29. El camino al infierno del pasado

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Capítulo 29. El Camino al Infierno del Pasado

Antuan Moulian miró con desprecio a la bruja de aquel bosque maldito. Alzó su barbilla mientras protegía con la mitad del cuerpo a Emma que observaba con cierto dolor los ojos oscuros del fantasma de Stephané Moulian que evitaba mirarla. En la mente de la chica sólo había cabida a una palabra: Traición.

- Rompiste tu promesa- le dijo Antuan. La mujer rubia sonrió de lado, cómo si aquella declaración le causará gracia. Entonces el chico de los ojos verdes dio un paso adelante, con decisión como si estuviera cansado de huir de esa mujer.- lo prometiste- le dijo mirándola a los ojos. – Dijiste que los dejarías ir si yo me quedaba.

- No lo tomes personal, querido Antu- la mención de su nombre diminutivo le dio nauseas, había una sola persona en este mundo que lo llamaba así, su padre y no iba a permitirle que se adueñará de eso.

- ¡Lo prometiste!- repitió con los dientes apretados.

- Me parece que no lo has entendido- la mujer también dio un paso adelante hasta quedar a la misma altura al chico de ojos verdes- Tú, no eres el que da órdenes acá.

- No voy a obedecerte si no cumples tu palabra- Donnie largó una carcajada, como si la amenaza del chico fuera la cosa más estúpida que alguna vez hubiese oído.

Antuan chasqueó la lengua con fastidio, lo tenía claro, en el fondo de su ser los sabía, estaba consciente de que enfrentarse a aquella chica iba a ser una mala idea, la llevaba de perder pero también sabía que Donnie Moulian lo retenía con vida por alguna razón, si ella lo hubiese deseado, ahora él y sus amigos ya estuvieran muertos pero... no era así.- ¡Es enserio!- repitió sin perder la seguridad- ¡Si no cumples tu parte del trato, no voy a obedecerte!

- Eres un niño estúpido, Antu- Donnie le dio la espalda, mientras volvía al centro de ese lugar donde los muertos se aglomeraban a sus espaldas. La maldición del bosque podía sentirse ceñirse sobre ellos, como si una bruma pesada les tocara los hombros. Emma mientras tanto observó el rostro de Stephané, buscando algún indicio de duda y lo hizo, cuando los ojos vacíos de aquel espectro se encontraron con los suyos. Emma lo miró con reproche pero entonces los labios pálidos de aquel ser se movieron con lentitud, casi imperceptibles.

-Ahora- había susurrado el chico del cementerio. Emma abrió los ojos con entendimiento ¿A caso él...

- ¿De verdad crees que tienes opción? ¿En serio crees que puedes resistirte a la maldición?

Antuan abrió la boca para decir algo pero Emma dio un paso adelante interrumpiendo la escena entre ambos parientes.

- Sé lo que te sucedió- dijo. Donnie la miró con curiosidad, casi incrédula tras el arrebato de interrumpir a su nuevo súbdito- Sé que te tiene encerrada aquí. Sé que sufriste, sé que te incriminaron injustamente...

- Emma- la llamó con preocupación el chico, pero ella lo ignoró y caminó de nuevo, segura con paso firme hasta quedar enfrente de aquella mujer.

- No fue tu culpa- dijo mirándola a los ojos- Sé que no fue tu culpa. Ellos fueron los injustos. Pagaste los pecados de tu familia y por ello tienes condenados a los Moulian...

- No sabes nada sobre mí- dijo Donnie mirando con sus ojos verdes a la chica que caminaba segura a los pasos de Antuan. – No tienes idea de lo que estás diciendo.

- Sí lo sé- le respondió Emma. Antuan la tomó de la mano tratando de evitar que hiciera una locura, la chica le devolvió su agarré pero no dejó de hablar. – Estuve en la mansión- declaró, las cejas de Donnie se crisparon como si le irritará saber esa información.- Pude verlo con mis propios ojos, sé que amaste a ese chico...

El Secreto de Antuan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora