Capítulo 7.

1.7K 85 3
                                    

|Narra _____|

5 páginas escritas. Vaya. Me he desahogado. Escucho unos pasos a lo lejos del pasillo y cierro rápidamente mi diario. Paso la mano por encima repasando el contorno y lo guardo en el cajón del escritorio. Es como si fuera un lugar secreto. Me acerco al gigante ventanal y contemplo el día tan primaveral que hace. En mi cabeza se crea la idea de salir a pasear con mis auriculares conectados al iPod y la cinta de la cámara colgando de mi cuello. 

Miro la hora del reloj que llevo colocado en la mano izquierda y me doy cuenta de que es tarde. Como siempre a la mierda el plan A. Es viernes, no tengo clases y yo aquí desperdiciando mi tiempo. Lo peor es que no sé qué hago pensando estas cosas si nunca hago algo de provecho. Antes era todo diferente. Papá y yo solos. Una pequeña casita para los dos, no necesitábamos nada más. Cuando él trabajaba yo me tumbaba en el sofá a leer un buen libro mientras me inflaba a comer chocolate y otras porquerías. Me gustaba estar sola, sin nadie que me molestara. Ahora empiezo a echar de menos esa soledad.

Recurramos al plan B. No se me ocurre nada que hacer fuera de mi habitación, me quedaría aquí encerrada escribiendo las historias que sueño cada noche y nunca se cumplirán. Además, el mundo que hay fuera de mi imaginación no me gusta ¿para qué mentir? Me decepciono con la gente y prefiero no relacionarme. Si todo fuera como en los libros... sería genial.

Estornudo soltando un fuerte ''aaaachís'' y me río sola. Cada vez me siento más bicho raro. Bicho. Así me llama él. Él que es un creído niño de mamá. Él que últimamente está apareciendo mucho en mis pensamientos.

Llaman a mi puerta y escucho un ''¿Puedo pasar?''. No reconozco esa voz de chica tan dulce y suave. Creo que no la he escuchado en mi vida.

-Sí, sí. Adelante. –digo y mi ceja derecha se arruga preguntándose quién será.

-Hola...

Vaya. ¿Se ha colado una modelo en casa? Sus ojos azules verdosos me miran con simpatía a conjunto de esa sonrisa tan agradable y brillante. Me va a entrar un ataque de envidia ahora mismo. Además, viste demasiado bien.

-Hola. –contesto al cabo de los 20 segundos que me he quedado paralizada mirándola.

-Me llamo Caitlin, tú eres _____ ¿verdad?

-Sí. Oh, encantada. –parece que se me haya aparecido la virgen o algún ser sobrenatural. _____, reacciona.

-Te preguntarás quién soy. –Hace una pausa debido a que se le escapa una ligera risa. –Soy amiga de Justin y como no conoces a mucha gente venía a decirte si esta noche sales con nosotros.

-¿De verdad? –pregunto extrañada y a la vez sonriente. -¿Dónde?

-Hacen una fiesta cerca de aquí. ¿Te apuntas?

-No me hace mucha gracia... no sé.

No me convence mucho la idea. Seguro que quieren que vaya para burlarse de mí y eso no me hace ni pizca de gracia.

-Va a ser divertido, ¿o tienes algo mejor que hacer?

Revuelve su cabello con soltura y me mira de nuevo.

-_____, venga, no pasará nada. –insiste.

Y de una forma logra que confíe en su palabra. Respiro profundamente y algo en mi cabeza me dice que ya es hora. Hora de salir. De ver mundo. No todo debe de ser tan malo. Creo que he respirado un poco de rebeldía y sí, voy a divertirme. Si estuviera aquí mamá me apoyaría, necesito tanto un abrazo suyo... Ella desde arriba me vigilará y mientras trago saliva le dedico un ''Tranquila, todo irá bien''. Y lo prometo. Por ella. Por papá. Por mí.

Improbable Dirección | Justin Bieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora