Niñera De Mi Crush

Capítulo 29: Pelea de titanes[|]

-¿Quieren callarse de una puta vez? -mascullo a los chicos que están al lado mío-. Y dejen de moverse tanto y andar empujando, degenerados.

El chico rubio me mira con una cara de incredulidad. Agh, por favor, como si una desconocida nunca lo hiciera callar.

-¿Qué? -digo-. No te conozco, ¿y? Cállate y deja de moverte tanto.

El chico no me responde y yo voy más hacia adelante. A cada rato ellos estaban conversando de rugby y de hockey. Estamos en una pelea de boxeo, este no era el momento para hablar de esas cosas.

Travis estaba parado en una esquina, y Alex en la otra. Está era la primera vez que alguien le podía ganar a Travis...

¿¡Qué!? ¡No, no, y no! Travis ganará...si, ¡no dudes!

Pero era imposible no dudar.

Alex miraba las posiciones de Travis, al igual que lo hacía él con Alex. Para mí, que esta era una pelea de titanes. Estaban parejos. Nadie presumía sus virtudes, o les dirigía una mirada a las chicas. Estaban concentrados en su atacante.

Cuando el silbato sonó, la pelea comenzó.

Travis atacó primero. Le dio un puñetazo a la cara de Alex. Travis habló algo con Jack sobre atacar primero y rápido. Supongo que así tenía más oportunidad de ganar.

-¡Vamos Travis!

-¡Alex! ¡Mierda, que tú puedes!

Todos gritaban. Estaba claro que era una guerra de dos grandes.

Travis le iba a pegar de nuevo, pero Alex le agarro el brazo y se lo dobló. Travis hizo una mueca, y en ese mínimo tiempo de distracción, Alex lo atacó. Le pegó en la mandíbula, y pude ver un hilito de sangre que salía de su labio.

-Puta madre -murmuro.

Chase le manda gritos de apoyo, si se puede llamar así...

-¡Travis, levántate! -grita-. ¡Por la puta madre, que mi dinero esta en juego! ¡Párate de una vez hijo de puta!

Y es así como los hombres demuestran su apoyo. O como Chase demuestra su apoyo...

Travis, en el suelo, le lanza una patada en la pantorrilla, tan fuerte, que Alex cae de rodillas. Travis se levanta rápidamente, y con el otro brazo, el que no está más o menos herido, le golpea la cara. Veo que a Alex le sale sangre de la nariz y de la boca. Travis le pega una patada en la columna, y cae rendido en el suelo.

-¡Alex! ¡Maldición! ¡Levántate hermanito! -grita.

Volteo.

La perra.

Le quise contestar, o incluso pegarle, porque el tan solo hecho de verle la cara me pone furiosa, pero, en vez de eso, voltee a ver la pelea, y los papeles estaban invertidos.

Travis estaba en el suelo, sangrando y Alex parado, como un vencedor.

-Maldición -murmuro-. ¡Travis levántate! -grito-. ¡Levántate!

Lola me agarra de la muñeca bruscamente, y me toma por sorpresa.

-¿De verdad creíste que Travis le podía ganar a mi hermanito? -masculla-. Estúpida -escupe la palabra como si fuera veneno, y me pregunto si le queda un poco de dignidad.

Antes que nada, antes de decir algo, le piso el pie fuertemente, lo que hace que Lola mire hacia abajo, con una expresión de sorpresa, pero no de dolor. Luego la agarro de la cara, con agresividad, y la pongo cerca mío.

-Mira, zorrita -digo-. No es mi puta culpa que no te quedaras con Travis. No es mi puta culpa que él te odie. Así que zorrita, aléjate de mí, que tú sólo eres una copia barata, una traicionera, y una mala amiga.