Mientras iba hacia la escuela intenté ordenar toda la información que me había dado Slar, eran sensaciones, lugares, sentimientos, recuerdos inconexos... al final llegué a la conclusión que me sería útil según avanzase nuestra búsqueda pero por el momento sería mejor leer el libro que Garrick me había dado. Me encontré con Maese Rico de camino al comedor para comer.
- Majestad, la veo extrañamente silenciosa - me dijo.
- Estaba pensando Maese, estoy hecha un lío.
- La búsqueda del vellocino será todo un reto para vos - me vaticinó.
- Ya lo ha empezado a ser... créame Maese. ¿Puedo haceros una pregunta?
- Por supuesto, decidme.
- ¿Por qué nos ha tocado esa misión?
- Intentamos igualar las cosas, vos podéis enlazar a los aprendices y habéis reclamado un dragón, creímos justo que la misión más difícil también fuera para vos. Pero, ¿qué ha ocurrido que os preocupa?
- Pensé que quizá el dragón Slar tendría información sobre el vellocino. - le contesté pesarosa.
- ¿El durmiente??? - me interrumpió - ¿habéis ido a ver al durmiente?
- Bueno... por lo visto ya no está tan dormido - le dije mirando al suelo avergonzada.
- ¡Senda! ¿has despertado a Slar? - dejó de utilizar mi título de la sorpresa.
- A Slar... y como a cien dragones más - suspiré. Rico se paró de la sorpresa y me miró.
- ¿Slar y los demás durmientes están despiertos????
- Oh no... no del todo, es decir.... Ahora mismo parecen estatuas, bueno gárgolas vivientes en la explanada del castillo... - Me atreví a mirar a Rico que me seguía mirando atónito.
- ¿Van.... Van a luchar?
- Dijeron que sí... creo.... La verdad es que no me enteré demasiado. Estaba demasiado ocupada escondiéndome detrás del Rey. - Confesé con timidez.
- Jamás he conocido a nadie como tú, aprendiz. De todos mis estudiantes has sido la única que has acudido a preguntar a un dragón durmiente, pero ya conseguir que se unan a nuestra lucha... Me parece admirable, Majestad.
- No creo que sea para tanto, y seguro que el Rey no piensa igual - reflexioné - Bueno, supongo que da igual, es mi habilidad de meterme en líos, ¿por qué iba a cambiar?
- En eso os doy la razón, Majestad, tenéis una habilidad innata para meteros en líos. - me dijo suspirando - Id a comer, todavía debéis preparar muchas cosas.
Asentí y fui a comer, mis amigos ya habían hecho parte de lo que acordamos para el viaje y me lo contaron.
- Bueno, ¿y tú?, ¿conseguiste información de Draco? - me preguntó Luca.
- Mnnnn... algo así - torcí el gesto mientras contestaba.
- ¿Ha pasado algo? - me preguntó Tarnan conociendo mi cara.
- Quizá... y solo quizá... me haya metido en un lío o dos mientras lo intentaba - confesé.
- ¿Draco está al tanto?
- ¡Draco fue el inicio de mis líos!!!, ¡maldito dragón! - me enfadé - Dejadlo, luego os lo contaré.
- Pues vas a tener que hablar con Draco para saber si los dragones están preparados - volvió a decir Luca.
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Trilogía Jinete de Dragón: Aprendiz de Jinete (I)
FantasíaLos dragones y sus jinetes vestidos de negro eran temibles. Juntos, el dragón y su jinete era poderosos y letales. Los aprendices como yo vestían de blanco, cuando acabase mi formación un dragón me elegiría si era la adecuada. Él solo me puso una co...