Capítulo 43.

762 44 0
                                    

|Narra Justin|

Cloe me lleva a una sala que desconocía completamente. Mis latidos aumentan a cada paso que doy. Estoy más cerca de ver el resultado, de verla a ella. Percibo unos cuantos flashes de cámaras y varios focos de colores claros apuntando a una chica. Está de espaldas. Parece una modelo. Sus piernas delgadas y perfectamente delineadas me hacen saber que es ella, mi chica. Me acerco más a paso lento. Cloe me empuja despacio por la espalda.

-Vamos, acércate. Pero no hagas ruido que ella no sabe que estás aquí.

-¿No lo sabe? –digo en un susurro.

-No, queremos ver cómo actúa cuando te vea.

Estamos perdidos. Locamente perdidos y sin salida. Nos van a pillar. Van a saber que no estamos actuando, que nos queremos, porque al menos eso es lo que reflejan mis ojos y no lo puedo evitar. Y también conozco su mirada, ella no me mira como mira a los demás. Entonces sí, nos van a pillar.

La tengo cerca, pero todavía no me puede ver. Remueve su pelo justo como le dice la chica que sujeta una cámara de fotos profesional y echa la parte superior de su cuerpo hacia delante, dejándome unas vistas magníficas de su estupendo trasero. Joder. Me muerdo el labio sin poderlo evitar y me aproximo más. La sangre empieza a arder por mis piernas, subiendo y concentrándose en mis partes íntimas. Definitivamente inevitable. Me voy a poner cachondo en una sesión de fotos para un musical. Qué raro suena eso.

-_____, ahora alza las manos y enróllalas en tu propio cuello de manera sexy.

-Pero yo no sé hacerlo sexy.

-Hazlo, tú puedes.

_____ hace justo lo que le dicen. Y a mí me falta el aliento. Me aproximo más y aprovecho para atacar. Me planto justo detrás de ella y aspiro su aroma sin que se dé cuenta. Joder. Soy el tío más afortunado del mundo. Mis latidos empiezan a cobrar vida demasiado rápido. Todavía no se ha percatado de que estoy aquí, tras su espalda.

-¿Lo estoy haciendo bien? –pregunta con un aire de inocencia que me encanta.

Yo tomo aire y engancho sin permiso mis manos en su cintura. Entonces me atrevo a susurrar en su oído.

-Lo estás haciendo perfecto, bicho.

En ese instante me mira y puedo notar cómo se queda sin aliento. Acaparamos el centro de las miradas y los flashes salen disparados hacia nosotros de dos en dos. Me mira como si no pudiese creer que estoy ahí, mientras yo me pierdo en sus ojos. Joder, qué guapa está. No... no parece ella, pero en verdad sí. Está cambiada, la observo, y es ahí cuando me doy cuenta de que la quiero de todas las maneras posibles. Arreglada, sin arreglar, con una coleta alta o con el pelo suelto cubriendo sus desnudos hombros, con sus jerséis anchos o con vestidos ajustados que, como decía Cloe, me dan ganas de hacerla mía ahí mismo.

-Estás preciosa. –le susurro bajito, sólo para que ella me escuche.

-Gracias. –contesta tímida regalándome una corta sonrisa. -¿Qué haces aquí?

-¿Qué te parece que hago aquí? –detengo mi mirada en sus labios cubiertos de un rojo que me encantaría destrozar a mordiscos. Me acerco más a su cuerpo enrollando mis manos en su cintura y miro a una de las cámaras. Flashes de nuevo.

-Pues no lo sé. –dice tras mostrar una dulce sonrisa a la cámara a la que yo mismo prestaba atención para que nos realizasen otra captura. –Quizás esperaba más que cayera un meteorito en medio de todo esto que han montado a que tú te presentases aquí como si nada. –ríe.

-Lo lógico y lo normal está de más. –digo tras mojar mis labios. –Prefiero lo raro y lo improbable. –me decanto a decir cerca de su cuello mientras deslizo mi nariz por ahí. Ella se estremece y puedo sentir como en su piel comienza a sentirse la electricidad.

Improbable Dirección | Justin Bieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora