6.- Bruce.

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Narrador.

La mañana sorprendió a todos al no toparse con Steve en el gimnasio pateando sacos ni mejorando su resistencia o solo deambulando por la sala. Wanda y Peter se toparon en la puerta del baño y las mejillas del joven se volvieron rosas de inmediato.

-Lo siento ¿quieres entrar primero?.

-Puedo esperar, Stark no me necesitara a mi dentro de cinco minutos.- dijo la sokoviana recordando la petición de Tony expresada golpeando la puerta de Peter hace dos horas atrás.

-Vaya, muchas gracias.- contestó con alivio y se metió al baño con una sonrisa.

Wanda aprovecho el momento libre y golpeo la puerta de Natasha quien abrió segundos después.

-Buenos días brujita amiga.- dejó la puerta abierta y camino hasta la cama donde preparaba un bolso con ropa de James.

-Veo que estás de buen humor.

-Digamos que tuve una buena noche.

Wanda arqueo una ceja y esbozo una sonrisa pícara. Nat le lanzó un cojín rodando sus ojos.

-No pasó nada de lo que crees, ahora ¿puedes darme eso por favor?.- la chica recorrió la dirección donde apuntaba el dedo de Nat y le entregó lo que pedía con la curiosidad casi comiéndola.

-¿Podrías por favor ya contarme como fue todo con Steve ayer?.

-Estuvo fantástico...es...es increíble, Steve me hace sentir tan especial.- suspiró recordando cada momento que había pasado con el y sonrió.- como si fuera la única mujer en el planeta, y alguien más que una agente.

-Eso es muy tierno.- Dijo lanzándose a la cama a un lado de James quien como siempre parecía un pequeño muñeco. Quieto y casi mudo, solo observando con unos ojos gigantes y azules el mundo entero, como si de un momento a otro fuera a entenderlo todo sin ayuda de nadie. Como si conociera todos los secretos de como vivir.

-A propósito, ¿ya termino de entrenar? No he podido ir esta mañana por estar arreglando todo.

-¿Irás conmigo y Clint, hoy?.

-Si, estoy emocionada...hace mucho que no veo a los niños, ni a Laura.

-Me parece genial, aunque...Steve no entreno hoy.

-¿Que? ¿como que no entrenó? ¿y donde está?.

-En su habitación, no ha salido.

-Steve no suele levantarse tarde.

-Si tarde le llamas a las ocho de la mañana...- susurró la sokoviana haciéndole morisquetas a James quien por primera vez desde que llegó a la habitación hizo un sonido.

-Ya termine con esto ¿Te importaría...?.- Nat movió sus manos dirigiéndose a James y a Wanda le cruzo una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Claro que no! Yo me lo llevo.- levantó al pequeño y salio de la habitación guiñándole un ojo.

-Solo lo despertare, Wanda.

La pelirroja comenzó su travesía a la habitación de Steve algo nerviosa, ¿porque debería de despertarlo?. Bueno, ahora era su novio y el no suele dormir hasta tarde sin entrenar por las mañanas, asique tenia el derecho de preocuparse. e ir a ver que le pasaba.

-¿Steve?.- dijo golpeando la puerta, al no obtener respuesta decidió abrirla. De todos modos era Steve Rogers, mucho no podría ocultar.- ¿Steve?.

Sus músculos se relajaron al verlo profundamente dormido sobre su cama. Dormía boca abajo con su brazo izquierdo colgando del colchón, su boca entreabierta y las mejillas con un poco de rosa le recordaron a su hijo y sintió como se enternecía por completo.

Nuestro :  James. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora