Capítulo 56 ·FINAL·

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|Narra Justin|

Han pasado dos años.

Ha cambiado todo y a la vez nada. Soy una persona más centrada y tengo planes de futuro con la mujer de mi vida. Esa que tiene apoyada su cabeza en mi pecho. Echo la mirada hacia abajo y la observo durmiendo de una forma tan tranquila que por un momento creo en la paz mundial.

Pero no quiero hablar solo de ella, lo hago casi sin querer por ser la dueña de esta cabeza ya no tan descerebrada. No voy a desviarme del tema. De vez en cuando suelto mierdas por la boca y soy un poco chulito (sinceramente, eso es algo que forma parte de mi adn y no cambiará), pero juro que cada día soy mejor persona.

Hace un par de meses empecé a trabajar en una oficina y si todo va correctamente me espera un buen salario. Mamá dice que no me pega nada eso de ir con traje al trabajo y en cambio _____ no pudo resistirse a hacerme el amor antes de salir de casa. ''Te queda genialmente bien'' suspiraba cada dos por tres en mi oído. ''Así vamos a hacer deporte todos los días'' y yo me reía. ''¿Solo me quieres por ir en traje?'' ''No, tonto, si estás sexy hasta en pijama'' y así.

Solemos bromear mucho y nuestra relación no ha cambiado absolutamente en nada. Somos los mismos queriéndonos más. De vez en cuando tenemos nuestras discusiones, como todo el mundo, pero sabemos no llevarlas al extremo y resolver los problemas en la cama. Sí, ya dormimos juntos. Alquilamos un pequeño piso que ______ se encargó de decorar, decía que le encantaba eso y está todo a su gusto. Yo tras persistir para ayudarla no conseguí nada, pero me encargo de muchas tareas del hogar. Nos compaginamos bien y todavía no hemos discutido por ver quién cocina. Días ella, días yo. Me gusta sorprenderla con un desayuno romántico o directamente comérmela a besos de buena mañana.

Sus rincones favoritos están llenos de fotografías y libros y cuando me pregunta que cuál es el mío le respondo que cualquiera en el que esté ella. Se sonroja e intenta disimularlo, pero sé que por dentro se derrite. Vivimos ilusionados y solemos tener planes siempre. Si no, una película en el sofá y palomitas nos esperan en el salón.

Me gusta nuestra rutina. Cada mañana el despertador me taladra la cabeza y _____ ni se inmuta, mi faena es despertarla si no quiere pasarse el día en la cama. ''Déjame dormir un poquito más'', son sus peculiares buenos días. ''Si no te despierto ahora no vas a levantarte, cariño...''.

Mi vida es algo desordenada, a veces me despisto mirándola y mi camisa acaba con un par de manchas de té. Sujeto el periódico entre mis manos todos los días y me siento orgulloso cuando leo algún artículo de mi chica en él. Sí, uno de sus grandes sueños se hizo realidad. Empezó a escribir un blog, consiguió muchos lectores y se pusieron en contacto con ella. Aún recuerdo cuando se me lanzó en brazos y gritando exclamó que tendría un rinconcito en algunos periódicos y revistas de la ciudad. La vi tan feliz que me satisface leer sus palabras en el papel y me siento tremendamente maravillado por su manera de convertir las letras en algo especial.

Yo también escribo. Canciones. A escondidas. Muchos atardeceres nos escapamos a una explanada en lo alto de la montaña con la guitarra. _____ siempre me dice que por muy borde que sea siempre tendré la dulzura en la voz. Me ha grabado varias veces en vídeo y me he enfadado. Luego hace un pucherito simulando a un bebé y se me pasa.

Escucho un leve bostezo.

-Buenos días, mi amor... -dice mientras se mueve con delicados gestos.

La miro y se me ilumina la sonrisa.

-Buenos días, preciosa.

-¿Qué hora es? –pregunta alzando una ceja. –Es raro que estés ya despierto.

-No quería despertarte, aún es pronto. –acaricio su pelo y juego un poco con él.

-No haberlo hecho... -simula enfadarse. Yo alzo una ceja incrédulo.

Improbable Dirección | Justin Bieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora