Niñera De Mi Crush

Capítulo 20: ¿¡Ella!?

-¿Qué quieres decir con eso? -dije.

Linda se encoge de hombros. No sé si es un gesto de indiferencia, o un gesto de frío, por que el agua recorre su cuerpo.

-Sólo que nunca confíes en la palabra de él. -dice-. Él es muy cambiante. A veces le gustan las rubias o otras veces las morenas.

Okey, capté la indirecta. Él es infiel. Pero, vamos, ¿le creería a ella?

-Mira quién lo dice -mascullé-. La chica que engaño a medio mundo.

Linda se rie.

-Chica, ¿de verdad crees que yo engañe a Travis? -dice-. Besé a un chico mientras estaba con Travis, luego una chica me vio y saco una foto. Desde ahí todos me llaman zorra. Pero...¿sabes? El me engaño con 3 chicas mientras estabamos saliendo. No le creas -dice, amarrándose el pelo mojado-. Una de ellas fue Amanda. Mi amiga. Destruyó nuestra amistad. Ya no es la misma. Lo hizo con Mila. Lo hizo con las chicas jota. Todo cambió. Ya no puedo confiar en ella. ¿Entiendes? No seas tan estúpida y abre los ojos, ¿quieres? Lola te puede decir que odie a Travis, pero nunca se sabe.

Sus palabras me impactaron. No quería creerle, pero tenía el presentimiento de que no me estaba mintiendo. Pero, de todas formas, no creo que Lola sea capaz de hacerme eso. No lo creo. Puede de que Amanda y Mila si lo hicieran con él, pero Lola es diferente. Es mi mejor amiga. Ella del principio supo que yo estaba enamorada. Desde el principio sabía todo lo que me pasaba con él. Ella sabía todas mis cosas. Si ella lo hiciera con Travis, o si llegara a besarlo, probablemente no la perdonaría nunca.

-¿Qué? -dice Linda-. Te quedaste pensando, ¿eh? -dice dirigiéndose a mi-. Mejor piensa esto -dice, pero esta vez dirigiendose a Camila. En un abrir y cerrar de ojos, Linda le manda una sonora bofetada a Camila, haciendo que se lleve la mano inmediatamente a la cara. -. Eso te pasa por estúpida, y eso que recién estoy comenzando.

Linda se voltea, y se dirige para abrirla puerta, y voltea la manija, pero esta se queda quieta.

-Oh, Dios -dice-. Ábrete maldita puerta -dice, empujandola hacia adelante-. ¡Mierda! ¡No se abre!

Ay, no, no, no. No soportaría estar con ella más de una hora. ¡Puerta abrete! ¡Abrakadabra! O, ¿como era?

-Quizá, Linda Jacktonta -dice Camila-, tengas que tirar hacia atrás en vez de adelante.

-Que idea más tonta -masculla, pero de todas formas, igual tira la puerta hacia atrás y funciona.

-Ves -dice Camila-. ¿Que te dije?

Linda cierra la puerta de forma sonora y se va de ahí.

-Bueno -dije-. A trabajar.

...

No me he podido quitar dela mente lo que me dijo Linda hacia un rato. No he podido. Quizá sus palabras tengan verdades. Quizá...

-¡No! ¡No y no! -dice.

-¿Y ahora que? -mascullo.

Ya era la cuarta vez que Camila se quejaba por las murallas. Digamos que sacar comida sin que la pintura de la pared se dañe, no es fácil.

-¡Vamos a dejar la pared sin pintura, maldición! -dice, llevándose las manos a la cabeza.

-Ya, ya -la tranquilizo-. Yo te ayudo, vamos. -dije, y antes de que pudiera ayudarla, suena la campana.