Niñera De Mi Crush

Capítulo 41: Travis v.s Cameron

-¿Iremos a jugar póquer? -pregunto.

Chase se le ilumina el rostro.

-Por mi estaría bien.

Travis se recuesta en la cama, cansado.

-Hagan lo que quieran -responde-. Yo solo quiero dormir.

Suspiro.

-Nos vemos más tarde.

-Volveremos pronto, Trav -dice Chase.

Abro la puerta y voy hacia uno de los clubes que están cerca del hotel.

-Hey.

-¿Qué pasa, Chase? -pregunto, mientras caminábamos por las ruidosas calles de Las Vegas.

Chase se rasca la cabeza.

-Quiero disculparme por lo que te dije el otro día.

Me encojo de hombros.

-Si, bueno...

-Lo siento, ¿si? Sólo qué la noticia me chocó mucho -dice-. Qué te digan qué alguien está vivo y que tu creías muerto..., es algo alucinante.

-Si, lo sé -respondo incapaz de encontrar las palabras que necesito-. Es algo verdaderamente alucinante.

Chase sonríe ligeramente.

-Entonces, ¿me perdonas?

-Si, pero si tú me perdonas.

-¿Perdonarte? ¿De qué?

-De que te dejaré sin dinero en el póquer.

Chase se ríe.

-Lo veremos, castaña oxigenada.

-¿Que me has dicho, come queso?

-¿Me acabas de llamar come queso, castaña oxigenada?

Me río, y Chase me imita. Me abraza, y juntos entramos a un club.

El olor a alcohol me marea, y la música me deja sorda. Y como si fuera poco, las strippers que estan bailando en el caño simplemente me hacen perder la virginidad a través de los ojos.

-¿A qué mesa vamos, Maddy?

Veo la mesa que está llena de ancianos.

-Vamos con los que saben más.

Chase me agarra del brazo.

-Son muy buenos.

-Y ganaremos más.

Chase se masajea la sien.

-¿Y si pierdes?

-Preocúpate de ti, come queso.

Chase se fue hacia otra mesa, y yo fui hacia la que tenía en la mira.

-Hola -digo.

Ninguno de los jugadores levanta la vista de sus cartas.

-Hola -repito.

Uno de los jugadores más jóvenes, quién no superaba los sesenta años, me dirigió una mirada despectiva.

-¿Qué quieres, zorrita?

Pongo los ojos en blanco.

-Jugar -respondo con una voz firme.

El chico se ríe.

-Lo siento -responde-. No aceptamos niñas que ni siquiera tienen fichas.

Saco la bolsa de fichas que tengo en mi chaleco.