Capítulo 46: Adopción.

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Tú puedes, Madd la experta en saltar ventanas. Eres sigilosa y atlética.

Bueno, quizá lo último sea mentira.

Toma impulso. Tú puedes. Eres genial. Eres grandiosa. Pero no te saques la mierda saltando, ¿quieres?

Uno, dos, tres.

Aterricé en el pasto recién cortado.

No me saqué la mierda, así que estoy bien. Pero ahora mi nuevo problema son los regadores automáticos.

Unas gotitas me mojan el hombro.

-Malditos regadores automáticos -mascullo para mí.

Luego me largo a correr.

Mientras la brisa chocaba contra mi cara, miraba hacia atrás.

Nada.

Ni una luz encendida, ni una puerta abierta.

La misión ha salido exitosa. Repito, la misión ha salido exitosa.

Corrí lo más que pude, y me detuve hasta cuando me sentí segura.

But theres one sound
That no one knows
What does the fox say?

Ring-ding-ding-ding-dingeringeding!
Gering-ding-ding-ding-dingeringeding!
Gering-ding-ding-ding-dingeringeding!
What the fox say?

Contesto la llamada.

-¿Aló?

-Hola -dice Travis.

Sonrío.

-¿Dónde estás?

-Cerca -dice, y yo dejo escapar una pequeña risa.

-¿Estás en tu casa? -digo, pero justo en ese momento, una mano me tapa los ojos.

-No. Estoy aquí.

Travis saca sus manos de mis ojos y yo lo volteo a ver.

-Hola -digo.

-Hola -responde besándome en los labios. Yo entrelazo mis manos sobre su cuello.

-No sabes cuanto me costo escaparme de la casa de mis padres

-Menos que a mí. De seguro.

Sonrío, y lo dejo de abrazar.

-Cuéntame -digo.

-Resulta que mis padres llegaron de muy mal humor. Quizá hicieron un mal negocio, no lo sé, pero descubrieron un jeans todo destrozado. Pensaron que eran míos, y dijeron que no cuidaba mis cosas y bla, bla, bla. Así que me castigaron, y me encerraron en mi habitación. Tuve que saltar por el balcón, y no fue una idea muy bonita.

Me río.

-Eres un loco -digo-. Pero, ¿acaso ese jeans era mío? Recuerdo que un día me escondiste mi hermosa polera junto a mis jeans y...

Travis se ríe.

-Si, era tuyo -dice caminando-. Lo siento.

-Desglaciado sin azúcar -digo cruzándome de brazos, haciéndome la difícil.

Travis me agarramde la cintura, y me empieza a besar el cuello.

-Perdóname -dice sonriendo.

-No -digo en un tono de niña menor.

-Si tú sabes que te amo -dice acariciándome la mejilla con su nariz.

Me río.

-Eso con la ropa no se hace, Travis Adam Johnson.

Niñera De Mi CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora