Capítulo 1.

2.6K 100 11
                                    

|Narra _____|

Nos mudamos. ¿Cómo será Toronto? ¿Cómo será mi nueva vida? Lo que tengo muy claro es que no voy a cambiar. Papá está muy ilusionado con su chica, a pesar de ello creo que es demasiado pronto como para irnos a vivir a su casa. Aunque yo lo llamaría mansión. Es gigante, o al menos eso parece en las fotos. Punto positivo. Lo malo es que tiene un hijo de mi edad o un poco más mayor. Sólo lo he visto en fotos y parece el típico chico chulo-prepotente. No me va ese ''rollo'' a mí. Suelo tener un sexto sentido y algo me dice que será como los demás. Quiero decir, me tratará mal o simplemente seré invisible para él.

-¿Estás lista, _____? -pregunta papá reduciendo la velocidad del coche.

-No. La verdad es que no.

-Tranquila, las cosas irán igual o mejor.

-Espero que mejor... ¿No crees que esto es un poco precipitado? ¿Te olvidarás de mamá?

-Eso nunca, cielo. -frena bruscamente y me mira a los ojos con una expresión algo triste que no lograría calificar. -El primer amor es el verdadero, y ella fue el mío. Nadie la reemplazará, ni creo que existan historias como la nuestra.

-¿Cómo os conocisteis? No he escuchado todavía la historia.

-Verás... las mejores cosas suceden cuando menos te lo esperas. Nos presentaron. No te voy a mentir y si te soy sincero, no me llamó la atención a primera vista. Al principio tu madre era demasiado vergonzosa, coincidíamos pocas veces al quedar con los amigos. Hasta que un día me choqué con su mirada y vi en ella algo especial. No me preguntes el qué. Y a partir de ahí notaba que mi corazón latía con más fuerza cuando la tenía cerca. Incluso me ponía nervioso y en cierta manera no era el mismo cuando estaba presente. Entonces me declaré, por la vía rápida. No aguantaba más sin decírselo. Y cuando ella me dijo que también sentía lo mismo, juraría que fui el hombre más feliz del mundo.

-Hoy en día las cosas son diferentes. Yo quiero que alguien sienta eso por mí...

-Algún día. No saben apreciar el tesoro que eres.

-Tú mismo lo has dicho. Y el tesoro se guarda dentro...

La gente no suele apreciar lo que valgo por dentro, porque nadie se detiene a hacerlo. Miran el maldito exterior en vez de lo que hay en el corazón de uno mismo. Si fuera un chico, me enamoraría de mí. ¿Por qué no? Soy una adolescente que sueña con que alguien lo haga algún día, pero no la típica que no aguanta sin estar una semana besando a chicos a diestro y siniestro.

Lo abrazo. Fuerte. Al fin y al cabo es con la única persona que puedo mostrarme tal y como soy. Arranca de nuevo y continúa recto. Una rotonda y tira hacia la derecha dónde se pueden contemplar grandes chalets con sus respectivos jardines. Una zona completamente pija. 'Señor, ¿dónde me han metido?' pienso en mis interiores mientras papá sigue conduciendo ahora más despacio buscando nuestro próximo destino. Juego con mis dedos a moverlos sin parar debido a los nervios. Un juego extraño, lo sé. Apreto con fuerza mis dientes y el miedo comienza a apoderarse de mí. Miedo al rechazo. Aunque ya estoy muy bien acostumbrada.

Saco mi móvil para verme lo más mínimo en el reflejo y me peino un poco la coleta.

-Aquí es.

-¡Aw!

Lanzo un pequeño chillido desentonado y a continuación rio sola. Papá me mira extraño. Recórcholis, lo admito. Soy demasiado rara.

Se abre una gran puerta de garaje y yo alzo la vista flipando tan solo mirando a través de la ventanilla. Entramos. Menudo garaje. Yo viviendo en esta planta ya sería feliz.

Improbable Dirección | Justin Bieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora