15. Los Fantasmas del Cementerio

4.9K 494 453
                                    

Capítulo 15. Los fantasmas del cementerio

Los ojos de Antuan se agrandaron como dos esferas verdes en toda su extensión. Emma seguía de pie sosteniendo la fotografía a la vista del chico.

–¿Por qué tienes eso?— le dijo en voz baja–¿De dónde lo sacaste?

–¿Sabes quién es el hombre de la foto?

–¡Claro que lo sé!– dijo molesto y dando un paso delante le arrancó la fotografía de las manos. Emma abrió la boca incrédula

– Es tu padre.

–¡¿Y se puede saber porqué no me dijiste que nuestros padres eran amigos?!

– ¿Y cómo para qué te lo diría?– Antuan guardó la fotografía en los bolsillos de su chamarra. – No es como si fuera importante...

La chica desvío la vista molesta. Tenía un perfil bonito, pensó Antuan.

Emma era una muchacha guapa, con el cabello hasta los hombros, liso y oscuro con una piel delicada casi nada marcada, no como la de sus compañeras de la prepa y una naricita respingona que hacía gracia verla cuando ella se enojaba.

- ¿De qué te estás riendo?- respingó de nuevo su nariz. Antuan bajo las comisuras de su boca con enfado, no había estado consciente que había estado sonriendo. La sensación de descontrol en sus acciones lo tomó desprevenido, no le gustaba para nada esa sensación de no tener autocontrol.

- De nada- murmuró confundido. Emma bufó por lo bajo, estaba realmente molesta pero Antuan no comprendía el porqué ¿Había ido hasta ahí sólo por la curiosidad de la fotografía? No podía creer aquello. No había nada extraño en una fotografía vieja- ¿A qué viniste?

Por la sinceridad de aquella pregunta Emma casi dio un tras pie. No había esperado ese cambio de actitud del muchacho, Antuan dio un paso delante de donde ambos se encontraban aquel movimiento hizo que la muchacha se sintiera nerviosa, la mirada del chico la trapazaba como si fuera cristal.

- ¿En serio viniste hasta aquí por una foto?

- Claro- Carraspeó nerviosa. Emma miró a otra parte a la que fuera menos a esos ojos verdes que la tenían tan confundida- ¿A caso no te parece extraño que tu madre no te dijera sobre su amistad con mi padre?

- Mi madre no tiene secretos conmigo- dijo con un tono molesto, Emma se atrevió a mirarlo por esa vez, Antuan tenía ese brillo en la mirada que adquiría cuando alguien hablaba mal de su madre. Emm recordó que ambos eran unidos y que algún comentario negativo hacia ella sin duda sería como declararle guerra. - Ella me dijo sobre la amistad entre nuestros padres.

" Y te dijo que mi padre le rompió el corazón" pensó pero ella no lo dijo, en cambio decidió guardar silencio. Suficientemente era que ella sintiera el peso de esa confesión que durante las últimas horas había estado pensando en aquello. Lee debía de odiarla ¿Quién no odiaría la razón por la que el amor de tu vida te dejará? Y entonces supo el porqué había ido enseguida a buscar al chico, era el hecho de que si él sabía lo que ella quizá la odiase porque ¿No era Antuan quien siempre prefería y protegía a Lee? Pero mirándolo ahí supo que no la odiaba, sus ojos seguían mirándola exactamente igual, estaban molestos pero no con ella. Antuan estaba como siempre, lejos, distante, frío pero estaba ahí, a su lado.

- ¿Qué sucede?- le dijo. La chica se había quedado en blanco observándolo pero sin mirar. Sus ojos buscaban algo en los suyos. Emma parpadeó saliendo de su trance, asintió y dio media vuelta.

- Debería de irme- Antuan la observó con intriga. Algo dentro de su cabeza le decía que no la dejará ir que era muy tarde para que se fuera sola. Sin embargo Antuan no era un niño que caía en el heroísmo, Antuan no era la clase de chico que miraba por alguien más, que rogaba por que se quedaran a su lado por que en primer lugar no tenía que dejar que se acercaran demasiado a él, era peligroso que gente estuviera a su alrededor pero...

El Secreto de Antuan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora