Capítulo 44.

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|Narra _____|

-¿A qué estáis esperando? Vamos.

La directora y las órdenes. Las órdenes y la directora. Eso sí que eran almas gemelas. La combinación perfecta e inseparable. A esa mujer se le daba genial ir de la mala de la película, pero esta vez estaba actuando diferente.

Justin y yo nos miramos. Esa mirada de complicidad en la que nos leemos la mente cual adivinos. Pero no lo éramos, sencillamente porque teníamos ese tipo de conexión que se tiene entre dos personas y nadie más. Nos entendíamos, por extraño que pareciera, por muy diferentes que fuéramos lo hacíamos. Y se nos daba bien hacerlo.

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Otra sesión de fotografía en el ático de aquel edificio. La directora parece estar satisfecha con el trabajo que están realizando _____ y Justin. El cielo empieza a teñirse de un color oscuro, pero es pronto todavía para que anochezca. Entonces un fuerte trueno resuena en la zona.

-Creo que va a llover, señoritos. –suspira la directora colocándose inmediatamente bajo su paraguas.

Justin mira a _____ y ella al segundo capta el mensaje. _____ le sonríe y él hace lo mismo tras humedecer sus labios.

-Entonces debemos recoger ya. –añade una de las fotógrafas.

-¿Ya? – _____ pone sus brazos en jarra.

-Sí, señorita Blair. –la directora tira de su brazo y _____ refunfuña en voz baja.

Otro trueno. Esta vez suena con más intensidad y a los pocos segundos empiezan a caer las primeras gotas de lluvia.

-¡Esperar! –interviene Justin. –Podemos hacer una sesión de fotos bajo la lluvia, ¿hay algo de malo? A mí me gusta la lluvia.

La directora se gira mirando expectante a un Justin que empieza a empaparse poco a poco.

-¿Hay algo de malo? –repite ella.

-No, no lo hay. –añade _____ moviendo su cabeza de lado a lado. –A mí también me gusta. -_____ mira a Justin.

-¿Entonces? –Justin se encoge de hombros acompañado de una sonrisa de las suyas.

-Me parece... -la señora que lleva el mando en todo aquello se mueve sobre sus tacones negros. –una buena idea.

En pocos minutos está todo preparado. _____ y Justin posan en una tarima en el centro de aquel ático. El agua los empapa poco a poco. _____ tiene el cabello completamente mojado, pequeñas gotas brillan en sus hombros descubiertos y bajan hasta sus pechos. Su vestido empieza a teñirse de un color transparente que vuelve loco a Justin y lo mantiene a una temperatura bastante elevada. Está caliente, de nuevo, cerca de sus labios. Justin dirige su mirada a esa tela claramente visible que envuelve los pechos de _____, mientras ella se sonroja y le susurra que deje de mirar. Él niega con la cabeza con esa sonrisa pícara que hace que ella estalle en una risita desentonada. Más capturas. Y más flashes. Y más emoción. Tienen que bailar bajo el agua, la música suena y sus corazones sobrepasan la velocidad, pero está permitido. Siempre pasa cuando estás enganchado a una persona, a su sonrisa, a su aroma, a ese lunar en la mejilla, a sus defectos.

-Entonces... -susurra _____ mientras se mueven al son de una canción que queda demasiado lejos. –sí que es verdad que hoy llueve más que ayer.

-¿Ves? –Justin eleva una ceja. –Te lo dije, tienes que creer mis palabras.

-Yo las creo y te creo a ti.

Justin sonríe victorioso. Sonríe sin querer, feliz.

-Pero bicho, yo te estaba hablando de lo que llovía dentro de mí. Ya me entiendes.

Improbable Dirección | Justin Bieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora