Niñera De Mi Crush

Capítulo 18: Celular.

-Estás transpirando -dice Lola, tocándome la frente.

-Oh, no me digas -digo con sarcasmo.-. El muy puto de Travis me ha dejado votada.

Lola asiente.

¿Asiente? O sea, ¿no gritará? ¿no le cortará las bolas?

-¿Estás bien? -digo.

-¿Esta bien quererle arrancar el pene a alguien? -dice apretando los puños. Oh, gracias a Dios, pensé que se estaba volviendo cuerda.

-Si es a Travis, si -digo sonriendo.

Lola se suena los huesos de las manos, amenazante.

-¿Tienes tijeras? -dice.

-Tengo un cuchillo -digo, siguiéndole el juego.

Lola sonríe.

-Eso está mucho mejor -dice.

Luego toca la campana y "adiós" con nuestro plan.

...

-Por lo tanto, al depositar semen en la...-dice el profesor, pero la oración queda en el aire, ya que es interrumpida por un sonido de teléfono.

Y aquí es como se pierde la dignidad.

-¿De quién es el teléfono? -dice el profesor, mientras que todos se ríen por la canción de la llamada.

Me parece familiar....

But theres one sound
That no one knows
What does the fox say?

Ring-ding-ding-ding-dingeringeding!
Gering-ding-ding-ding-dingeringeding!
Gering-ding-ding-ding-dingeringeding!
What the fox say?

Mierda. Ese es mi tono.

Lo saco de mi mochila y veo que es un número desconocido. Corto la llamada.

-Señorita Green -dice el profesor. Noto que todos los ojos están puestos en mí. ¡Dejen de mirarme par de vírgenes! -Salga, ahora.

El celular lo guardé en mi poleron y me fui hacia la puerta.

Ay...que forma de empezar el día.

Cerré la puerta y vi mi teléfono. De pronto el número me empieza a llamar y yo le contesto.

-¿Aló? -digo.

-Hola -dice.

-¿Con quién hablo? -digo mordiéndome una uña.

-¿Tan rápido te olvidas de mí? -dice.

No contesto.

-Soy con el que tomaste primera vez una lata de cerveza -dice.

Suspiro de alivio.

-Jack, ¿cómo conseguiste mi número?

-Travis -dice.

-¿Travis tiene mi número?

-Obvio, si estás en la compañia, tienes que saber cuál es el número. Eso es cosa básica.

-Yo nunca le dí mi número a él.

-Que se yo. Pero la cosa es que lo tengo y punto. Ahora te llamaba para hablar de cuando vas a pelear.

Pongo los ojos en blanco.

-¡Me sacaron de clases por tú culpa, estúpido! -digo gritando/susurrando. El pasillo estaba desierto, y si hablaba demasiado alto, se escucharía hasta adentro de los salones-. ¡Y todo el maldito show por una pelea! ¿No podías esperarte a que saliera de clase?