Fue un beso tierno, largo y apasionado. Aún sostenía el chocolate en mi mano izquierda mientras que la derecha estaba por su cuello, fue mas grande el impulso de separarme.
— ¿Es que en serio crees que con un beso lo vas a arreglar todo?— pregunte, mis pensamientos estaban revueltos no es que me hubiera molestado que me besara, bueno en parte si.
— Tienes que admitir que no estuvo nada mal —bromeo— Pero no creo que con un beso se arregle todo, pero al menos tenia que intentarlo — se excusó— Pero se que si no quisieras lo mismo no me hubieras correspondido.
Habia dado en el punto.
— No puedes venir a sacarme de mis casillas justo cuando estoy apunto de superarte.
Aunque todos sabiamos que eso de "superarlo" no era verdad.
— Entonces dime mentiras como la de estoy mejor sin ti —respondio.
— Deja de sacar frases de tus canciones.
— Y tu deja de escuchar mis canciones —y me saco la lengua.
Me habia descubierto.
— Que original señor Puth intentando regresar con su ex novia mientras la convence con frases de sus canciones.
— En mi defensa esas canciones eran para ti.
— Ajá si, me sorprende que tu siendo escritor no tengas palabras correctas para expresar lo que quieres.
— ¿Y que me dices de ti? Acaso tu... siendo casi criminalista no tengas... ¿Sabes? mejor me calló.
— Excelente idea.
— ¿Sabes que quiero? Te quiero a ti, quiero que todo sea como antes, quiero comer pizza contigo, reir contigo, quiero besarte, quiero discutir contigo, incluso llámame desgraciado si quieres pero quiero volver a hacerte mía las veces que quiera.
— Que honestidad —dije a cambio.
— ¿Y sabes que? Mi mundo se ha puesto boca abajo desde que te fuiste y he hecho tantas cosas, ese es el control que tienes sobre mi.
— Y tu me mantienes regresando a lo mismo justo cuando intento alejarme, sigo cayendo. Ese es el control que tu tienes sobre mi.
— Entonces es evidente los dos estamos perdidos si no estamos juntos.
— Y supongo que lo mejor sera dejar esto como estaba.
— Amigos? — pregunto.
— Amigos —afirme.
Pero en ese mismo instante ambos nos acercamos para después besarnos.
Y los amigos no se besan ¿O si?
Me cargo y me puso sobre la barra de la cocina, se supone que a este punto ya debiamos de haber parado pero no fue asi. Cada vez que él separaba los labios aprovechaba y tomaba aire, rogando porque volviera a besarme.
Se apartó pocos minutos después.
— Será mejor que paremos si no quieres que me descontrole.
— También pienso eso —respondí.
Me tomo de la mano y me ayudo a bajar de la barra.
— Parece que el desayuno se enfrío —sonaba decepcionado— que bien al cabo que yo quiero comer otra cosa.
La situación se había salido de mis manos, y aquí estaba en sus brazos otra vez.
•••
Charlie me llevo a mi casa, al rededor de las 2 pm, no quiso pasar pues tenía cosas más importantes que hacer.
Toqué la puerta ya que no traía llaves, las había dejado en casa de Nathan, mi madre salio segundos después.
— ¿Que hora son estás de llegar? —estaba enfadada, era evidente.
— ¿Jeremy no te dijo dónde estaba? —la mire desconcertada— ¿Él esta aquí?
Pasé y me dirigí a la sala.
— No, el aviso que estaria con Sarah supuse que estabas ahí hasta que tu hermano me dijo que no. Ahora dime ¿Dónde estabas?
Mi mamá no odiaba a Charlie pero después de lo que paso entre nosotros digamos que no le agradaba del todo y si le decia que había estado o peor aún regresado con el me iba a ir mal.
— Pues... digamos que se me atraveso un chico con una ceja rara —ya había dado suficientes detalles.
— Hmm ¿Estuviste con Charlie?
— Depende.
— Eleanor si te lo preguntas, no estoy molesta es tu vida el único consejo que te doy es que vayas con cuidado. Si ya lo hizo una vez ¿Que te hace pensar que no lo volvera a hacer?
¿Por que las madres siempre llevan la razón?
— Lo sé y gracias.
— Me tengo que ir, El. Voy a la cita mensual y ya voy tarde —me dio un abrazo y un beso en la mejilla, acto seguido se fue.
Por cierto mi mamá ya llevaba 7 meses de embarazo, iba a ser niña pero el nombre aún no lo teniamos.
Subí a mi habitación, tomé mi telefono y desbloquee el número de Charlie.
Esperaba no equivocarme esta vez.
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Don't Let Me Go
Hayran KurguEleanor Brenns es una universitaria de 20 años, que además es fangirl. Charlie Puth es un famoso cantante de 24 años, que ama interactuar con sus fans. Todo comienza con un mensaje ¿podrán estos dos ser lo suficientemente fuertes para superar sus...