Trilogía Jinete de Dragón: Aprendiz de Jinete (I)

Capítulo 20

Me reuní con los demás estudiantes en el desayuno al día siguiente, entré en el comedor de la escuela y un estruendoso griterío me detuvo en la puerta, un montón de aprendices gritaban bienvenida y cosas así, lo mejor de todo, me lo gritaban a mí, sonreí con ganas y me dirigí a mi mesa llena de estudiantes de todas las clases, como siempre mi sitio entre Tarnan y Príus estaba vacío.

Príus fue el primero en llegar a mí y me izó en un caluroso abrazo, luego me abrazó Tarnan, tierno y dulce fue su abrazo. Era genial volver a donde me querían.

- Bueno, cuéntanos, ¿qué tal ha ido con tu fam.... - le lancé una mirada asesina a Tarnan al escuchar la palabra que quería decir- Casa, con tu casa?

- Raro, muy raro, esa gente es extraña por naturaleza. - Contesté sin muchas ganas. - Contadme, ¿qué ha pasado por aquí?.

- Nos han explicado la siguiente prueba - me puse en tensión al escuchar a Príus - la próxima prueba será un combate contra los dragones estudiantes, podremos utilizar nuestras armas y la esencia, va a ser una masacre....

Me quedé momentáneamente en silencio, Tarnan me miró y me preguntó.

- ¿Cuál va a ser nuestra estrategia para ganar? - se me cayó la boca del susto. ¿Otra vez????

- Al menos déjame desayunar, ¿no? - le dije.

- Lo que quieras jefa, pero todos nos preguntamos qué vamos a hacer para ganar esta vez, incluso los maeses nos han preguntado si ya habías establecido un plan de combate.

- Oye!!! Qué no soy Napoleón, ¿vale?.

- ¿Quién?? - me preguntó extrañado.

- ¡Buf! Olvídalo, ya se me ocurrirá algo... - le volví a decir.

Fuimos a los entrenamientos, por el camino vimos a lo lejos al Rey, las chicas que iban conmigo se asomaron todas a la terraza para verle mejor, yo me situé con los chicos un poco más alejada, creí por un momento que me miraba pero, no era posible. Debía seguir con mi plan, salir con chicos normales, con aprendices iguales a mí, tener una vida normal y divertirme, el problema era, ¿cómo se hace eso???

Después del entrenamiento me despedí de mis amigos y me fui a las dragoneras, tenía que disculparme con Draco, no le había vuelto a ver desde la prueba y la última vez que estuve con él no le traté muy bien, seguro que ni me hablaba.

- Senda! - la voz de Dorc el Maestro de Jinetes me detuvo, llegó a mi lado y me miró de arriba abajo, yo sentí que se ruborizaba hasta el último pelo de mi cabeza. Dorc me había hecho el juramento de lealtad, ¿y ahora qué hacía yo???? - así que has vuelto.

- Sí Maestro, volví ayer por la noche - le dije nerviosa.

- ¿Todo bien con los Morlans? - me preguntó inquisitivo.

- Sí... bueno, como era de esperar - le dije. Dorc suspiró.

- De acuerdo, no te preguntaré más. Solo una cosa Senda, empezaréis con las tácticas de vuelo dentro de poco, no quiero que vueles con los demás estudiantes, tu formación correrá a mi cargo, has de avanzar más deprisa que los demás, no nos podemos permitir que salgas afuera sin saber cómo luchar. Lo comentaré con los demás maeses, ¿vale?, no quiero que vueles con ningún cachorro de dragón, los veteranos - señaló a las dragoneras - son la mejor opción para ti.

- Sí maestro - le dije. Vale, no volar con niños, ok, es fácil seguir esa instrucción.

Se despidió de mí y continué hacia las dragoneras, al llegar a la explanada vi que el Rey y más dragones con jinetes estaban aterrizando, me quedé mirando la belleza de los dragones mientras tomaban tierra, era un espectáculo maravilloso. Luego me di cuenta que parecería que quería algo así que continué hacia la escalinata que me subiría a las dragoneras, pasé detrás de la multitud de criados que iban a recibir a los dragones y sus jinetes y de repente escuché un ruido detrás de mí. Me di la vuelta nerviosa y solo vi a un joven al que se le había caído una bandeja, menos mal... pensé, me di la vuelta y el Rey estaba enfrente mío con cara de pocos amigos.