Niñera De Mi Crush

Capítulo 10: Maldito teatro.

-Santa madre de las vacas. Santa madre de los condones. Santa madre de los crush.

-¿Te gustan las santas madres? -digo, mirando hacia el pasto.

Lola sonríe.

-Mucho. -dice-. Pero la cagaste.

-¿Quién? ¡¿Yo!? -digo fingiendo indignación-. No caeré en su trampa. Me mostraré dura.

Lola se pone un mechón de cabello detrás de la oreja.

-Duro mi culo.-dice, burlándose-. Pero, Dios, Maddy. ¡Eres tonta o eres tonta!

-No fue para tanto -digo sonriendo. Aún no podía quitarme la imágen de Travis quejándose-. Fue una sutil advertencia.

-¡¿Sutil advertencia!? -dice Lola, muerta de la risa-. ¿Es una sutil advertencia pegarle en las bolas?

Me sente en una banca color blando vintage y empece a reírme a medida de que recordaba la graciosa situación.

Después de que Travis me besó, se pasó de listo y me agarro el culo. Y bueno, no daré detalles de como me sentí, ni nada, sólo dire que sus partes íntimas no terminaron en muy buen estado.

¡¿Qué!?

¡No me juzquen!

No iva a comportarme como una puta. Y menos en frente del director. Agh, en ese mismo instante me morí de verguenza, ¡estaba comportándome como una perra virgen en frente del director! Nunca había sentido tanta verguenza.

Nunca. En. Mi. Vida.

Después de la patada en sus bolas inexistentes (para mí son inexistentes hasta cuando las vea. Dios...eso sono tan zorra...) Travis me fulmino con la mirada y yo sólo pude sonreír tímidamente.

...

Maldito teatro.

¡Madison Green Roth, ¿cuántas veces te he dicho que no maldigas?!

Unas cien, como poco.

Bueno, como sea, Linda Jackson, Mila Jacobsen, Amanda Jones y todas las perritas falderas de su grupo son apodadas como las "chicas jota".

Que nombre más original considerando sus apellidos -noten el sarcasmo

Y bueno, se preguntarán para que les dí esta explicación.

Yo y las chicas 'j' haremos un grupo de teatro.

Bravo, ¿universo, desde cuando estas conspirando en mi contra?

Desde siempre.-respondo yo misma.

Bravo. Ahora estoy hablando sola. Que normal de mi parte.

-Dare 5 minutos como siempre -explica el profesor-. Tomaré el tiempo -dice mostrando su cronómetro-. ¡Desde ahora! ¡Ya! ¡Corre tiempo!

Cinco minutos para ponerme de acuerdo con las perritas falderas. Ja, ni que tuviera cinco horas.

-¡Chicas! -dice una perrita faldera que tiene una polera suficientemente corta que fácilmente se puede confundir con un sostén-. ¿Que haremos? -dice dirigiendose a su grupo. Agh, claro, se dirige a todos menos a mí. Bravo, universo. Bravo...

-No lo sé -responde Linda mirandose las uñas con superioridad-. Soy buena improvisando -dice guiñandome un ojo.

-¿Improvisar? -dice Camila. Ella es la más "cerebrito" del grupo. Preocupada de deberes, tareas y...muy manejable. Parece que sólo la ocupan para eso-. No podemos hacerlo. Es con nota.