Capítulo 48: Espera interminable.

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Nunca me había sentido tan encerrada. Nunca había anhelado tanto el deseo de ser libre. Digamos que andar con silla de ruedas no es muy agradable. Para mi suerte, no es nada grave. Pronto andaré con muletas.

-¿Te quedarás denuevo aquí? -pregunta mi mamá.

Asiento con la cabeza.

-Si -digo.

Mamá pone los ojos en blanco.

-Te has quedado muchas noches aquí.

-Mamá -respondo lo más calmada posible-. Es mi novio -y como ya ven, le conte toda la historia-. Yo lo amo.

-Vale, pero ese tal Chase tendrá que acompañarte.

-Esta adentro en la habitación -digo.

Jack y Chase estaban dentro de la habitación, mientras que Travis estaba en coma. Al parecer se golpeó muy fuerte la cabeza, y eso afecto a su hipocampo. Después, no entendí mucho lo que decía el doctor. Pero va a vivir. Solo hace falta que se despierte.

Jack y Chase salen de la habitación.

Levanto la mirada.

-¿Como les ha ido?

-Bien..., supongo -dice Jack.

Jack no ha volvido a ser el mismo. Siente culpa de justo en ese momento haber peleado con él..., y yo también, al no dedicarle un "te amo".

-Chase -digo-. ¿Vas a quedarte la noche?

-Por supuesto que sí -responde.

Sonrío.

-Vale, porque yo también.

-Y yo igual -dice Jack.

A Travis todos lo han venido a visitar. Incluso cuando no se podía. Insistían. De hecho, nosotros insistimos para quedarnos a dormir. Aunque sea en la sala de espera. Y mi hermana igual se unió.

Dos meses después.

-Hola, ¿que desea?

El chico mira el menú.

-Me gustaría la milkshake de chocolate..., con donas rellenas de nutella.

-¿Jack, no te cansas de pedir eso? -digo sonriendo.

-No. La verdad no -responde-. Y ahora tengo que aprovechar comer lo mas rico posible, porque...adivina qué.

-¿Qué?

-¡Voy a luchar en Las Vegas!

-¡Oh, Dios mío! ¡Mi gordo obeso luchará en Las Vegas!

-Lo sé -dice-. Ahora ve a cocinarlo rápido, que tengo un hambre de puta madre.

-Vale, pero yo no cocino. Yo solo tomo los pedidos.

-Eso explica porque queda tan sabroso.

Pongo los ojos en blanco.

Llevé la orden hacia la cocina.

-¡Una milkshake de chocolate con donas rellenas de nutella!

Bob sonríe.

-¡Adivinaré! ¿¡Del gordo obeso, verdad!?

-¡Claro que sí!

El celular me empieza a vibrar.

But theres one sound
That no one knows
What does the fox say?

Ring-ding-ding-ding-dingeringeding!
Gering-ding-ding-ding-dingeringeding!
Gering-ding-ding-ding-dingeringeding!
What the fox say?

Contesto la llamada.

-¿Hablo con la rubia oxigenada?

-¡Chase! ¡Que soy castaña!

Él se ríe.

-¿Como estás?

-Trabajando.

-Ah...¿llamé en un mal momento?

-Si -digo sonriendo-. ¿Alguna noticia de Travis?

-Ninguna -responde.

Hago un puchero.

-Come queso, después me llamas, que tengo mucho trabajo que hacer.

-Vale, rubia oxigenada.

...

-Mira, te cuento -le digo-. Resulta que estos meses han sido muy...agitados, ¿sabes? Me estoy juntando un poco con Margo. Ya no nos llevamos tan mal. Con Jack y Chase nos vemos pocas veces. El trabajo me tiene muy ocupada. Ah, y todos te extrañamos en la compañía, pero tranquilo, no te hemos remplazado -digo mirando el rostro inexpresivo de Travis-. Tus papas me pagaron el trabajo de niñera, que por cierto me sirvió para comprarme unas hermosas Vans.

Miro hacia su cuello.

Tiene una cadena, y el símbolo esta oculto bajo su bata. Pongo el collar encima de ella, y se me cristalizan los ojos. Ahí está el dije de corazón que le había dado.

-Yo igual tengo la polca, Travis -digo sacándola del bolsillo de mi cartera-. Siempre la tengo. Es muy bonita -digo, y paro para no romperme a llorar-. No olvides que te amo, ¿vale?

De pronto la puerta se abre de golpe.

-Señorita, no puede estar aquí -dice una enfermera.

-Ouh...si, no se preocupe. Ya me iba -digo tomando mi cartera, dirigiéndome a la puerta.

Apenas salí, y dejé a la enfermera sola, una lágrima escapó de mi mejilla.

Todavía tenía el corazón de clips que le dí...

Me dirigí a la sala de espera, dónde habitualmente estaba los días en los que no tenía que trabajar en Dultella.

-¡Doctor! -dice la misma enfermera que entró a la habitación de Travis hace un rato.

Un hombre con delantal blanco se acercó corriendo hacia ella.

-¿Qué pasó?

-Despertó.

El corazón se me acelera.

Después de más de dos meses, Travis despierta. Mi estúpido crush despierta.

Me paro de mi asiento sobresaltada, con lágrimas en mis ojos.

-¡¿Puedo entrar?! -le grito al doctor, pero él ya entró a la habitación de Travis.

Ahora sólo queda esperar.

Niñera De Mi CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora