Capítulo 37.

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-¿Sarah te amenazó?

Un escalofrío recorre toda la columna vertebral de _____ dejándola casi sin saliva y sin información en su cabeza para procesar. Justin forma puños en sus manos, no puede creer todavía que eso que suponía ser un ''juego'' o su ''código secreto'' le comiera hasta sus entrañas por dentro. Eso no le sucede al chico que es inmune al dolor, o al menos, eso es lo que él cree. Ni en sus peores pesadillas hubiera imaginado que se enamoraría algún día. Y lo está haciendo. Poco a poco, pasito a pasito, arrancando la venda que llevaba en los ojos tanto tiempo. Lo que no puede entender es que no todo es blanco, ni negro. El amor es gris.

-Dímelo.

-Me advirtió, simplemente.

-Pues un día se va a acabar todo eso.

-¿Qué?

-Que estoy harto de fingir que no te quiero.

El silencio inunda el cuarto oscuro en el que se encuentran. Ella se muerde la lengua sin saber qué hacer ni qué decir. Él inquieto no deja de caminar por el reducido espacio.

-Deberías decir algo. –replica él.

-¿Qué quieres que diga? A mí tampoco me gusta esto.

-¡Pero eres tú la que lo has elegido! –gruñe Justin acercándose a _____ y tomándola por el brazo con fuerza.

-¡Yo solo he elegido estar contigo! ¡No puedes reprocharme algo así! –se defiende ella con pudor.

Justin se aleja, liberándola de su agarre y estampa su puño contra la pared. No, no quiere. No quiere volver a ser Justin Bieber. No quiere mostrarse así delante de ella, pero tampoco puede contener la rabia que circula por sus venas. No puede detener lo que siente. _____ se asusta y se apega inconsciente más a la pared como si supusiera eso alejarla del peligro que ahora mismo tiene ante sus ojos. Lo puede oler. Sus manos frías se congelan junto con la pintura reseca que cae a trozos. El ambiente se vuelve más tenso y las lágrimas de _____ amenazan con salir.

-Justin... -murmura ella despacio, con la voz suave, tratando de tranquilizarlo.

Él, sordo ante sus palabras, vuelve a recurrir a la pared. Un golpe más fuerte que el anterior. Los labios de _____ están temblando y sus piernas también.

-Justin, para... -vuelve a suplicar ella, todavía sin asimilar todo lo que están viendo sus propios ojos.

Y él de nuevo hace caso omiso. Repite de nuevo la misma acción que antes, pero esta vez haciendo sangrar sus nudillos. Le duele, pero no le importa, necesita descargar su rabia. Unas gotas de sudor comienzan a deslizarse por los extremos de su frente. Aprieta sus puños y vuelve a golpear la pared.

-¡Justin! –ella está asustada.

-No. –aclara él con la voz firme y dura. –Vete, déjame solo.

-No quiero dejarte solo. –susurra ella con la voz desgastada. Una pequeña lágrima aparece decidida para bajar por su mejilla.

-No te estoy dando a elegir entre lo que quieres o lo que no, te he dicho que te vayas. –ordena él manteniendo la distancia entre sus cuerpos. No quiere acercarse.

-Justin...

-Vete.

-No me voy a ir.

-No seas cabezona y vete.

-No voy a permitir que te hagas daño.

Justin traga saliva y respira hondo mientras pasa una mano por su cabello, tirando de él al finalizar. Prefiere hacerse daño a él mismo, a dañar a ella.

Improbable Dirección | Justin Bieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora