ¿Ceja partida? —preguntó mamá.
— Vladimir Puthin —contestó Jeremy.
— Cállate, tú no sabes nada —contesté fastidiada.
Le arrebaté el celular y me dispuse a contestar.
Eleanor
Esa mismaEste tipo si que no pierde el tiempo —dije para mis adentros—
Charlie
¿Es muy temprano? Seguro te desperté, que tonto 😅Eleanor
Ni hablar, alguien se te adelanto jajajaCharlie
¿Si? 😵Eleanor
Pero no pienses mal, fue mi hermano porque pensó que era viernesCuando me dispuse a terminar mi desayuno me di cuenta de que estaba frío.
— ¡Deja ese celular ya! —gritó mi mamá.
– Déjala, por primera vez le hacen caso, a pesar de ser algo falso —contesto mi hermano.
— Cierra tu maldita boca —me metí a Instagram en la conversación que tenia con Charlie y se la mostré.
— Dile que me pase el número de Hailee Steinfeld —empezó a tararear y cantar "Love Myself"— I love me, gonna love myself. No, I don't need anybody else.
— Ni en tus sueños más salvajes.
Mamá se nos quedaba viendo desconcertada, sin entender.
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Don't Let Me Go
Fiksi PenggemarEleanor Brenns es una universitaria de 20 años, que además es fangirl. Charlie Puth es un famoso cantante de 24 años, que ama interactuar con sus fans. Todo comienza con un mensaje ¿podrán estos dos ser lo suficientemente fuertes para superar sus...