Capítulo 12.

1.2K 56 2
                                    

|Narra _____|

Un nuevo día. Es pronto y lucho contra mis ojos para que no se cierren. Tengo demasiado sueño, no he dormido apenas. Creo que por una noche me he sentido una adolescente normal, preocupada por mis sentimientos hacia un chico, dando vueltas en la cama como una completa estúpida entre las sábanas. 

No entiendo nada de lo que ocurrió con Sarah, pero me está afectando más de lo que creía y estoy harta. Harta de no entender una mierda de lo que significa el amor, o lo que sea. Mis pensamientos me atormentan y mi cabeza y mi corazón se desafian constantemente. Todavía continúan en pleno debate. Se han convertido en enemigos íntimos. Tendré que acostumbrarme a todo esto. En qué maldita hora me he dejado guiar por mi corazón. No es que me arrepienta pero... me encuentro perdida.

Probablemente esto es lo típico que tendría que haberme pasado con unos 13 años. Eso de sentir un cosquilleo en la barriga, vaya. Pero lo mío ha tenido que ser ahora, y a lo bestia. Porque cuando lo veo se produce dentro de mí un huracán de sensaciones.

Bajo del autobús acompañada por Vanessa y nos dirigimos entre la multitud a las taquillas para coger los libros correspondientes.

-No tienes buena cara, ¿ha pasado algo, _____? –pregunta Vanessa mientras rebusca algo en su taquilla.

-He dormido unas pocas horas, eso es todo. –digo intentando evitar más preguntas.

Soy de las que siempre se han quejado de no tener una amiga, y ahora que la tengo no sé si confiar en ella. Quizás sea demasiado pronto para contarle lo que me pasa, o lo que pasa en general con el estúpido. Algo dentro de mí me dice que de un paso más pero también hay algo que me priva de hacerlo.

-Últimamente eso también me pasa. –cierra su taquilla y con el libro de Física en la mano me sonríe.

-Será que me lo has contagiado. –hago una mueca divertida con mis labios.

-Pues alejémonos para que alguna no nos contagie su tontería. –dice señalando justo por detrás mía con su dedo índice. –Mira quién está ahí.

Me giro y alguien choca contra mí bruscamente. Todos mis apuntes caen al suelo y me agacho rápidamente a recogerlos. Los coloco entre mis brazos de nuevo y alzo la vista encontrándome con quien menos desearía en estos momentos.

-Podrías ir con cuidado, Sarah. –digo con cara de asco.

-Eso debería decirte yo a ti. –me apunta con su dedo.

-Pero si ha sido tu culpa, has sido tú la que ha venido contra mí. –elevo una ceja vacilante.

-Ilusa. –carcajea agitando sus manos destacadas por unas uñas inmensamente largas cubiertas de esmalte rosa. –Anda con cuidado con Justin.

-Ando como me da la gana.

-No te acerques a él. Te estoy advirtiendo, bicho raro.

Sus últimas palabras resuenan en mi mente violentamente produciendo efectos en mí que no conocía. Aprieto fuerte mis dientes descargando la rabia contenida de alguna forma.

-Déjala. –interviene Vanessa. –Y vete con tus celos a otra parte.

-¿Celos? ¿A eso? –ríe fuerte hirviendo mi sangre.

-Puede. –carcajeo intentando no hundirme.

-¿Debería tenerlos?

-Puede. –repito.

-Mira. –dice Sarah acercándose a mí amenazadoramente. –Te diré sólo una cosa, no te acerques más a Justin o te arrepentirás de no haberme hecho caso.

Improbable Dirección | Justin Bieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora