24. Infiltración pirata

998 223 213
                                    

—¡Hasta luego!, ¡buena suerte! —me grita el roisa desde el timón mientras me bajo del barco. Tiene el mismo entusiasmo que si se despidiese de un viejo amigo.

—¡Adiós! —me despido de él agitando la mano con fuerza.

El ambiente de este puerto es muy diferente al de los demás que he visto. Es evidente que estoy en una zona de piratas. La actividad parece muy desordenada y el aspecto de las personas aquí es claramente reconocible. Todos parecen muy rudos y tienen el entrecejo arrugado, con cara de pocos amigos. El atuendo, de algún modo, es el que todos podríamos esperar de los piratas. Eso sí, ninguno lleva chancletas con calcetines y yo tampoco.

Y hablando de ropa, creo que la mía no es la más adecuada para andar por aquí. Es muy pura, demasiado pulcra y vaporosa. Por culpa de eso, puedo notar cómo unos cuantos malcarados piratas me miran fijamente. De momento no parece que tengan mayor interés en molestarme, espero que sea por temor a mis fuertes brazos, pero no es una situación cómoda. Tengo que fingir de algún modo que este lugar es normal para mí, para que no noten mi inseguridad y eso me pueda suponer un problema. Así que recupero mi famosa cara de póker y hago que parezca que este sitio para mí es como mi hogar.

Por el momento prefiero no preguntar a nadie dónde puede estar el caballero. Creo que es mejor idea moverme sin hacer demasiadas preguntas. Para que parezca que sé dónde estoy, camino con paso acelerado, con seguridad, como si tuviese algo que hacer o supiese exactamente a dónde estoy dirigiéndome.

Aquí es normal que muchos de los piratas de esta isla estén bebiendo ron o grog, o lo que sea que beban en esta isla. Me acabo de cruzar con uno con pinta de estar borracho como una cuba y tirado por los suelos, otros dos piratas discutían con aspavientos mientras la escena la adornaba un grupo cantando canciones piratas y agitando las botellas... El alcohol aquí es el denominador común de todas las actividades. Este lugar es una auténtica bomba de relojería, si estalla aquí un conflicto, no quiero verme en él.

Abandono el destartalado pueblo portuario y tomo un camino que parece una ruta principal. El suelo es empedrado y los alrededores tienen casas dispersas. No podría decir si son viviendas, almacenes u otra cosa, mis conocimientos sobre construcciones y decoración piratas no alcanzan a tanto. De este camino salen otros radiales en distintas direcciones. He decidido seguir de frente, sin desviarme. Supongo que este camino me llevará a otra zona de interés.

La vegetación de la isla es tropical, muy frondosa. Palmeras y todo tipo de arbustos de hoja verde muy oscuro adornan este entorno isleño. Al clima le pasa lo mismo, no he dejado de sudar desde que desembarqué.

Veo a lo lejos una villa bastante grande. Parece el centro neurálgico del lugar. Está en el interior, lejos del mar, en la zona más resguardada de esta ínsula. ¿He dicho ínsula? ¡Qué fino suena!

Antes de adentrarme en la ciudad pirata, escucho en un lateral del camino un alboroto. Causar estruendo en un lugar como este no es algo muy extraordinario. El bullicio en sí no tiene nada de especial, pero al mirar en la dirección de la algarabía, observo que un grupo de piratas tienen a alguien atado a un cocotero. Aprovechando el jaleo, me acerco con discreción hacia el árbol, pero manteniendo la seguridad. Probablemente, James Bond lo haría con mejor estilo, pero de momento parece que no levanto sospechas.

No quiero que me vean con aspecto de estar merodeando, así que con mi cara de póker, continúo mi ruta hacia alguna parte, así como quien no quiere la cosa. "Casualmente" el árbol está en mi ruta.

Conforme de acerco me doy cuenta de que ¡es mi colega! ¡Por fin lo he encontrado! Sin que se note en mi magnífica cara de póker, me acerco para hablar con él discretamente, como si fuese una coincidencia. No sé si es el sitio donde aparentar coincidencias pero me perdí el curso de espía mientras movía los iconos del ordenador de un lado a otro.

Sandwich de dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora