Capítulo 47.

827 46 4
                                    

|Narra _____|

Verano, vacaciones, playa. No sé dónde estamos, pero es la incógnita de los sueños. Sí, estoy soñando. Y no, nunca he visitado la playa.

Mis pies se camuflan descalzos en la áspera arena mientras observo como Justin se desprende de su camiseta y la lanza a unos pocos metros de mí. Yo sonrío traviesa desde mi sitio, visualizando cada pequeño detalle detrás de mis gafas de sol de pasta negra. Justin desaparece entre las olas, lanzándose al mar decidido sin pensárselo dos veces. Tal vez el agua esté congelada, tanto como yo cuando noto un temblor bajo mis pies. La arena se mueve sobre mi piel haciéndome cosquillas, provocándome una sensación dudosa. El aire acaricia salvajemente mi rostro y despeina completamente mi pelo. Tiendo una manta de cuadros roja y blanca, similar a las que aparecen en las películas cuando los dos protagonistas locamente enamorados se van de picnic, y sitúo un par de refrescos encima. Entonces otra oleada de malas sensaciones me sacude. Escucho mi nombre, escucho su voz, pero Justin no está en el agua. Un escalofrío intenso recorre toda mi columna vertebral y hace que mi corazón sufra un medio ataque de ansiedad. ¿Dónde está? Intento gritar su nombre pero se queda atrapado en mi garganta, no puedo hablar. Un nudo en mi estómago me acompaña mientras corro hacia la orilla. De nuevo intento gritar, pero las palabras se deshacen en mi boca. ¿Cómo es posible? ¿Por qué...?

Me sumerjo rápidamente luchando contra las olas que cada vez impactan más salvajes contra mí, pero no me detengo y resisto hasta que el agua me llega a la altura del pecho, cubriendo la mayor parte de mi cuerpo. Está congelada, justo como imaginaba, pero lo único que me preocupa es encontrar a Justin. Si está jugando, no le encuentro la gracia al juego. Y si está buceando, me estoy preocupando porque no sale a la superficie ni da señales de vida. Lo que supuestamente iba a ser una tarde magnífica y romántica se está convirtiendo en el desastre del año.

Entonces, de repente, algo se engancha en mi pelo y estira de él de raíz, haciéndome daño. Mucho daño. Y cuando me doy cuenta, estoy frente a Sarah, tiritando. Pero esta vez no sé si por el frío o por el miedo a lo que sea capaz de hacer conmigo. Mis labios parecen jugar solos moviéndose entre ellos, tiñéndose de un color morado que no tiene muy buen aspecto.

-Nos encontramos de nuevo, bicho raro.

Da un paso al frente y yo retrocedo, a pesar de ser casi absorbida por una ola.

-¿Qué es lo que quieres esta vez, Sarah? –pregunto con apariencia decidida y sin temor.

-Quiero lo mismo que la vez anterior, pero esta vez lo he conseguido.

-¿De qué hablas?

-De Justin. Ya lo tengo para mí, ¿verdad que no lo encuentras?

-No... -niego con mi cabeza. -¿Qué demonios es lo que has hecho?

-No he hecho nada, querida. He puesto cada cosa en su lugar, él conmigo y tú...

Me agarra fuertemente del cuello, siento sus uñas rasgar mi piel. Un dolor inmenso se mezcla con rabia. Noto la sangre caliente subir por mi garganta y estancarse justo ahí. Una vez se apodera de mí mete mi cabeza bajo el agua y todo se ve oscuro...

|Narra Justin|

Un grito ahogado me despierta en medio de una noche oscura y un tanto fría. Me levanto tan pronto como puedo y al abrir los ojos me encuentro a _____ respirando muy fuerte y con una mano en el corazón.

-¿Qué pasa? –pregunto, tendiendo a fundirla en mis brazos mientras su agitada respiración se va calmando en mi pecho. –Nena... tranquila... -acaricio su pelo delicadamente, hundiendo mis dedos en su cabello desordenado.

Improbable Dirección | Justin Bieber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora