La necesidad de las voces

5.5K 644 79
                                    

4 años atrás

Marleen miraba con preocupación a su hijo, estaba sentada frente a su ventana favorita, esa que tenía una vista preciosa a sus campos de cultivo y al bosque...

Antuan de entonces 11 años, tenía la vista pérdida en todo ese arrebol... Llevaba ahí ya casi toda la tarde sentado sobre su camioneta de descarga, mirando eternamente al bosque. Marleen tenía una taza de café en sus manos y con sumo cuidado le dio un sorbo preocupada, decidiendo si era o no buena idea ir por su hijo.

Desde que había pasado el accidente Antuan siempre iba a las tres de la tarde a ese lugar, no hacía nada, sólo se sentaba y observaba, su vista nunca se despegaba de ahí, anhelante como si algo le estuviera llamando, quizá eso era lo que más le preocupaba, que lo llamaran.

Cuando el accidente ocurrió, Antuan no había dicho nada, no había hablado con ella ni con los oficiales, lo que dentro del bosque vio y vivió... jamás fue contado.

Los doctores habían dicho que era parte del estrés postraumático, pero Antuan no lloraba ni gritaba por la noches sólo se había permanecido en silencio, como en ese momento, mirando a lo lejos, ido, ausente...

Marleen se mordió su labio inferior, en su pecho la sensación de incomodidad y ansias le indicó que fuera a donde él estaba y lo llevará a casa. Así que se levantó de su silla, dejó la taza aún caliente sobre la mesita y se encaminó hacía el chico.

El viento de invierno le acarició las mejillas haciendo mecerse algunos de sus mechones rubios a su rostro, sus faldas volaron pegándose a sus piernas, congelando sus brazos y haciendo que se encogiera hasta llegar a la camioneta donde Antuan estaba, cuando llegó a su lado el niño no parecía haberse dado cuenta de su presencia, hasta que ella le tocó con delicadeza el hombro derecho.

Antuan la miraba con los ojos bien abiertos, sorprendido como si no entendiera qué hacía ahí, ella le sonrió con ternura mientras le acariciaba el cabello, accidentalmente le rozó la frente... estaba helado, Marleen junto sus cejas, preocupada.

- Está haciendo frío- le dijo, el niño de ojos verdes no le respondió, la veía con profundidad, como si la estuviera evaluando- Deberías meterte, puedo hacerte chocolate si quieres...

Antuan pestañeó, ningún movimiento más... sus ojos conectados con los de ella, insistentes, Marleen pensó por un momento... ¿ Y si le estaba pidiendo algo sin palabras? ¿Y si necesitaba algo y ella no lo comprendía? una angustia arrebatadora se estancó en el fondo de su garganta.

- Cariño- le dijo ella con un gemido de derrota- ¿Necesitas algo de mí?

Y entonces sí, Antuan bajó la mirada y lo hizo con una pena que le rompió su corazón a su madre, Marleen abrazó a su hijo de los hombros, Antuan no despego la vista melancólica de los árboles- Dime que te pasa- insistió- dímelo... por favor...

Pero no hubo más palabras, Antuan le sonrío con tristeza, se bajó de la camioneta y tomándola de la mano la llevó al interior de la casa hasta la cocina, esperando por su chocolate.

Pero no hubo más palabras, Antuan le sonrío con tristeza, se bajó de la camioneta y tomándola de la mano la llevó al interior de la casa hasta la cocina, esperando por su chocolate

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Secreto de Antuan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora