Capítulo 22.

922 40 1
                                    


Vanessa y Sarah se disponen a mantener una buena relación de compañeras, aunque aún no saben ni ellas cómo han llegado a ponerse de acuerdo.

-¿Demasiado informal? –pregunta Sarah girando sobre sí misma mostrando su modelito a Vanessa.

-¿A eso lo llamas informal? –Vanessa abre los ojos como platos.

-Bueno, sí... -la rubia se muerde el labio.

Lleva unos pantalones ajustados color fucsia con unas botas marrones por encima a juego de su chaleco. Bajo de él lleva una blusa color beige.

-Entonces tienes un problema. –carcajea ahora la morena.

-Oye, ¿qué hay de eso de llevarnos bien? –Sarah frunce su ceño.

-Sigue en pie, pero eso no significa que no vaya a ser sincera contigo.

-De acuerdo compañera, si al final acabaremos siendo amigas ya lo verás.

-No creo. -ríe Vanessa rodeando sus ojos.

El silbato suena y da aviso de que todos tienen que reunirse fuera. Es hora de la comida, aunque se ha hecho un poco tarde debido a los retrasos en la carretera del autobús. Los niños salen de sus pequeños refugios ilusionados con sonrisas dibujadas en sus caras, no importa que a más de uno le falten algunos dientes que pusieron bajo la almohada al ratoncito Pérez.

Todos se disponen a formar un círculo perfecto.

|Narra Justin|

-Qué pesados. –murmuro entre dientes con rabia.

-Tenemos que salir fuera. –dice _____ espolsando sus pantalones.

-¿Y hace falta armar ese jaleo?

-Claro que sí, Justin. Si no lo hicieran no nos enteraríamos.

-Nena, ¿por qué nunca te quejas de nada? –la atrapo con mis manos y las envuelvo en su cintura. –Explícamelo.

-No sé. –se encoge de hombros mientras me mira hacia arriba para dar con mis ojos. –No hay necesidad de hacerlo.

-Tengo que aprender muchas cosas de ti. –acaricio sus suaves mejillas.

-No tengo tantas cosas buenas como crees.

-Eso es porque no quieres creerlo tú.

-Bueno dejando a un lado que no soy una creída tampoco tengo nada que creerme.

-¿Lo dices enserio?

-Sí. Quizás tú me ves con otros ojos. –sonríe haciendo que mi estómago se revuelva.

-Todos los ojos de este mundo verían lo mismo que yo, nena.

-¿Por qué estás tan seguro?

-Porque eres tan dulce... Simplemente se te ve a primera vista. –beso su frente y me aparto lo más mínimo continuando con nuestro contacto visual.

-En realidad apenas me conoces.

-¿Eso crees, bicho? –elevo una ceja confuso.

-Sí. –ríe. –No conoces mi carácter, ni cuando me enfado... -la corto.

-¿Perdona? ¿Te recuerdo la marca que dejaste en mi mejilla a los pocos días de conocernos?

-Ups... Se me olvidaba. –muerde su labio inferior tirando de él delicadamente. –En realidad fue al día siguiente de verte por primera vez. Me ponías de los nervios, y aún hay veces que lo sigues haciendo.

-¿Alguna faceta que no conozca de ti? –la atraigo más hacia mí.

-Mmm... -vuelve a morderse el labio. –Ya lo descubrirás.

Improbable Dirección | Justin Bieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora